Siempre te amaré

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A la mañana siguiente, Tristan entró a la habitación en la que estaba Emma antes de que ella se fuera, aun no había despertado así que se quedó viéndola, amaba verla dormir, anque solo hayan sido pocas veces las que ha podido hacerlo, quería guardar tantos recuerdos de ellos juntos como le fuera posible, es por eso que había decidido en pedirle todo un día juntos. Emma abrió poco a poco los ojos y se sorprendió al ver a Tristan con una sonrisa, pero que no llegaba a sus ojos.

-- buenos días nena.

-- buenos días, ¿hace cuanto que estás aquí?, -- se sentó apoyando la espalda en el respaldo de la cama.

-- lo suficiente para saber que hablas dormida.

-- yo no hablo dormida.

-- claro que si, decías: "Tristan eres tan guapo" y "Tristan nadie se puede comparar contigo", -- dijo imitando su voz de manera divertida.

-- claro que no, en todo caso diría: "Tristan estas loco" o "Tristan eres muy ególatra".

-- ¿loco?, mmmm puede ser, ¿ególatra?, no, espera ¿soy ególatra?, -- Emma rió al ver la mueca que hizo Tristan.

-- no, solo estoy bromeando, -- ambos se quedaron viendo a los ojos un momento y Emma en su interior sabía que algo no andaba bien, -- ya es hora de que me vaya o se me hará tarde para ir a la universidad.

-- sobre eso...¿podrías quedarte?.

-- Tristan tengo que ir y hablar con Katy.

-- por favor, solo..., solo será esta vez.

-- ¿pasa algo?.

-- es solo que no hemos compartido el tiempo suficiente juntos como novios, por favor, -- Emma se quedó pensando y llegó a la conclusión de que solo aceptando podría saber lo que le estaba pasando a Tristan, además pensando lo bien, ella también quería pasar tiempo con él.

-- esta bien, pero aun tengo que ir a mi departamento para ducharme y cambiarme.

-- claro, te espero en el lago, -- le dio un beso y fue a su habitación.

La llevó a desayunar a un restaurante en el mismo pueblo de la otra vez y tratando de olvidar por un momento la discusión con su padre, disfrutó de la compañía de Emma, hablaron de todo y de nada y también quería mostrarle más de sus lugares favoritos en Esgrnong. Para eso, tuvieron que regresar al bosque pero a una parte que no todos conocían, a medida que se iban adentrando había menos espacio entra cada árbol, pero aún así el bosque no perdía su encanto, todo se veía lleno de vida y escuchaban todo tipo de pájaros cantar, Tristan había tomado la mano de Emma cuando entraron y desde ese momento no la había soltado, debido a que así como el bosque es hermoso, también es muy peligroso. Llegaron a un río pero mo se detuvieron ahí, Tristan la guió hacia una cascada a la cual se podía acceder, quedando justo detrás de esta, Emma se sorprendió al ver la belleza del lugar y la paz que se sentían estando ahí, Tristan tomo su mano y la atrajo hacia él de modo que ella quedara de espaldas a él para envolverla con sus brazos posando su barbilla en el hombro de Emma. La había llevado a ese lugar para mostrarle uno de las muchas maravillas naturales que posee Esgrnong, de las cuales está enamorado y así conozca un poco más sobre él.

-- te gusta mucho la naturaleza ¿cierto?, -- ya habían bajado y en ese momento estaban sentados a la orilla del rio sobre un tronco que hace unos años Tristan había colocado ahí.

-- si, demasiado, ¿eso es raro?.

-- no, es lindo, -- ambos sonrieron y quedaron un rato disfrutando del sonido de la cascada.

-- quiero que sepas que pase lo que pase yo te seguiré amando.

-- ¿por qué dices eso?.

-- solo quiero que lo tengas siempre presente. Ven, quiero disfrutar mucho este día contigo, -- se puso de pie y ayudó a Emma a levantarse.

Guardianes: Orbes de PoderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora