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Me había distraído con los alumnos, pero cuando veía sus hilos los seguía con la mirada hasta donde marcarán; ambos hilos estaban juntos como si estuviesen cortados a la mitad y repartidos a ambos chicos. Tras seguirlo con mis ojos notaba que el hilo se hacía más rojo en mi dirección, talves me atravesaría o algo parecido pero bajaba a donde estaba mi meñique, vilmente sorprendido agachada mi cabeza volteando a ver la ventana donde traspasaban y daban en mi cara los rayos del Sol     —Asustado— ¡era casi imposible! Nunca había aparecido —¿Por qué hasta ahora? — No quería que me vieran a los ojos por lo que me ponía unos lentes oscuros sin la atención de nadie.

Sin darme cuenta, uno de los asientos del lado izquierdo estaba vacío y uno atrás de ese igual, iba a ser mucho más difícil estar en ese lugar —Mi cuerpo temblaba, me ponía pálido de solo pensar que unas personas como ellos podía estar conectados al mismo hilo y que estuviesen enganchados a alguien como yo—, al ellos sentarse cerca no me exponía y no les hacia contacto visual a ninguno por lo que veía a otro lado perdido.

Tenía que encargarme de ellos en los descansos por unos tres días o una semana, —¿Qué podría hacer? — ni siquiera podía saludar, y nada mejor que para librarme de ellos era que a la segunda hora tocaban clases diferentes a todos por lo que entre varias clases no podían elegir algo tranquilo como la clase de música. Una leve sonrisa posaba en mis labios llamando la atención de varias de las compañeras que tenía, todas me acorralaban antes de salir del área,  llamaba la atención de todos los demás.

Estorbabamos por lo que cuando ellos querían salir y ver sus clases me miraban a mi como el centro de responsabilidad y molestia. No quería mirar hacia arriba, pero tenía que dar la cara ante todo. 

Mientras miraba hacia arriba sus fulminantes ojos azules me perturbaban y atravesaban por lo que me dejaba inmóvil —No quiero esto— hacia una pequeña reverencia y salía de ahí casi corriendo.

Unidos por HilosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora