Bonfire Heart © [Tom Hiddleston Fanfiction]

X.

Primero que nada quiero agradacerles a todas por que el fanfic ya paso las 1,000 lecturas :D y eso es gracias a todas ustedes, gracias por sus comentarios y sus votos. Y también gracias a mis lectoras fantasma que aunque no comenten me leen, espero que algún día se animen a comentar, sus opiniones son muy importantes. Ya me puse sentimental :')

Segundo, tal vez estos días me tardé en actualizar el fic, son examenes finales, espero me entiendan, de igual manera trataré de adelantar lo que pueda del fic este fin de semana para que así solo sea subir el capítulo.

Por cierto la foto es del Jardin des Plantes de Paris, me pareció muy romántico para que pasearan Tom y Clarisa :3

En fin, les dejó un nuevo capítulo. Dedicado a Maggie_112. ¡Disfrútenlo!

Clarisa llevó a Tom al Jardín des Plantes de Paris, que se encontraba a un par de calles, era muy grande y hermoso, perfecto para pasar un rato agradable y sin distracciones.

Caminaban tranquilamente alrededor de los jardines, admirando la vista y charlando, hasta que decidieron sentarse en una banca.

La plática iba de un tema a otro sin que se percataran de cómo habían llegado a tal o cual tema. Tom le contó a Clarisa de cómo se había vuelto actor, sus primeras experiencias, el amor que le tenía al teatro, a la música, a la poesía, su emoción al hablar de ello era contagiosa pero nada se comparaba a cuando hablaba de Shakespeare, sus ojos brillaban entusiasmados, habló de los personajes que había representado del bardo y de que le habían dado el papel protagónico para la obra Coriolano en el National Teathre de Londres. También le contó de su familia, de sus hermanas y su mamá, le dijo que moría de ganas por que las conociera, habló de Luke, de sus viajes y experiencias. Además no podía dejar de hablar del personaje que lo había llevado a conocerse mundialmente, Loki, el Dios del engaño; le contó lo más general del personaje porque no quería spoilearle las películas a Clarisa, sobre todo porque estaba por salir la segunda parte de Thor y quería llevarla con él a la premiere, pero hablaría de eso con ella después, mientras tanto su meta más próxima era hacerla ver sus películas, a lo que se negaba. Ya encontraría Thomas la manera de convencerla.

Por su parte Clarisa habló de su familia, de su infancia, de su hermano al que adoraba pues solo él entendía su desprecio por la alta sociedad a la que fueron sometidos desde pequeños. A comparación de la niñez de Tom, la de Clarisa fue bastante inestable, sus padres casi no estaban y esperaban mucho de sus hijos, de ella esperaban que se destacara en algún arte pues la familia se dedicaba a eso, iba a clases de piano, violín, ballet, era buena en todos pero ninguno le gustaba lo suficiente. Un día que se quedó sola en casa y sus padres volvieron de una cena, encontraron las paredes de la casa pintadas, con muy buenos dibujos y aunque fue castigada, sus padres descubrieron su don y desde entonces es lo que hace –a Tom le causo mucha gracia, se imaginó el ceño fruncido de Leonid Silvertone al llegar a su casa esa noche. También le contó que sus padres esperaban que Joshua estudiará administración de empresas para ayudar a su padre con el negocio familiar pero no fue así, a pesar que desde un principio lo orientaron para tomar ese camino, él no se dejó influenciar y término administrando los museos de la familia en vez de las empresas, Leonid quedó decepcionado. Clarisa también había viajado pero siempre en familia o por algún evento, nunca por placer o alejada de esa gente que detestaba.

Tom iba comprendiendo muchas cosas de Clarisa y estaba muy sorprendido de ver que ella era una aguja en un pajar, no entendía como podía ser como era y convivir entre tanta gente a la que no le importaba, siempre se veía llena de vida pero parecía que le habían cortado las alas al nacer y él estaba ahí para devolvérselas, había encontrado un nuevo propósito.

Hablaron por unas cuatro horas, no se dieron cuenta del paso del tiempo, hasta que sonó el estómago de Tom, tenía hambre.

– ¿Sr. Hiddleston tiene hambre? –preguntó Clarisa en tono de burla y Tom se sonrojo.

–Un poco, pasa rápido el tiempo con usted.

–Bueno pero no hay que torturar a sus tripas –rió –será mejor que nos vayamos, el día no durará para siempre, además en la noche está la cena ¿o ya lo olvidó? ¿Acaso me va a plantar?

–Nunca lo haría Srita. Silvertone, ansío que llegue la noche –sonrió como adolescente enamorado.

–Pues yo no, ahh. No me malinterpreté es solo que esos eventos no me gustan –suspiró Clarisa.

–Eso es porque antes no me tenía, pero verá que será una noche inolvidable, se lo prometo.

– ¿Así es de galán con todas Sr. Hiddleston? –Tom sonrojado por enésima vez en el día se rascó la cabeza de los nervios –Puedo acostumbrarme.

–Ehehehe ¿y usted siempre es así de directa? Porque me encanta.

–De acuerdo, de acuerdo, basta de galanterías por ahora, guárdelas para más al rato –rieron.

–Entonces… ¿Le gustaría ir a comer conmigo?

–Me encantaría pero ya tengo un compromiso, lo siento –se disculpó Clarisa.

Tom sintió un poco de celos, miles de preguntas surgieron en su mente: ¿Con quién iría? ¿A dónde? ¿Será un amigo? Ojalá fuera una amiga, rezaba internamente por que fuera así. Clarisa leyó los pensamientos de Tom en su mirada y le causo gracia.

–Voy a comer con un joven muy apuesto –Thomas frunció el ceño –tranquilo Sr. Hiddleston, solo iré con mi hermano ja ja. No entiendo por qué esos celos sin razón, ni siquiera somos nada –Tom sintió una puñalada en el corazón, era cierto aún no le decía formalmente que quería que fuera su novia. Muy mal Thomas, me extraña de ti, siempre tan correcto –se regañó a sí mismo. Clarisa cambió el tema al instante –Bien pues me despido Sr. Hiddleston, que tenga una agradable tarde y dé de comer a sus tripas cuanto antes –se acercó y le dio un beso en la comisura de los labios y Tom le dio otro en el dorso de su mano.

–Paso por usted a las siete en punto, espero que esté lista.

–Aquí la puntual soy yo. Nos vemos a las siete entonces.

–A las siete –susurró Tom mientras veía alejarse esa hermosa silueta de la mujer que lo traía completamente loco. Solo serán unas horas Thomas y la volverás a ver, solo un par de horas –pensaba mientras caminaba hacia su auto...