V.

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El celular en la mano de Clarisa seguía sonando…

–Dame ese celular –dijo Tom tajante al momento que le atrapaba una mano a Clarisa. Y al momento ella trató de alejar la otra, en la que traía el celular, lo más que pudo.

–Ni de broma –bufó Clarisa tratando de escapar.

– ¿No te das cuenta que puede ser muy peligroso? Solo estoy tratando de protegerte.

–Y yo estoy tratando de proteger a las dos personas que más amo en el mundo –dijo Clarisa con tristeza pero se recupero de inmediato –Suéltame Hiddleston –exclamó.

–No.

– ¿Ah no? No me obligues a hacer algo que no quiero hacer –lo amenazó.

–No te tengo miedo, solo eres una chiquilla.

A Clarisa le hirvieron las mejillas del coraje – ¿Chiquilla? Chiquilla tus pelotas– le dijo muy molesta. ¿Quién se cree ese Tom Hiddleston para decirle chiquilla? Le demostraría lo equivocado que estaba.

Tom abrió los ojos como platos porque no creyó que ese comentario la hiciera enojar, solo bromeaba, tal vez ella se lo tomo muy en serio y sí porque a continuación lo golpeó en el estómago con una de sus rodillas, Thomas no lo vio venir e inmediatamente la soltó.

Y como si no hubiera sido suficiente con el golpe en el estómago, Clarisa empujó a Tom, se levantó rápidamente del sofá y corrió rumbo al comedor.

A pesar del dolor Tom se levantó y la siguió muy de cerca, casi alcanzándola pero ella se colocó del otro lado de la mesa, estaban frente a frente separados por la gran mesa blanca de granito.

–Ni creas que me quitarás mi celular –dijo Clarisa sin parpadear.

– ¿Y quién dijo que quiero tu celular? –sonrió Tom juguetonamente. Intentaría otra táctica.

Está niña le hacía perder el control, no podía evitar ser coqueto y juguetón, ella le atraía demasiado. Además el vestido color turquesa que se ceñía a la sensual figura de Clarisa no le ayudaba mucho a Tom a mantener la compostura. Y aunque el golpe que le dio en el estómago le dolió, no estaba para nada enojado, más bien excitado. Ella era muy necia y testaruda y eso lo estaba volviendo loco. Compórtate Thomas –pensó por un segundo pero luego deshecho ese pensamiento porque simplemente no podía comportarse en la presencia de Clarisa.

– ¿Así que quiere jugar Sr. Hiddleston? –Tom asintió –Pues no me atrapará –Clarisa corrió decididamente hacia la cocina pero apenas dio un par de pasos Tom la alcanzó y la tomó de la cintura. Se escuchó un gritito de sorpresa salir de la boca de Clarisa, que forcejeaba para deshacerse del brazo de acero de Tom, pero lo único que logró fue que él la apretará más fuerte contra su pecho.

–No me retes de nuevo –le susurro Tom al oído y a ella se le erizo la piel. Clarisa se giro para poder verle el rostro y una vez que sus ojos conectaron con los de Tom, él se perdió, no podía dejar de verla.

Ella aprovecho la distracción de su contrincante y escapó de sus brazos aullando de júbilo rumbo a la cocina, Tom no reaccionó, de hecho se quedó parado ahí un par de segundos, pensando una nueva táctica de ataque, segundos que le parecieron a Clarisa horas. Entonces él se dirigió al sofá y se sentó como si nada hubiera pasado, ignorándola totalmente, esto a ella le hirió en lo más hondo, y decidió averiguar porque había detenido la persecución. Se aproximó al sofá hasta quedar parada frente a él observándolo con el rostro contrariado.

– ¿Qué haces? –le preguntó desconcertada.

–Esto –susurro Tom y la jaló hacia él.

Se escuchó un grito de sorpresa de Clarisa cuando cayó encima de las piernas de Tom y él la envolvió con sus fuertes brazos.

– ¿Para qué perseguir a la presa cuando ella puede venir hacia ti voluntariamente? –le sonrió Thomas burlonamente.

–Eso es trampa –se quejó Clarisa –déjame ir –forcejeó y forcejeó pero nada consiguió.

–Tú hiciste trampa primero, me golpeaste y me distrajiste con tus encantos, pero no se repetirá –sentenció Thomas, ella hizo un puchero –ehehehehehe –rió Tom –no hagas caras y acepta tu derrota.

–Ja ja ja ¡calla! Tu risa es muy contagiosa y no quiero reír estoy enojada –Clarisa trató de hacer un gesto furioso pero no lo logró.

–No estás enojada solo decepcionada, yo gané, así que dame mi premio –dijo Tom con decisión.

–Ni loca te daré mi celular –Clarisa le enseño la lengua a Tom y escondió sus manos detrás de su espalda.

– ¿Y quién dijo que ese era el premio? Te dije que no me interesaba tu celular –susurró Tom seductoramente.

– ¿Y qué quieres? –preguntó nerviosamente Clarisa.

–A ti –dijo Tom sin ambages.

Clarisa agachó su cabeza un poco avergonzada, sí avergonzada, ella no solía sentirse así pero este hombre le erizaba hasta el último vello de la piel. Sus corazones latían rápidamente, pareciera que ambos saldrían de sus pechos. Duraron así lo que pareció una eternidad hasta que Tom tomó a Clarisa por la barbilla, entonces los ojos almendrados observaron a los azules nerviosamente.

Estaban a escasos centímetros, sus labios estaban a punto de tocarse pero ninguno se animaba a dar el primer paso. Tom desvió su mirada a los suaves labios de Clarisa y la volvió de nuevo a sus ojos, pidiendo permiso. Por supuesto que ella quería besarlo, él era un hombre muy guapo, tremendamente sexy ¿por qué no hacerlo? –pensó Clarisa.

Tom adivino sus pensamientos, no dudo ni por un segundo y estampó sus labios con los de ella, el beso inició siendo muy tierno, lento y dulce. Tom deslizo su lengua por los labios de Clarisa pidiendo permiso una vez más y ella le dio la bienvenida, sus lenguas se tocaron y se saborearon uno al otro, danzando cada vez más rápido, el beso pasó a ser muy apasionado. Él tomó el rostro de Clarisa con una mano para profundizar el beso y con la otra la tomó de la cintura y la apretó contra su pecho. Ella jadeó y le rodeó el cuello con sus manos.

Clarisa actúo por impulso, y se sentó ahorcajadas encima de Tom, podía sentir su erección a través de la delgada y fina tela de su vestido color turquesa. Gimió.

La llamada del supuesto hermanastro de Clarisa  pasó a segundo lugar en los pensamientos de ambos, se olvidaron completamente de eso y de todo lo demás a su alrededor, solo eran ellos dos. La situación estaba subiendo de tono y ninguno de los dos tenía intención de parar…

Gracias por tomarse el tiempo de leer mi historia, si me dejan comentarios y me hacen saber que les ha parecido me harán muy feliz :))

Bonfire Heart © [Tom Hiddleston Fanfiction]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora