La floristería

6.8K 500 489
                                    

[Universo alternativo, muggle y actual :v]

Draco no tenía el trabajo que tenía porque lo quisiera, pero lo necesitaba.

Podría sonar extraño, dado a que provenía de una de las familias más adineradas de Gran Bretaña, pero en realidad, había una explicación lógica detrás de aquello.

Su padre siempre había querido que, al igual que él, Draco fuera un exitoso empresario, que manejara el dinero y se juntase con gente importante en aburridísimas reuniones para decidir cosas sin importancia. Draco, sin embargo, siempre había querido estudiar medicina. Desde que comenzó el instituto había tenido claro que quería convertirse en doctor, y no iba a renunciar a eso solo porque su padre lo quisiera trabajando en algo que ni siquiera le gustaba.

Así que después de un tiempo y de muchas discusiones, Lucius Malfoy accedió a que su hijo tuviera el trabajo de sus sueños, pero con la condición de que él mismo tenía que pagar sus estudios, sin poder acceder al dinero de la familia.

Era evidente que Lucius no lo creía capaz, las universidades eran caras y aunque Draco era completamente capaz de conseguir una beca, el trato era claro: debía pagar él todo, sin ayudas de nadie.

No tenía ni idea de lo que haría su padre en caso de que Draco incumpliera el trato, pero lo veía capaz de cualquier cosa con tal de amargarle la vida y salir ganando. Así que Draco simplemente se presentó al primer trabajo que se le puso delante y consiguió el puesto.

Trabajaba en una floristería.

El trabajo no estaba tan mal, aunque era un poco monótono e incluso aburrido. Pero haría lo que fuera para demostrarle a su padre que él era completamente capaz de valerse por sí mismo, y hacer sentir orgullosa a su madre.

Un toque en su hombro lo hizo dar un brinco, sobresaltado.

"¡Lo siento! No quería asustarte" Se disculpó una voz femenina.

Draco le sonrió, suavizando sus facciones.

"Está bien" Le restó importancia, negando con la cabeza.

La chica abrió los brazos, invitándolo a abrazarla, y Draco lo hizo, rodeándola de forma casi protectora y enterrando su rostro en el hombro de la chica.

Ella, conociendo al rubio, sintió algo de preocupación ante esto, pues normalmente Draco devolvería el abrazo de forma incómoda y breve, pero esta vez parecía casi agradecido por el contacto.

"¿Mala noche?" Luna acarició el rubio cabello del chico.

"Mmh" Afirmó Draco "Mi madre y mi padre han vuelto a discutir. Ella me apoya y él...bueno..."

El chico suspiró y se separó lentamente del abrazo. Luna le miró con empatía y acarició su mejilla con suavidad.

"Tranquilo. Ya pasará".

El chico le sonrió.

"Lo sé".

Luna trabajaba allí desde hacía más tiempo que él. Ella había abierto la floristería en honor a su difunta madre, quién adoraba las flores. Aunque a parte de la pequeña tienda en el centro de Londres, Luna también era estudiante de botánica.

La mañana pasó sin mayor inconveniente, como siempre. Alguna persona pasaba a comprar algo, algún ramo para un cumpleaños o para disculparse con alguien. Siempre era así, descontando San Valentín y otras fechas festivas en las que tenían muchísima clientela.

Cerca de mediodía, mientras Draco tomaba algunos apuntes con sus libros de medicina aprovechando que Luna estaba atendiendo a los únicos clientes que tenían, escuchó la campanita de la puerta sonar, indicando que se había abierto.

DRARRY & WOLFSTARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora