DRARRY & WOLFSTAR

Tatuajes del destino (2ª parte)

Atención: En este one-shot hay menciones de m-preg (embarazo masculino) y sexo explícito. Si no te gusta el lemon simplemente sáltalo, he escrito esa parte en cursiva para que sepas desde y hasta donde debes saltarte. Es mi segunda vez escribiendo lemon así que no os hagáis ilusiones XD.
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"¡Ya estoy en casa!" Exclamé nada más entrar.

Escuché unos pasitos cortos y rápidos acercarse hacia mí.

Lo siguiente que vi fue una mancha rubia platino abalanzarse sobre mí.

"¡Papá!" Exclamó mi pequeño, al que rodeé con los brazos en un cariñoso abrazo.

"¡Scorpius Hyperion Potter Malfoy! ¿Cuántas veces te he dicho que no hagas eso? ¡Podrías hacerte daño, o a tu padre!" La 'dulce' voz de mi marido resonó por toda la casa, y Scorp se encogió de miedo, abrazándose más a mí.

"Lo siento papi" Murmuró con las mejillas sonrojadas.

La expresión de Draco se suavizó, y aunque seguía teniendo el ceño fruncido y los brazos en jarras, sé que por dentro se estaba muriendo de amor.

Sonreí y besé la frente de mi niño para después dejarlo en el suelo con cuidado y acercarme a saludar a Draco.

"Hola a ti también. Yo también te he echado de menos" Dije de manera irónica, sonriendo y tomándolo de la cintura, juntando nuestras frentes.

Él bufó, pero se dejó abrazar. Llevé una de mis manos hasta se rostro para acariciar con cariño su mejilla y le besé con delicadeza en los labios.

"¡Hey!" Se quejó Scorpius "¡Yo tambén quero besos!"

Me separé de Draco para tomar a Scorp entre mis brazos y llenarle la carita de besos mientras él reía.

Recuerdo cuando Draco me dijo que íbamos a ser padres.

Lo buscábamos, pero no esperábamos que fuera tan fácil. Al ser ambos hombres, solo podemos tener hijos con nuestra alma gemela, y hace falta un elaborado hechizo que no siempre funciona. Por eso me sorprendió tanto cuando Draco me dijo que lo habíamos conseguido.

Ver a Draco con su tripita de embarazado de 3 meses era una de las cosas más tiernas que he visto, sin duda.

Fueron unos meses algo duros, ya que Draco tenía las hormonas muy alborotadas, lo que desencadenaba cambios de humor constantes. A veces me lo encontraba sonriendo frente al espejo y otras me lo encontraba llorando, diciendo que se iba a poner gordo y feo.

"No seas tonto, mi vida. Vas a verte adorable, y tan perfecto como siempre" Le decía yo siempre, besando su mejilla.

Una vez me gritó porque quería que le trajese helado, y cuando se lo di, se puso a llorar, diciendo que se sentía mal por haberme gritado.

Había noches en la cama que me abrazaba y me decía que no lo abandonara jamás, y otras que me mandaba a dormir al sofá.

Pero bueno, yo me aguanté todo eso y más, porque al fin y al cabo, Draco estaba gestando a nuestro bebé y lo estaba pasando mal, por lo que se merecía el cielo.

Scorpius bostezó, entrecerrando sus ojitos, tan verdes como los míos. Era la combinación perfecta entre Draco y yo, tan perfecto que aún tres años después de su nacimiento, me costaba creérmelo.

"Remus y Sirius van a venir a cenar" Me notificó Draco "¿Podrías ir a dormir a Scorp mientras yo termino de preparar la cena y me ducho?"

"¡Pero yo quero estáh con Moony y Pafud!" Exclamó el niño, teniendo algunos problemas de pronunciación.