Pucca x Garu - One shorts

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Corea año 1773.

Narra Garu.

A caído la noche en la aldea de Gusa, mi hogar de toda la vida soy Garu Sanada, ninja avispa de fuego, en estos momentos los mejores ninjas de la aldea estábamos en sus fronteras, estamos siendo atacados por los de la aldea vecina, una aldea algo grande en comparación con la de nosotros la aldea Diso es el hogar de los ninjas rojos, guerreros despiadados, con habilidades increíbles.

Nosotros los ninjas de Gusa somos del clan azul contrario a ellos, nosotros nos dedicamos a hacer el bien, y a proteger nuestro territorio y a su gente.

Escuché un ruido a la lejanía, una sombra con la rapidez de un rayo se acercaba a nosotros, debe ser el líder de el clan de los ninjas azules, siempre se ha encargado de los villanos más grandes y fuertes que han obtenido su aldea, con nosotros pocas veces a luchado pero siempre entre humo, producido por unas extrañas bombas de humo.

- Hay vienen prepárense. - Susurré a mis colegas, nos camuflamos entre los arbustos y varios ninjas en traje rojo saltaron directamente a nuestro territorio, nos buscaban.

Di la señal y saltamos a la batalla, la lucha comenzaba, todos mis compañeros luchaban con algún individuo del clan rojo, yo observaba mi alrededor, se que está el líder por aquí.

Me aleje de la batalla, sabía que no me atacaría en compañía, si acabo con él, será el fin del clan rojo.

Me aleje directamente al bosque de bambú sentí la brisa del viento en mi rostro avisando que viene el peligro, y tal como dije un extraño humo viene de los bambú, y de ellos una sombra delgada sale.

El humo limita mi visión, pero estoy alerta con mis cinco sentidos, un golpe me llega de un costado y salgo disparado de el humo directo a los bambú rompiendo algunos de ellos. Su fuerza es impresionante, me levanto y voy al ataque pero quiero que salga de ese lugar, así que prefiero esconderme, el humo comienza a disiparse y el traje rojo del líder se nota, pero es algo extraño.

Me acerco a él y le lanzó un golpe que esquiva con facilidad, sacó mi arma y pienso acabar con esta guerra de una vez por todas, comienzo a lanzar golpes al cuerpo por doquier, los esquiva y en el golpe directo el con ambas manos toma mi arma y la detiene, sus ojos demostraban una furia intensa, llegando a intimidarme un momento.

Y ahí en ese preciso instante a la luz de la luna lo noté, su cuerpo era delgado, tenía curvas, su peinado era de dos tomates perfectamente redondos, lo poco o nada que se notaba de su piel era blanca como la nieve, en ese mismo momento me quito mi arma y me tomo de el cuello levantándome con una fuerza extraordinaria.

Me golpeo a mano limpia y me lanzo nuevamente y el golpe que recibí fue muy duro.

- Eres débil.

Dijo la chica con un tono demandante y frío, me sobe la mejilla, la sentía algo inflamada, y dolía.

Ella se acercó a mí a paso seguro, me levanté pero mis piernas no le dejaban moverme ma haya de mi posición.

Ella se plantó frente a mí y solo me miró de forma sería.

- No te mataré pero te daré una advertencia, si vuelvo a ve ra algunos de tus hombres en mi clan no tendré piedad.

Dijo eso y lanzando nuevamente una bomba de humo desapareció de mi campo de visión.

No acabo de entender nada, mis hombres en su aldea? Esto debo aclararlo.

Me dirigí nuevamente a las fronteras encontrándome con los ninjas en estado deplorable, algunos incluso inconscientes.