Harry desearía no haber visto lo que vio. Lo deseaba con todas sus fuerzas, y aún después de un tiempo seguía esperando a que aquella visión hubiera sido solo un sueño. Incluso había intentado convencerse de que era solo su imaginación, pero en el fondo sabía que no. Era demasiado nítida y clara como para no ser real. Además, él jamás sería capaz de pensar siquiera en algo así.
Cuando hizo lo que hizo, él solo tenía la intención de hacer una pequeña broma. Molestar un poco a su mejor amigo, reírse con él y finalmente dejar todo aquello como una pequeña anécdota.
Oh, aquello fue un gran error.
Apenas eran comienzos de febrero de 1997. La guerra mágica había finalizado hacía tiempo, por lo que los alumnos habían vuelto a Hogwarts. Los que no habían cursado su último año habían tenido la oportunidad de volver a la escuela para finalizar sus estudios, y así habían hecho Harry, Ron y Hermione.
Ese día Harry se había despertado más pronto de lo normal. Aún tenía pesadillas sobre la guerra, pero ese día no se había despertado más pronto por eso, sino por la urgencia de ir al lavabo. Una vez hubo terminado, se dio cuenta de que faltaba poco para el desayuno y decidió que le haría una pequeña broma a Ron y lo despertaría con un grito para asustarlo. Sonrió pensando en su reacción, quizá hasta se caería de la cama. La cortina estaba cerrada, así que Harry se acercó de la forma más sigilosa posible y la apartó un poco para ver a su amigo, cubierto hasta el cuello con la sábana.
"¡Despierta, dormilón!" Gritó con todas sus fuerzas.
Ron levantó la cabeza a toda prisa por el susto, luchando por abrir sus ojos, que se resistían a esto por la repentina luz. Harry soltó una carcajada, pero su risa se desvaneció al instante cuando vio la cabeza de otra persona reaccionar ante su grito. Ni más ni menos que Blaise Zabini, el Slytherin, estaba junto a Ron en su cama. Y por lo poco que pudo ver antes de salir corriendo con los ojos como platos, el moreno no llevaba camiseta.
Sí, quizá la imagen que vio no fue muy explícita, pero la miles de explicaciones que formó su mente al instante fueron suficiente para traumatizarlo. El había visto muchas cosas, había visto cadáveres, dementores, cientos de cosas escalofriantes que jamás quisiera volver a ver, pero eso lo traumó de otra manera. Por Merlín, si sus teorías eran ciertas, ellos habían...en su habitación...justo a su lado...
Harry hizo una mueca de asco y siguió corriendo. No tenía muy claro a dónde iba. Solo sabía que tenía que decírselo a alguien. No a cualquiera, claro, su mente le decía que la persona más adecuada era Hermione. Pero la chica probablemente estaría durmiendo. De hecho, todo el mundo prácticamente estaría durmiendo a esas horas. ¿Con quién hablaría sobre eso? No podía volver y simplemente preguntarle a Ron, sería raro. Tampoco podía decírselo a la primera persona que se encontrara. Pero necesitaba compartir la imagen con alguien para no ser el único traumatizado.
Porque no podía permitirse ser el único, aquello no sería bueno para su salud mental.
Quizá estaba exagerando, pero viniendo de una persona cuya experiencia en relaciones era prácticamente nula, la imagen y situación de lo que vio insinuaban era algo que no sabía muy bien cómo manejar. Necesitaba a su amiga, sin duda, pero no sabía dónde la encontraría, pues si ella seguía durmiendo le sería imposible acceder al dormitorio de las chicas.
Frenó en seco, no tenía sentido seguir corriendo si no sabía a donde ir. Todos seguían durmiendo, no tenía con quién comentar su sorpresa y perplejidad.
De repente sintió algo chocar contra su espalda con fuerza, tanta que lo hizo tambalear. Consiguió mantenerse en pie, sin embargo, la persona que se había chocado contra él, no.
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DRARRY & WOLFSTAR
FanfictionUn libro de one-shots, imágenes y headcanons de estas parejas. Portada hecha por mí (aunque no los dibujos)