En el que Draco es un príncipe que se escapa por las noches del castillo para ver a cierto chico ;)
_________________________________________Ser hijo de reyes era mucho más aburrido de lo que podría parecer.
Si, es cierto que el dinero sobra y puedes concederte ciertos caprichos, pero las tediosas responsabilidades que acarreaba ser el príncipe y heredero al trono hacían que Draco prefiriese tener una vida normal antes que la que en verdad tenía.
Le hubiera gustado por lo menos poder tener una educación normal, porque tener un tutor privado que le daba clases en casa no era ciertamente agradable.
Por suerte, sus padres le dejaban cierta libertad para salir del castillo y pasearse a sus anchas, siempre siguiendo los estrictos horarios que su padre le había establecido.
Sin embargo, a partir de cierto día, Draco comenzó a salir por las noches.
En verdad no tenía porqué, pues podía salir perfectamente por las tardes con algunos de sus amigos, y lo hacía, pero también se escapaba por las noches mientras todos dormían. Quizá pareciese una tontería, una típica rebeldía adolescente, pero en realidad, esas escapadas nocturnas tenían un motivo.
Y ese motivo tenía nombre y apellido.
La primera vez que salió de noche, fue porque su padre le había castigado. Llegó más tarde de lo acordado un día a su casa y eso hizo que su padre le prohibiera salir al día siguiente. El rubio, sin embargo, en lugar de acatar la orden, espero a que sus padres se durmieran para escaparse del castillo.
Tenía suerte de que Dobby, el mayordomo, se pusiera de su lado y ocultara sus desobediencias a sus padres.
Deambuló por los alrededores del castillo durante un rato, en verdad estar encerrado en el castillo lo agobiaba. No iba a mentir, el castillo era enorme y perfectamente podrías perderte en él, pero tras 17 años viviendo en éste, el rubio ya estaba un poco harto.
Las farolas de la calle iluminaban su camino, pero había tramos en los que la oscuridad era total, ya fuera por alguna bombilla fundida o por una zona carente de farolas, que las había. En uno de esos momentos, en los que la noche devoraba cada rastro de luz, Draco detuvo su andar para dedicar un momento a observar las estrellas, que se apreciaban realmente bien desde allí, totalmente a oscuras.
Detenerse ahí fue su gran error, ya que alguien, que pasaba por allí a toda velocidad montado en un skate, no lo vio a tiempo, y para cuándo se dio cuenta de que el camino no estaba despejado, ya era muy tarde.
Draco gruñó al sentir un agudo dolor en el codo, ya que había caído al suelo y lo había apoyado en un intento por no darse en la cabeza.
"Mierda, ¿estás bien?"
La voz del chico que había chocado con él era suave, pero a la vez denotaba algo de preocupación. Draco puso los ojos en blanco al oír su pregunta.
"De maravilla, un tío me acaba de arrollar con un skate" Espetó, bufando.
La risa que dejó escapar el contrario solo lo irritó más.
"Lo siento, en serio no te he visto" Insistió el chico.
Draco suspiró y por fin se dignó a encarar al otro, ya que había estado tratando de que no le viera la cara, porque sabía que probablemente el chico le reconocería y ciertamente Draco no estaba de humor como para que el chico se pusiera a hacerle preguntas.
El chico le estaba mirando, y tenía unos bonitos ojos, había que admitir. Llevaba unas gafas que parecían increíblemente viejas y ropa unas tallas más grande de la que le correspondía. Tenía la piel bronceada y el pelo color azabache, completamente desordenado, y Draco jamás admitirá en voz alta que por su cabeza pasó el pensamiento de que el chico era muy adorable.
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DRARRY & WOLFSTAR
FanfictionUn libro de one-shots, imágenes y headcanons de estas parejas. Portada hecha por mí (aunque no los dibujos)