XXI.

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La reunión que tanto habían esperado, en especial Luke, no salió como pensaban. Se suponía que Thomas solo iría a firmar el contrato para ser el protagonista de una película francesa, incluso su publirrelacionista ya lo había aprobado y ambos estaban contentos con el nuevo proyecto, El problema fue que cuando Tom y Luke llegaron a hacer el papeleo, los directivos se excusaron con ellos, argumentando que habían encontrado a alguien mejor para el papel. Esto encolerizo a Luke, quien estaba buscando alguna manera para demandarlos por incumplimiento de contrato pero eso era imposible, pues tal contrato no existía. Se había quedado todo en palabras, los directivos se habían retractado en el momento preciso, no había nada más que hacer.

Ambos desconcertados retornaron al hotel, Luke se encerró en su cuarto a despotricar por el comportamiento de los directivos que hoy en día no cumplían con su palabra. Mientras tanto un Tom algo decepcionado se servía una copa y se sentaba en el sofá, el libreto de esa película le había gustado mucho. La voz de su publirrelacionista sonaba molesta mientras hablaba por teléfono en la habitación contigua.

¿Por qué habrán cambiado de opinión a último minuto? –Se cuestionaba Thomas –Estaban igual de emocionados que yo con este proyecto ¿habré hecho algo mal? ¿Será verdad que encontraron a alguien mejor? –miles de preguntas aparecían en su cabeza. Su celular sonó y contestó ensimismado sin ver siquiera el número.

– ¿Hola?

– ¿Señor Hiddleston? –la voz le parecía conocida pero no lograba identificarla.

–Sí, ¿quién habla? –una risa sarcástica se escuchó del otro lado del teléfono.

– ¿Ayer se acostó con mi hija y no puede reconocer mi voz? Vaya osadía –los ojos de Tom se abrieron por la sorpresa. Era la voz de Leonid Silvertone. – ¿Sigue ahí? –se burló Leonid.

–Se-señor Silvertone ¿cómo está? Bue-buenas tardes –Tom tartamudeaba, estaba nervioso y se sentía avergonzado por el comentario anterior del Sr. Silvertone. Después de todo, sus sospechas eran ciertas, los había estado vigilando.

–No le veo nada de buenas. ¿Qué como estoy? Pues verá Sr. Hiddleston me encuentro un poco enojado, le pedí amablemente que se alejará de mi hija. ¿Y qué hizo? Se la llevó a la cama –el tono de Leonid era tranquilo y frío, lo cual asustaba más que si hubiera usado un tono molesto.

–Yo, yo no...

–Ni siquiera intente negarlo. Solo le llamo para que sepa que mi amabilidad se terminó. Hoy le demostré de lo que soy capaz.

– ¿Qué quiere decir con eso? ¿Usted…?

–Sí, yo. Gracias a mi hoy no firmo ningún contrato –Leonid sonreía con descaro. El señor Silvertone se había encargado de que Thomas se quedará sin trabajo, y esto le pico al actor en lo más hondo, amaba su trabajo y no permitiría que un millonario lo arruinará por tonterías.

–Si cree que me voy a dejar amedrentar por eso está muy equivocado Sr. Silvertone. Yo luchó por lo que quiero, y eso incluye a su hija. Esté de acuerdo o no, le guste o no, estaré al lado de Clarisa hasta que ella lo quiera –esa no era la respuesta que Leonid esperaba, era todo lo contrario.

–Si insiste en seguir con esto le va a pesar, no soy cualquier enemigo. Lo que sucedió hoy no es nada en comparación con lo que vendrá.

–Creo que me arriesgaré. Me parece que concordamos en que su hija lo vale.

–Perdió su oportunidad. No importa lo que tenga que hacer pero lo alejaré de mi hija así tenga que acabarlo con mis propias manos. –Fue lo último que salió de los labios del Sr. Silvertone antes de cortar la llamada.

El Sr. Silvertone había quedado sorprendido por la respuesta de Thomas, no esperaba esa actitud viniendo de un “actorsucho” como él lo consideraba. Hiddleston defendía lo que quería a pesar de todo y eso imponía respeto hasta para alguien como Leonid Silvertone.

Tom suspiró fuertemente por todas la emociones guardadas y se tiró en la cama. ¿Pero en que maldito lío se había metido? ¿Por qué el padre de su novia lo odiaba tanto? Al parecer nunca conocería esa respuesta. Decidió darse una ducha para relajarse y olvidarse de todo por un momento. Esto había funcionado hasta que Luke entró gritando como loco a su habitación pronunciando palabras ininteligibles, dirigiéndose hacia la salita donde encendió el televisor.

– ¿Qué te pasa? –preguntó Tom. Luke solo cambiaba de canales rápidamente hasta que dio con uno de noticias.

–Mira esto –dijo alarmado.

Una reportera hablaba acerca de Tom, pasaron unos minutos antes de que Thomas comprendiera de qué iba el asunto.

“…el actor Tom Hiddleston quién ha interpretado a Loki, el Dios del engaño en varias ocasiones, nos ha dado una sorpresita, resulta que ya tiene nueva conquista, no se imaginan de quién se trata. Si alguien me lo hubiera dicho, no lo creería, se trata de Clarisa Silvertone, la hija menor del famoso empresario Leonid Silvertone. Tanto yo como otras personas deben tener miles de preguntas sin resolver ¿cómo se conocieron? ¿Dónde? ¿Cuáles son las intenciones del actor con la millonaria heredera Silvertone? Una fuente confiable los ha visto pasear juntos por las calles de París y jura que el actor asistió como acompañante a la importante cena de beneficencia privada del pasado sábado de la familia Silvertone, parece que la relación va en serio pero ¿el actor lo tomará así o será una de sus múltiples aventuras? ¿Será que la está usando para aumentar su fama? Después de todo Clarisa Silvertone no es cualquier jovencita. Vaya Tom parece que miras muy arriba, esa no es la manera de llegar lejos…”

Thomas apagó la televisión de repente, harto de escuchar tanta estupidez. Estaba encolerizado, una vena le salía por la frente de tanto enojo guardado, lanzó el control de la tele por los aires y golpeó la pared, se sentía frustrado. ¿Cómo podían pensar eso de él? Y peor aún ¿cómo diablos se habían enterado? Volteó a ver a Luke con los ojos rojos culpándolo por tal escándalo.

– ¿Pero qué mierda? –dijo por fin Tom con la voz ronca.

–No me mires así, yo no fui. Acordamos que no se diría nada por ahora, sabes que me molesta cuando las cosas se salen de control. Además parecía que la reportera traía algo contra ti.

– ¿Entonces quién demonios fue? –gritaba Tom mientras se pasaba los dedos por el cabello con desesperación.

–Tal vez alguno de los invitados de la fiesta.

–No creo.

–Lo que si es que parecía que la reportera te odiaba, mira que decir que solo buscas el dinero… ¡Agh! Demandaré ese estúpido programa, eso fue difamación. Esta simple noticia te afectará mucho. ¡Mierda! Esos comentarios sin sentido afectarán mucho tu imagen ¿quién diablos habrá sido capaz de esto? –Tom había dejado de prestarle atención a Luke, sus pensamientos se fueron directamente a un nombre:

Leonid Silvertone.

Aquí reportandome n_n

Leonid haciendo de las suyas otra vez... ¿Qué creen que pase cuando Clarisa se entere?

Ojalá hayan disfrutado el cap. Dedicado a CamilaHornaYanavilca

Saludos :3

Bonfire Heart © [Tom Hiddleston Fanfiction]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora