DRARRY & WOLFSTAR

Fiesta de máscaras

"Vamos, Sirius, será divertido" Dijo James por quinta vez aquel día.

"No, James. Además, sabes que no bebo desde aquello..." Respondió Sirius sacudiendo la cabeza.

"No tienes que beber porque sea una fiesta. Vamos" Insistió el de gafas.

El 31 de Diciembre de su último año en Hogwarts habían decidido celebrar una fiesta de máscaras. La gente iba con la cara tapada, interactuaba con los demás sin saber quién era quién y, a las 12, en la cuenta atrás, debías besar a una persona completamente anónima. La gracia era que, después de eso, todos se quitaban las máscaras y descubrían con quién se habían besado. Era algo común entre los muggles y con el permiso de Dumbledore habían decidido tener una fiesta así en la Sala de los Menesteres con los alumnos de séptimo de Hogwarts que quisieran asistir.

"No. En serio. Además, él va a estar" Dijo Sirius haciendo un puchero.

James suspiró. Se sentó sobre la cama de su amigo, donde él estaba sentado también, y lo abrazó de manera fraternal, tratando de transmitirle apoyo.

Remus había cortado su relación de más de seis meses con Sirius hacía ya casi un mes, cuando había pillado al moreno, borracho, besándose con una mujer. Si bien sabía que Sirius no estaba en sus cinco sentidos, había optado finalmente por romper su relación, profundamente dolido.

Sirius lo entendía a la perfección, es más, estaba totalmente de acuerdo con la decisión del chico, pues sentía que, después de lo que había hecho, ebrio o no, no se merecía a alguien como Remus, no después del daño que le había hecho. Pero eso no quería decir que no fuera igualmente doloroso.

"Bien, vamos. Pero si me ves agarrar un solo vaso de alcohol, quitamelo y tráeme de vuelta al dormitorio".

"De acuerdo" Accedió James.

*****

En la fiesta había un ambiente divertido y animado, con una enorme sala llena de gente.

La Sala de los Menesteres se había transformado en un verdadero salón de fiesta, con mesas con aperitivos, bebidas, y música a todo volumen.

Quedaba apenas una hora para las doce cuando Sirius se separó de James y quién indudablemente era Lily, aunque llevase máscara, para ir a la mesa de los aperitivos. Cuando llegó tomó un pequeño cupcake de chocolate y lo devoró de un bocado.

"Esos son mis favoritos" Dijo un chico a su lado.

Lo único que se veía de su cara eran sus ojos ambarinos.

Sirius le sonrió sin saber muy bien que decir.

"¿Te está gustando la fiesta?" Preguntó de nuevo el chico, apoyando la espalda en la mesa quedando en la misma posición que Sirius.

"No realmente. Mi amigo tiene pareja y están insoportables. Y yo..." Dejó la frase a mitad.

"Te entiendo. Llevo aquí toda la noche, comiendo y riéndome de la extraña forma de bailar de los demás".

"Suena fantástico" Bromeó Sirius, divertido.

"¿Te gustaría acompañarme?" Preguntó el chico de ojos miel.

Sirius se encogió de hombros y se dijo que no tenía nada que perder. Para su sorpresa, el chico anónimo se fijó en James, quién bailaba como si lo hubieran poseído, y ambos estallaron en carcajadas.

"¿Conoces a Severus Snape? Me pregunto si habrá venido y estará por ahí bailando, o solo muriéndose de celos al ver a James con Lily" Dijo Sirius riendo.

"Lo conozco. Y, si está bailando, preferiría no verlo" Respondió él, haciendo a Sirius reír.

La hora se pasó velozmente, y más amena que las anteriores, conversando con aquel chico. Aunque, en su interior, Sirius deseaba estar con Remus, que probablemente se lo pasaba en grande con algún amigo o amiga bailando y riendo.

Cuando anunciaron la cuenta atrás, Sirius volvió con James para celebrar el nuevo año. Pronto todos comenzaron a besarse como era tradición, y Sirius echó de menos a Remus más que nunca. Le dolía profundamente pensar que el castaño estaría besándose con otra persona, pero por lo menos era feliz, que era lo que se merecía.

Cuando Sirius retrocedió para dar la vuelta e irse, a sabiendas de que estorbaba entre tanta pareja, se chocó contra alguien.

Volteó para pedir disculpas y se topó con el chico de ojos ámbar con el que había estado hablando antes.

"¿Tú tampoco tienes pareja?" Le preguntó.

Asintió.

"No. Pensaba que era el único".

"No lo eres, al parecer".

Se hizo un silencio incómodo, mientras anunciaban los últimos segundos del año.

"¿Sabes? Todavía no son las doce" Dijo el chico.

Sirius entendió a lo que se refería. Suspiró y miró al chico directamente a los ojos.

<<No pasa nada>> Pensó para sí mismo <<Solo es un beso, y ya no tienes pareja>>

No había terminado de decidirse cuando el chico se inclinó hacia él y colocó sus labios sobre los suyos.

Eran tan dulces, tan suaves, que Sirius quiso que ese momento no se acabara jamás, y eso lo hizo sentir horrible, porque él seguía enamorado de Remus.

Dieron las doce. Todos gritaban '¡Feliz año nuevo!' y tiraban sus máscaras a Merlín sabe dónde.

"A la de tres" Dijo el chico de ojos ámbar, visiblemente nervioso. Sirius asintió.

"Una, dos y...¡tres!" Ambos se deshicieron de sus máscaras.

A Sirius se le cayó la suya de las manos. Abrió la boca, incapaz de creérselo, incrédulo.

"Remus..." Susurró sorprendido.

"Feliz año nuevo" Dijo el mencionado con una tímida sonrisa.

"Espera...¿sabías que era yo?" Exclamó el moreno al darse cuenta de que el chico no se había mostrado sorprendido al ver quién se escondía tras la máscara.

"Sí...James me contó muchas cosas y...pensé que era tiempo de darte una segunda oportunidad" Contestó el castaño.

"Oh, Remus..." Suspiró Sirius, con los ojos llenos de lágrimas "Te amo".
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Me vino la inspiración en el último momento XD

Pues aquí os dejo el capítulo de hoy, ya sabéis que mañana habrá uno en mi otra historia que espero que os guste mucho.

¡Un abrazo!