Como ciudadana argentina me considero con el deber de escribir esto.
Gente de Argentina, siéntase cómoda. Gente de otros países, puede sentarse y presenciar el desastre.
Para empezar, voy a decir que en Argentina hay tantos hombres políticos a los que les molesta la participación de mujeres. A los hombres todavía les molesta que las mujeres se hagan su lugar en la política.
Y antes de que salte gente diciendo "a nadie le molesta que haya mujeres en política, están exagerando, inventan cosas en su cabeza, locas". Ningún hombre va a salir en televisión a decir "me molesta que haya mujeres en política". (O sí, la verdad ya todo es esperable).
En cambio, existe la persecución. Les ponen apodos misóginos, corren rumores sexuales sobre ellas, cuestionan su tono de voz o forma de hablar, las acosan en sus redes sociales con miles de comentarios descalificadores, hablan de su vida romántica o sexual, les hablan de forma paternal y condescendiente, cuestionan si se compró carteras caras o zapatos, si viajó a un hotel cinco estrellas, qué casas o propiedades tiene —en resumen, qué hace con su dinero—; hablan de su apariencia, de su alta autoestima o "arrogancia" o su locura por el poder y el dinero (porque cuando un hombre quiere poder y dinero, está todo bien).
Citando a Taylor Swift: "A las mujeres no se nos permite querer dinero, fama o poder".
También les dicen que son muy autoritarias (cuando eso es una cualidad en los hombres), o las hacen pasar por dementes o seniles.
Si sos de Argentina, empezá a mirar con más atención, porque esto sucede en la mayoría de los canales, y a los políticos hombres no les hacen lo mismo. Si sos de otro país, seguro encuentres muchos casos de estos.
Como dice el título, un gran ejemplo es Cristina Fernández (de Kirchner). Es la actual vicepresidenta de Argentina y cumplió otros dos mandatos presidenciales. Ya me veo venir a la avalancha de defensores de los discursos de odio, así que: no vamos a debatir sobre política partidaria. Esto es machismo. Otro enfoque. A confundirse a la confundería.
Y, sobre todo, si te incomoda darte cuenta de todo el machismo que recibe una política de otro partido, sos parte del problema.
Qué cosas no le habrán hecho a Cristina Fernández. Le pusieron infinidad de apodos misóginos, le cuestionaron qué carteras o zapatos se compraba, le dijeron que estaba loca de poder, que estaba vieja y sola, que era creída, arrogante, autoritaria, dominante, mala, muy mala (este es el momento para pensar cuándo esas palabras fueron dichas a políticos hombres), intentaron correr rumores románticos sobre ella, y miles de cosas aun más graves. Voy a enumerarlas por nivel de gravedad:
1. Averiguaron la dirección de su casa, y ahora parece plaza pública. La dirección de su domicilio personal fue difundido por diarios, televisión, redes sociales, etc. Esto en sí ya es terrible. ¿No te parece demencial?
De todas formas, eso no es nada. Convocaron a marchas y demostraciones en la puerta de la casa, fueron los noticieros a grabar sus movimientos por horas. Voy a hacer una lista de las cosas que dijeron por televisión nacional:
- cómo se lleva con los vecinos
- cuánto paga de expensas e impuestos en ese edificio
- cuánto pagaba hace tres meses
- si hay luz en la ventana
- si las cortinas están cerradas
- si tiene persianas
- cómo la llaman o apodan los vecinos
- si colgó o no colgó la bandera en la ventana a la mañana
- si la vecina la quiere o no
- si se vio una sombra o apagaron la luzTodo esto es literal. ¿Cuántos hogares de políticos hombres sufrieron este hostigamiento?
Si esto no te parece persecución porque es mujer, si no lo podés ver, hay varias preguntas que te podés hacer. ¿Es casualidad que le hagan esto a la única mujer que logró llegar al mismo lugar que los hombres, como lo es una presidencia? No. Es la única mujer que convocó el mayor caudal de votos, que fue presidenta, que tiene poder.
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Feminista harta
SonstigesAntes: ¿Acá es el bardo? Le cambié el título nomás. Hablamos de feminismo, misoginia y otras yerbas. Pero con memes.