Sexualización | 3ra parte

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Venimos dos capítulos hablando de esto, y podría hacer diez, fácil. (Igual este es el último. A menos que los pidan porque les interesa el tema, obvio). Pero el tema es muy grande. Tan grande como el mundo mismo.

[Advertencia: en este capítulo hay contenido sexual. Se solicita tu discreción].

Todos los días salen publicidades misóginas, cada día salen más mujeres semidesnudas en televisión, cada vez salen más mujeres contando sus experiencias en el trabajo, en la escuela, en la vida en donde las sexualizan y acosan. Es algo constante que sufren las mujeres y que los hombres no. Dense cuenta. Hablen de esto.

Otras veces dije que las consecuencias de la sexualización son la violación, el abuso, los femicidios. Y es cierto. Eso pasa por culpa de la cultura sexual hacia las mujeres.

Pero no es lo único que causa, es quizá lo máximo. Causa otras cosas además. Por ejemplo, esta:

El diputado de Juntos por el Cambio (JxC), Fernando Iglesias, hizo un comentario machista en un debate televisivo con Victoria Tolosa Paz, presidenta del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales. “Es más difícil discutir (con ella) porque es mujer, es linda”, se quejó el legislador, famoso por sus intervenciones agresivas.

La presidenta del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales agregó que (...). Entonces, Iglesias ironizó: “¿Puedo ir al baño y vuelvo?”.

Iglesias se quejó de que la política platense “no me deja hablar” y cuando Tolosa Paz le dijo “debatámoslo”, el diputado se dirigió al conductor del programa, Marcelo Bonelli: “¿Artemio no vino? Lo hubieras traído a Artemio. Es más difícil discutir (con ella) porque es mujer y es bonita. Me traías a Artemio y, por lo menos, me dejaba hablar un poco más”.

Fuente: artículo del diario Página 12 [https://www.pagina12.com.ar/el-comentario-machista-de-fernando-iglesias-a-victoria-tolos].

Si querés ver el video para entender mejor, Florencia Freijo lo subió a su Instagram (@florfreijo).

El foco está en qué tan lindas somos, en cómo los hombres se distraen porque somos su objeto de deseo. Porque no nos ven como personas iguales a ellos, no nos ven como personas directamente, nos ven como muñecas, evalúan qué tan cogibles somos.

Victoria venía hablando sobre políticas. El señor misógino está en contra de su partido, pero, en vez de decir "no estoy de acuerdo con esto porque..." o "no vamos a llegar a un acuerdo porque...", lo que hacía era desviar la atención. No hablaba de las políticas, ni del país, ni de nada. Hablaba de ella, de su apariencia, de ir al baño, les hablaba a los camarógrafos. La quería dejar en ridículo. Haciendo eso, solamente desvalorizaba lo que Victoria decía, como que hablaba de cosas sin importancia, la dejaba hablando sola mientras él sonreía. Con una actitud de que él es hombre y ellos entienden más de política, y ella es una rubia que no entiende nada, pero que tiene buenas tetas.

¿Cómo darte cuenta de que esto es violencia machista? Simple. Los hombres dejan de prestar atención a lo que la mujer está diciendo, salen de la conversación, la ignoran y recurren a chistes, ironía, sarcasmo o gestos no verbales. Desvian la atención a cosas externas, que nada tienen que ver con el debate. Adoptan una actitud condescendiente, una actitud paternal, una actitud de "nena, no sabés nada, me hacés reír". O se ríen mirando a la cámara o a otro lado, como mostrando que es todo un chiste, como diciendo algo implícito que los hombres entienden.

Es obvio que esta mujer es inteligente y el misógino no sabe cómo refutar las cosas que dijo. Cuando una mujer es inteligente y tiene un cargo que casi siempre es de hombres, sienten que están atrofiando su masculinidad, su testosterona. Por eso recurre a tratarla de manera condescendiente, trata de desvalorizar lo que dice, busca ayuda en otros hombres, pues pacto masculino.

Feminista hartaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora