Quitando distancia

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Tristan llevó a Emma hacia el castillo, especificamente a la enfermería puesta especialmente para que los guardias que se lastimaban entrenando fueran atendidos allí, no quería soltarla ya que le había gustado tenerla en sus brazos, pero de todas maneras la dejó en la camilla que le indicó una enfermera al entrar.

Todos siguieron a Tristan, pero después de que Aldair y una enfermera ayudaran a Daniel a curar la herida en el brazo con su propio poder, Acfred llevó a los chicos de nuevo a entrenar, pero Tristan se quedó al lado de Emma esperando a que despertara.

Necesitaba saber qué había pasado, la observó detenidamente, la enfermera le dijo que necesitaba descansar para recuperar las energías, tomó la mano de Emma, que a comparación con la suya, parecía bastante pequeña, y entrelazó sus dedos.

Después de una hora llegó Kilian a la enfermería, y se sorprendió al ver la mano de Tristan entrelazada con la de Emma pero decidió no decir nada aún.

— ¿que pasó?

— no lo sé, cuando llegó al campo la ví un poco diferente y cuando me di cuenta ya estaba frente a ella, le pregunté si espaba bien y ella me respondió que sí, pero no se veía bien, se notaba que había estado llorando, así que volví a insistir pero se alteró y no pudo controlar la electrokinesis, agotó su energía al liberar los rayos, — Tristan habló con un poco de tristeza en su voz que trataba de ocultar, de alguna forma se sentía culpable de ésto.

— pensé que no te acercarías a ella.

— yo tambien, pero, no quiero dejarla sola,  quiero saber lo que sea que le haya pasado, estaba muy enojada y sus ojos, sus ojos ya no tenían el mismo brillo que los intensificaba.

— ¿crees que haya peleado con su novio?.

— no lo se, pero lo que sí sé es que ya no me alejaré de ella, no puedo.

— ¿y si sales lastimado?

— dicen que el que no arriesga no gana, y yo estoy dispuesto a arriesgar mi corazón en el intento por conquistarla, — en ningún momento apartó la vista de Emma, y estaba casi seguro que algo había pasado con su novio, no sabía de qué manera, pero iba a averiguar qué había pasado.

Kilian se despidió de su amigo minutos despúes, ya que como Tristan estaba cuidando de Emma, él tenía que ayudar con el entrenamiento a Ethan, y media hora después despertó Emma, en cuanto Tristan vió que comenzaba a despertar, apartó su mano rapidamente de la de ella y solo se quedó viendola.

— ¿donde estoy?

— en la enfermería del castillo.

A Emma le pareció extraño que no le hablara de manera fría como siempre y aun más, el hecho de que estuviera con ella.

— ¿que pasó?.

— eso mismo te pregunto yo Emma, ¿que pasó, para que lanzaras los rayos de esa manera?, — en ese momento Emma recordó lo último que vió antes de que sus ojos se cerraran alterándose un poco.

— ¿y Daniel?, ¿cómo está?.

— tranquila, él está bien, el rayo solo pasó rozando su brazo dejando solo un pequeño rasguño que ya curó con el poder de curación,  pero ahora dime, ¿qué pasó?.

— eso es algo de lo que no quiero hablar, y menos contigo, — los ojos de Emma comenzaban a cristalizarse ante los recuerdos, algo que preocupó a Tristan.

Él soltó un sonoro suspiro frustrado, no se daría por vencido, pero en este momento le preocupaba la salud de Emma.

— no te muevas de aquí, iré a buscar a la enfermera, — ella asintió pero aunque quisiera moverse, no podía, aun no tenía la suficiente energía para hacerlo, sentía que su cuerpo pesaba una tonelada y solo pasaron un par de minutos cuando Tristan regresó acompañado de una señora de unos cuarenta años vestida con ropas holgadas de color celeste, ella revisó su cuerpo y le hizo unas cuantas preguntas, le dijo que tenía que seguir descansando y comer bastante.

Guardianes: Orbes de PoderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora