XVIII.

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Tom POV

Al fin nos encontrábamos a solas. Habíamos salido de ese maldito circo minutos después de la mención del nombre de Damián. La excusa fue que Clarisa se sentía mal, no era totalmente falsa, pues estaba deshecha, parecía que en esa simple noche había perdido años de juventud. El señor Silvertone insistió en que se quedara, a lo que ella se negó y gracias a Dios tanto Joshua como su madre, seas cuales fueran sus razones, apoyaron la idea de que era mejor que descansara en su casa. Tratado como el extraño indeseable una vez más el señor Silvertone me repitió una y otra vez que me comportara como un caballero. Sus insinuaciones no me agradaron en lo absoluto pero para evitarme problemas tanto para mí como para Clarisa asentí obediente hasta el último momento. Total él nunca sabría lo que pasaría una vez lejos de su lujosa casa ¿o sí? El miedo me invadió por un momento, podría tener espías, es una persona poderosa. Me obsesione un poco con el tema de la vigilancia y volteé la vista hacia el retrovisor más veces de las que hubiera deseado, pero todo en la carretera lucía normal.

Todo lucía normal, excepto ella. Su rostro se veía confundido, aturdido e incluso asustado. Antes de marcharnos cruzó un par de palabras en secreto con su madre, a lo lejos se la veía incómoda y molesta. No ha dicho una sola palabra desde que dejamos la casa de sus padres. Solo ha soltado un par de suspiros y observado hacia el frente, al vacío.

Sea lo que sea que haya pasado, me molesta. No sé qué hacer para traer de vuelta a la risueña Clarisa, creí que lo había logrado después de nuestra escapada al baño de mujeres pero de nuevo algo referente a su familia lo volvía a arruinar todo.

Tal vez esté pensando en por qué su medio hermano decidió hacer lo que hizo y por eso se encuentre confundida. No le he dicho que hablé con él y lo mande a la mierda. Seguramente ese fue el motivo, venganza. Solo de pensar que tuve algo de culpa en el proceso… Me regaño mentalmente, debo controlar mejor mis emociones.

– ¿Tom? –Al fin su voz después de tanto silencio.

– ¿Si querida?

–No me digas querida –refunfuñó.

–Ehehe como tú digas, querida –reí. Ella solo mostro una media sonrisa, cuando normalmente escucha mi risa y se ríe como loca.

– ¿Ya casi llegamos? –preguntó recargando su cabeza contra el asiento y cerrando los ojos.

–Sí, solo faltan unos minutos, así que no te acomodes. No quiero tener que aprovecharme de ti.

Se levantó de repente y se acomodo.

–No, no queremos eso ¿verdad? –me retó. Era irresistible cuando hacía o decía algo por el estilo. Si fuera por mí ahora mismo… No, tranquilo Thomas –me decía mi subconsciente –Recuerda a su padre. Solo esas palabras bastaban para mantenerme en mi sitio y bajo control.

Una vez llegamos a su casa me invitó a pasar. No estaba seguro de aceptar pero su rostro decaído fue lo que me convenció a quedarme y hacer lo posible para alegrarla un poco. Tal vez no podía borrar lo sucedido pero podía hacer que la noche no fuera un total fracaso.

Nos sentamos en la sala y después de un rato de silencio, ella se acercó a mí diciendo:

–Gracias –me tomó por sorpresa.

– ¿Por qué?

– ¿Estas de broma no?

–No –no lo estaba.

–Por todo Tom. Has sido muy amable y tierno conmigo –decía mientras me acariciaba la mejilla –cualquiera se habría hartado de los tratos de mi padre.

–Pero no soy cualquiera –sonreí.

–Lo sé –suspiró –pero en serio gracias. Lo que pasó en el baño, quiero decir, me siento mal por ello. Discúlpame.

–Lo hice por qué me importas y lo que menos quiero es verte triste como hace un rato –lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas y las enjugué con mis dedos. –No llores, cariño –eso la hizo sollozar más. Besé hasta la última lágrima de su rostro y por último un beso casto en los labios. La vi a los ojos y una chispa se encendía en sus ojos, como si un recuerdo o una idea viniera a su mente.

–Usted me debe algo Sr. Hiddleston –dijo con malicia.

– ¿Yo? ¿Qué cosa?

–Sí, usted. Ni modo qué quien más –se burló. Mi rostro confuso la divertía –En el baño de mujeres, ¿no lo recuerda?

¡Ah! Eso, nunca pensé en eso, decidí hacerme el que no sabía nada.

–No recuerdo –mentí.

–Te ayudaré a recordar –finalizó la plática. Eliminó el espacio que nos separaba y acercó sus labios a los míos, apenas rozándolos, sentía el frescor de su aliento en mis labios, pero no me besaba. Estaba haciéndome sufrir. No lo soporté por más tiempo y estampé mis labios con los suyos en un beso lleno de pasión. La apreté fuertemente contra mí pecho, pensando en no dejarla ir nunca más. Su deliciosa lengua danzaba dentro de mí. El sabor era exquisito. Acaricié sus labios con mi lengua y jale el labio inferior con mis dientes, eso la excitó y a mí también. Pero justo en ese momento unas tremendas ganas de ir al baño me invadieron. Lo sé, idiota. Le dije que necesitaba ir al baño, ella rió diciendo:

–Espero que no intenté huir de mí Sr. Hiddleston por que no lo logrará –me dijo coqueta.

–Para nada, ya vuelvo –respondí apenado.

Una vez hice mis necesidades, lavaba mis manos y me maldecía varias veces ante el espejo, parecía un loco regañando a su reflejo, salí para encontrarme con una tierna imagen.

Clarisa se había quedado dormida en el sillón, con el cabello suelto y enmarañado. Su semblante lucía tranquilo. Al menos en sus sueños estaba tranquila. La tomé en mis brazos y la llevé a su habitación. Por un momento pensé en quitarle el vestido y ponerle su pijama pero me pareció inapropiado, pues ella estaba de cierta manera inconsciente. Así que tal como estaba la acomodé dentro de su cama y la arrope. Justo cuando daba la vuelta para alejarme, ella me tomo del brazo.

–No, no te vayas. No quiero quedarme sola –susurró. Sus palabras me recordaron a las de una niña pequeña e indefensa. Así estaba mi Clarisa en estos momentos.

Le di la vuelta a la cama y en cuanto me metí en las cobijas, ella se acercó a mí como si yo fuese una especie de escudo y me abrazó por la cintura.

–Nunca –susurré mientras le daba un beso en la frente.

Estaba bastante cansado, mis ojos comenzaron a cerrarse casi de inmediato. Mi subconsciente estaba dispuesto a quedarse completamente dormido...

¡Sorpresa! :D Espero hayan disfrutado el cap. Ya saben subiré nuevo capítulo en cuanto tenga tiempo. Muchas gracias por leerme a todos.

Saludos!

Bonfire Heart © [Tom Hiddleston Fanfiction]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora