Castigo y Rendición.

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Habían llegado los primeros rayos del sol y la chica rubia se encontraba abriendo sus hermosos ojos azules con gran dificultad, no quería hacerlo, solo quería seguir durmiendo.

Ella quería pensar que solo estaba teniendo un mal sueño, que solo estaba teniendo una pesadilla que acabaría en el momento de despertar, pero no era así.

La rubia estaba viendo cuando abría sus hermosos ojos azules sus cadenas y sus grilletes en su cuerpo que al verlos empieza a llorar amargamente.

El hermoso rostro de la rubia estaba humedecido del raudal de lágrimas que salían de sus ojos, ella no se molestaba ni en secarselas, solo dejaba que fluyera su dolor en aquel calabozo obscuro y húmedo hasta que se da cuenta que no esta sola.

La rubia oye que se aproximan unos pasos desde la sombra de aquel calabozo en el cual se encuentra, ella voltea ligeramente sin dejar de llorar hacia aquellas sombras.

Ella puede ver que se acerca una imagen algo difusa aunque no le presta atención, ella sigue sumida en su dolor, quiere seguir llorando y pensando en su amado y su hija, pero aquel hombre se pondrá frente a ella obligándola a ponerle atención.

En se inclina frente a ella y la toma de su mentón para hacer que levante su vista y lo mire a él, pero la hermosa rubia se resiste y vuelve a inclinar su vista, su amo entonces la toma de su larga cabellera y la obliga a levantar su vista.

Ella lo ve a sus profundos ojos negros con una mezcla de dolor y de odio, su amo se da cuenta de ello y enseguida le da una bofetada por observarla de ese modo, ella solo se cubre su rostro lastimado, y se pasa su mano sobre su mejilla herida.

Entonces su amo se dirige a ella de manera firme y estricta mientras le dice lo que hará de inmediato y lo cual a la rubia la llena de miedo y enojo a la vez.

-J. Moore: Te escapaste, y no debiste hacerlo, pusiste en alerta a todo mi equipo y hasta a la policía, pero eso no volverá a ocurrir! Esperó lo entiendas "S" eres mi esclava, eres de mi propiedad! - la rubia molesta contesta a su amo.

-Star: Soy una mewmana libre que jamas elegí esta vida! Soy casada y soy madre, tengo una familia, me tienes en contra de mi voluntad aquí, y si tengo un dueño y no eres tu, se llama Marco Díaz, soy Star Butterfly de Díaz su esposa y madre de su hija! Sueltame ahora!.....- entonces ella pasa por unos momentos de resignación - Si me quedaré toda la vida aquí a servirte ya no importa si te contestó de este modo por esta vez....eres mi amo, lo reconozco y te diré así, pero nunca te amaré, mi esposo es y siempre será el que me toque y nadie mas, y es mi dueño mi verdadero dueño por elección - pero el hombre que esta frente a ella sabe como la podrá doblegar nuevamente y le dice lo que hará.

-J. Moore: Es bueno me sigas reconociendo como tu amo aunque hayas escapado, pero me debo encargar que no lo vuelvas a hacer - el de una bolsa que tiene en sus manos saca un látigo y se lo muestra a la asustada rubia - necesitas un correctivo ejemplar "S", este látigo me lo trajeron de la dimensión de los septarianos obscurantistas, descuida - el pasa sus manos por aquel instrumento de tortura el cual esta hecho de un material especial en color negro - no deja marcas pero infringe un gran dolor en quien recibe el castigo físico, con esto perderás las ganas totalmente de huir y servirás de ejemplo para que nadie mas intente hacerlo, así que procedamos y creeme me duele hacer esto, aunque no lo creas te amo y seguirás siendo mi esclava personal " S" pero por lo pronto debes ser castigada - ella con miedo replica a lo que dice su amo y es cuando ella le recuerda a el otra verdad que le dijo.

-Star: Si son tus ordenes es lo que se hará, pero te recuerdo que eso no es amar, no privas de su libertad a quien amas y no la lastimas - entonces el le responde mientras le abrocha su correa a su collar de sumisión y la libera de ciertas cadenas que están fijadas al muro para que se pueda levantar.

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