Pocas horas dieron paso a una madrugada tortuosa en la cuál Myoui no pudo conciliar el sueño. Lo buscó, lo llamó repetidas veces pero tal silencio por parte de Dae provocó que por semanas ninguno pudiese verse la cara. Honestamente... Mina sintió aquel hecho cómo un karma más que merecido. ¿No sería demasiado irónico ser feliz junto a la persona que ayudó a destruir?
Tomar a la ligera un insulto, una mirada. Aislar a alguien, hacerle sentir querido y luego apartarlo de tu vida, juzgar y señalar a alguien por ser valiente. ¿Qué tenía en la cabeza? ¿Qué tan podrido se debe estar para dedicarse a dañar a conciencia?
Sin duda ser testigo de tal irracionalidad y no actuar te vuelve un encubridor, todo se siente una condena.
—Qué asco.
—Mina, basta. Creciste, ¿no? Maduraste, adquiriste voz para tomar tus propias decisiones.
—Eso no remedia nada, Momo.
Hirai ofreció otro cigarrillo a Mina quién sin poder detener un silencioso llanto no tardó en encenderlo y dar unas cuántas caladas de manera ansiosa.
Junto a una noche estrellada escaparon del campus a un pequeño mirador que da a un sector tranquilo de Seúl. Sentirse agobiada en los dormitorios es lo último que necesita.
—¿Hay opciones? –comenzó a divagar Momo–. Qué sepa que ayudaste a SungYeol en su tiempo o que siga pensando que no lo quieres por ser trans.
Mina escondió su rostro entre sus rodillas.
—Querrás decir, que lo molesté por ser «diferente» o que no lo quiero por ser «diferente». Maldita sea... –suspiró Myoui cerrando sus ojos de manera cansada–. Me importa un carajo que sea transexual... solo quiero verlo.
Momo, también sentada sobre el césped, apoyó su zurda en el suelo y apagó perezosamente su cigarrillo en unas hojas de árbol rotas esparcidas por el suelo. Suspiró, bebió un poco de ron barato y bajó la mirada en dirección a unas diminutas luces amarillas recorriendo las calles.
—Retiro lo dicho –habló con firmeza ganando la atención de Mina–. Siempre es mejor que algo se arruine a causa de una verdad. Es algo que quizá debía suceder pero al menos por el amor a la otra persona, por humanidad dile la verdad.
Verdad. Todo sería diferente si en su debido tiempo Jihyo hubiese sabido la verdad respecto a Dahyun.
—¿Lo dices por tu decisión? Cómo vas con eso –cuestionó Mina sosteniendo con cansancio la botella de vidrio para beber un poco.
Momo asintió regalando una sonrisa tenue una vez que pudo verla.
—Nuestro tiempo juntas ya acabó, tuve que decirle que fui egoísta y que no volverá a suceder nada –dijo al fin–. Verla de casualidad almorzando con su novia hace unos días me recordó lo mucho que quiero proteger esa sonrisa, es demasiado hermosa. Mh, y la única forma es hacerme a un lado. Qué gano interrumpiendo su presente.
—Eso es noble.
—¿Tú crees? Creo que es lo mínimo que puedo hacer.
Ante la mirada angustiada de Momo, la castaña sonrió conteniendo aquella persona que tal cómo todos está aprendiendo a vivir.
Qué difícil. Nos dejan en esta realidad a la deriva sin aprendizajes.
—Pueden comenzar de nuevo, Dae te conoce —agregó–. Solo... no seas tan tóxica como yo.
—No fuiste la culpable de todo, Momo.
Negó.
—Que impotencia... ¡Ah! Qué más da.

ESTÁS LEYENDO
Él. (MiChaeng)
Conto"Si hubiera nacido siendo un chico todo sería diferente". A veces ni uno mismo se reconoce frente al espejo. Historia original.