24; karma.

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advertencia: capítulo largo y libre de drama, pónganse cómodas (?)

—No esperaba que te fueses a encariñar con el gato.

Hubiese alzado las cejas con mera antipatía ante la voz de Ji-Min, sin embargo pude sentir las comisuras de mi boca estirarse hacia arriba sin ser capaz de detenerlas mientras acariciaba la cabeza del felino.

—Aunque Kumamon me dio muchos problemas al principio y realmente lo odiaba por tu culpa, está muy bien enseñado, Yoon-Gi lo educó bien.

Ji-Min soltó una corta carcajada y pelliscó con cariño las orejitas del animal.

—Él sólo se comporta cuando Yoongi-hyung está cerca -farfulló. De reojo pude ver como sus carnosos labios se torcían hacia abajo, sólo un poco-. Las mascotas realmente se parecen a sus amos.

Oh, claro que lo sabía. Ese gato blanco era el mismo Yoon-Gi, pero no literalmente por supuesto.

—¿Por qué lo dices Jimin-ah?

Sus párpados se expandieron durante micro segundos y luego se entrecerraron al formularse una bonita sonrisa en su rostro.

—Tu lo sabes Ji-An, Yoongi-hyung no se comporta con nadie además de ti —rió con suavidad—. Todos concordamos con el hecho de que tu pareces su dueña en lugar de su novia.

Tosí un poco y lo miré con atención. Gesticulé con las manos en negativa y él frunció las cejas al ver mi rostro abochornado.

—Están equivocados, nosotros no somos pareja —le aclaré, más él se limitó a chasquear la lengua con cierta desaprobación.

—Pues deberían serlo —farfulló Jin saliendo-de-no-sé-dónde y tomando asiento justo detrás de mi y de Ji-Min, sobre la banca—. De todas formas, ¿No es algo ridículo traer un gato al parque? Yoon-Gi es realmente...

Levanté la mirada del gato y observé la figura de Yoon-Gi correr de un lado a otro mientras driblaba el balón de baloncesto y esquivaba los ataques del mocoso de Jeongguk.

Era muy bueno, y si no lo hubiese visto con mis propios ojos superar al supuesto az de los deportes Jeon Jeongguk en baloncesto, jamás creería que ese escuálido era bueno. A simple vista a él parecía sólo dársele bien dormir y hacer mala cara.

Como todo un gatito gruñón.

—Lo trae para que Ji-An no se aburra de verlo jugar —replicó Jimin con cierta diversión—. Pero sí, Yoongi-hyung es ridículo.

Seok-Jin soltó una muy corta carcajada y apoyó su barbilla sobre mi hombro. Ya faltaba muy poco para oscurecer, la luz anaranjada daba unos reflejos curiosos en el cabello -ahora cobrizo- de Yoon-Gi. Siendo sincera, extrañaba ver el decolorado extremo que tenía antes pero ese color le quedaba bien.

—No digas eso Ji-Min —regañé mientras volvía a prestarle toda mi atención al gato—. Es... raro, pero piensa que a Kumamon le debe hacer falta tomar el sol y el aire libre, sabes que mi departamento no es exactamente luminoso.

Una sonrisa melancólica se dibujó en sus labios y la amargura me hizo opresión en el pecho. Por más que el amor de Ji-Min hubiese sido falso al comienzo, no podía simplemente fingir que los momentos gratos que pasamos no existieron. Y él tampoco parecía pretender hacerlo.

Había comprendido luego de una larga charla con So-Hyun que guardarle rencor a Ji-Min solo iba a causarme disgustos. Y después de dos semanas de habernos reunido volví a verme con Ji-Min, en esa ocasión a solas sin confesiones extrañas y con nada más que sinceridad.

Se disculpó muchas veces, tantas que en serio perdí la cuenta. Me insistió demasiado pues yo no pensaba verlo de nuevo en la vida, sin embargo no negaré que el haberlo perdonado me liberó cierta carga de los hombros, lo que dio pie para empezar verme con Yoon-Gi.

grumpy suga ; myg ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora