Bonfire Heart © [Tom Hiddleston Fanfiction]

XII.

¡Hola a todos! Disculpen la tardanza pero los examenes estuvieron densos, lo bueno fue que el resultado de mis calificaciones ha valido la pena :D 

Por ciero ando sin internet, lo cual es bueno y malo... Bueno porque ya adelante tres casi cuatro capítulos del fanfic xD y malo porque para subirlos tengo que ir a un ciber o a la biblioteca pero todo sea por complacerlas!

Recuerden dejar sus comentarios, son muy importantes, además quiero saber sus reacciones conforme se va desarrolando la historia.

En fin les dejo un nuevo capítulo dedicado a Barbysr. !Disfrútenlo! 

PD: Vienen cosas buenas, ya verán ;) 

Por su parte Tom comió en el hotel con Luke y le contó todo lo que pasó, omitiendo algunos detalles. Luke estaba muy contento y emocionado.

–Estoy pensando pedirle que sea mi novia hoy en la noche –dijo Tom dejando a Luke con los ojos abiertos de la sorpresa.

– ¿Así que vas en serio?

–Por supuesto, ella me interesa más de lo que te podrías imaginar.

– ¡Genial! Entonces haré un llamado de prensa para dar la noticia mañana temprano –dijo Luke extasiado.

– ¿Qué? Nada de prensa. No quiero que se sepa por ahora, además no estoy seguro de que me diga que sí.

–Por Dios Tom, está claro que le gustas, te dirá que sí. Y de la prensa me encargo yo, ese es mi trabajo, así que se le informará de tu nueva relación.

–Dije que no.

– ¿Por qué no? Es mejor que se sepa desde el principio, así evitamos los chismes y que todo termine mal como en tu relación anterior o acaso quieres que tu relación con Clarisa termine como la de… –Tom no lo dejo terminar, no le gustaba hablar de ese tema.

– ¡Basta Luke! No me gusta hablar de eso y lo sabes. Si no quiero que se sepa, no se sabrá y es simplemente porque no quiero que su padre piense que ando con ella solo por interés. Además no planeo esconderlo por siempre, simplemente no por ahora, ella es diferente y quiero hacer las cosas bien, lo cual no incluye avisar de mi vida amorosa a la prensa.

Luke lo pensó por un momento y concluyo que la idea de Tom era muy buena, para convencer a Leonid Silvertone de que amaba a su hija no por su dinero y apellido sino simplemente por ser ella, ya después se podría dar aviso a la prensa o ellos lo descubrirían, son muy buenos en su trabajo. Parecía que Tom iba demasiado en serio, lo que suponía tener mucho cuidado y ganarse al padre de la novia, sobre todo si es un importante empresario que podría ayudar o perjudicar al futuro de Tom. Era muy conveniente andarse por las ramas en este asunto.

–Lo siento Tom, discúlpame, sé que es tu decisión. Además tienes razón, primero tienes que ganarte al padre. No te preocupes, haremos lo posible para lograrlo –dijo un Luke muy entusiasta.

–A veces me asustas Luke. Y es en serio, quiero que esto se maneje con mucho cuidado porque esta vez es diferente, creo que es ella.

Lo sabía –pensó Luke internamente. –No te preocupes Tom, me encargaré de que todo salga bien, por eso esta mañana mandé a hacerte un nuevo traje, a la medida –le guiño el ojo y a Tom esto no le hizo gracia – ¡Por favor Tom! Tienes que estar presentable, las personas más adineradas de toda Europa estarán ahí.

–No necesito un traje nuevo para estar presentable –bufó Thomas.

–Pero si para ser la pareja perfecta de la Srita. Silvertone.

Tom termino aceptando, Luke se veía muy contento y quería complacerlo aunque sea en esto, además quería verse muy guapo y elegante esa noche, ansiaba por que dieran las siete, ansiaba verla más que cualquier cosa.

– ¿Y solo le dirás que te gustaría que fuera tu novia? Me refiero a que ¿no le llevarás nada?

–Luke por favor, no empieces. Cómo me dijiste en la mañana, el galán soy yo, así que déjamelo a mí ¿de acuerdo? –dijo con un tono amenazador.

– ¡Uh! Solo era una pregunta. Nadie pensaría que eres tan enojón –rió Luke y Tom le siguió.

–No es eso, sabes a lo que me refiero.

–Sí si ya entendí pero no quieres que mandé a pedir un…

– ¡Luke!

–Era broma –se burló. –Será mejor que te vayas a preparar, está noche tienes que estar impecable.

–Ni que lo digas. Ojalá su padre no me la ponga tan difícil.

–Todo saldrá bien, solo se tú mismo. El caballero que todas tus fans aman con locura –Tom sonrió, se levantó de la mesa y se dirigió hacia su habitación, dejando a un Luke muy pensativo, acerca de cómo hacer que toda esta situación se acoplara al futuro que tenía planeado para Tom Hiddleston.

Tom llegó a la casa de Clarisa y tocó la puerta.

–Está abierto –se escuchó la voz de Clarisa a lo lejos –Pasa. –Thomas hizo un gesto de desaprobación, ¿cómo se le ocurría dejar la puerta abierta? La regañaría más tarde sobre ello. Pasó y se sentó a esperarla en la sala.

Mientras esperaba escuchó sonar el celular de Clarisa, lo había dejado en la mesita de la sala, vio el nombre de Damián en la pantalla y su rostro se torno rojo del coraje. Decidió que era el momento de poner a ese charlatán en su lugar y contestó.

– ¡Clarisa! ¡Ya era hora! Te estoy llamando desde ayer y no respondes. No creas que ignorándome ganarás tiempo, quiero mi dinero para hoy o hablaré con tu querido padre y “nuestro” hermano –dijo amenazadoramente.

–Escúchame bien, IDIOTA, no voy a permitir que sigas molestando a Clarisa –dijo un Tom muy encolerizado.

– ¿Quién te crees que eres? Si no sabes del asunto, no te entrometas. ¿Dónde está Clarisa? Quiero hablar con ella –demandó la voz.

–Por supuesto que se del asunto, imbécil. Soy su novio ¿creías que ella estaba sola? Pues te equivocaste, ve a contarle tus mentiras a alguien más. Clarisa no está disponible y no lo estará nunca más, no permitiré que te acerques a ella ni que le hagas daño –dijo Tom ardiendo del enojo.

–Dile que nuestro trato acaba de valer mierda por meter a un niño rico en el asunto.

–Tú que sabes, no vuelvas a llamar.

–Pronto sabrá ella de mí.

–Ni creas que te le acercarás –no termino Tom la frase cuando Damián había cortado la llamada. Thomas quedó hecho una fiera. No permitiría que ese tipo se acercara a Clarisa. Por inercia borro el historial de llamadas y dio un gran respiro.

Decidió ir al baño para calmarse antes de que Clarisa saliera y lo viera en ese estado. Se observo en el espejo del lavabo y su cara estaba roja como jitomate, pero esta vez por culpa del enojo y la impotencia, le gustaría tener al tal Damián frente a él para darle una golpiza. Esos pensamientos no ayudaban a que se calmara, se lavo la cara y respiro un par de veces antes de salir y encontrarse con una imagen que lo haría olvidar todo el enojo anterior.

Ahí estaba ella, con una sonrisa radiante. Clarisa lucía un vestido blanco con una fina tela que se transparentaba, dejando al descubierto sus brazos y casi por completo sus senos si no fuera por la pedrería que apenas los cubría. Su cabello recogido en un moño y su maquillaje al natural la hacían ver demasiado hermosa y sensual, tanto así que dejó a Tom Hiddleston con las pupilas dilatadas y con la boca abierta.