Ya sé que se fue Coldplay, pero bueno, así podés ahorrar para cuando vuelvan. O para Harry.
Hoy la vida te exige muchas cosas: que trabajes, estudies, te levantes a las 5 de la mañana todos los días, hagas ejercicio, tengas una dieta saludable, tengas un emprendimiento, leas cinco libros por mes, adoptes perritos callejeros, recicles, y mil otras cosas productivas. Siento que se está idealizando la explotación.
Muy interesante el debate de la meritocracia y el "quien quiere puede", pero lo guardamos para después.
No me quiero meter en el papel de economista porque de ciencias económicas entiendo poco y nada; para eso están ellas:
Candelaria Botto
Luli Invierte
Mujer FinancieraAhora vamos a lo que buscás: cómo trabajar menos.
Ahorrar
=
disponer del mismo dinero sin trabajar extra
=
trabajar menosEs difícil dejar de comprar y gastar en la era del consumismo compulsivo. Todo el tiempo se nos ofrece algo que comprar. Todo puede ser monetizable.
Lo pongo en relación a la burbuja de Mabel en Gravity Falls (sí, siempre infantil, nunca adulta): la burbuja de la fantasía cumple, justamente, todo lo que deseás. Es el mundo perfecto, todos tienen todo lo que quieren. Al costo de ignorar la realidad.
Nosotros compramos, compramos y compramos; nos sentimos bien haciéndolo, como realizados, satisfechos. Al costo de explotarnos para poder pagarlo y, detalle, destruyendo el planeta.
Así que meto chivo ecologista junto con el ahorrador, porque van de la mano.
1. Obligate a pensar esto.
Agus Cabaleiro (@onlinemami_ en Instagram) es licenciada en comunicación visual y marketing. Además de ser una grosa en el área moda. El otro día dijo algo que cambia vidas.
Antes de comprarte una prenda, hacete estas cuatro preguntas:
1. ¿Realmente necesito esta prenda? Supongamos que es un suéter de lana. ¿Tenés otros en tu armario? ¿Cuántos? Si no te comprás ese suéter, ¿tus necesidades de vestimenta van a verse afectadas?
2. ¿Con qué puedo combinar esta prenda? Si es un suéter verde, pensá con qué usarlo. Quizá con un pantalón negro, zapatos azules, etc. ¿Tenés algo de eso, o lo tenés que comprar también?
Si ese suéter no combina con al menos dos prendas que ya tengas, no es conveniente comprarlo.
3. ¿Esta prenda es reemplazable por otra que ya tengo? El suéter es verde con una franja azul. Si ya tenés otro que es verde pero con una raya blanca, es lo mismo.
4. ¿Esta prenda está lista para usar? La ropa que te compres tiene que irte bien. No conviene comprar una prenda que te quede grande y tengas que hacerle varias costuras, o que vas a ponerte cuando bajes o subas de peso. Tenés que poder salir de ese probador a la calle con esa prenda puesta.
[Obvio que las enmiendas de ropa son una gran herramienta, y lo vamos a hablar más abajo].
Más de una vez habrás visto un vestido divino y no podías resistirte a comprarlo, pero ¿cuándo lo vas a usar? Una pregunta que nos hacemos mucho. Y la realidad es que no lo necesitamos ni lo vamos a usar pronto. Aunque sea hermoso, el vestido más elegante que viste en tu vida, sabemos que no es funcional ni necesario. En esos casos, estás tirando la plata.
ESTÁS LEYENDO
Feminista harta
RandomAntes: ¿Acá es el bardo? Le cambié el título nomás. Hablamos de feminismo, misoginia y otras yerbas. Pero con memes.