Guardianes: Orbes de Poder

¿y Emma?

Un nudo se le había formado a Tristan en la garganta, lo había olvidado, Sintió unas inmensas ganas de llorar pero se contuvo cerrando los ojos y respirando profundo. No era momento para derrumbarse

-- ¿quién eres?, -- volvió a repetir la pregunta un poco alterada y con miedo

-- soy...

-- ¡¿Emma estas bien?!. -- se vió interrumpido por Erin quien entró corriendo y se acercó a ella pero Emma se hizo hacia atrás en el sofá con temor.

-- ¿cómo supiste que ella estaba aquí?.

-- dos guardias te vieron cuando la llevabas en brazos y al ver que Emma no estaba bien fueron a decirme.

-- ¿quienes son ustedes y dónde estoy? -- se levantó y se alejó un poco de ellos.

-- tranquila Emma, -- Tristan se acercó con precaución hasta ella, -- soy Tristan y ella es mi prima Erin nosotros somos tus... amigos.

-- estás en Esgrnong.

-- ¡no te acerques!, -- se refirió a Tristan.

-- Emma, yo nunca te haría daño, -- pudo acercarse a ella y la abrazó, para su sorpresa ella le devolvió el abrazo y comenzó a llorar, no sabía por qué pero estar en los brazos de Tristan le hacía sentir segura.

-- no recuerdo nada, ni siquiera quien soy.

-- Tranquila nena, yo voy a ayudarte.

-- yo tambien lo haré Emma, sé que no lo recuerdas pero tú y yo nos llevamos muy bien.

Cuando Emma se calmó, Tristan a regañadientes la soltó, y es que hacía tiempo que ya no la abrazaba y volver a tenerla entre sus brazos era algo maravilloso. Le explicaron lo que estaba sucediendo y por qué ella estaba ahí, fue como cuando le explicaron que era había sido elegida para ser guardiana, al principio no les creyó la parte de los poderes hasta que ellos le enseñaron uno.

-- iré por Acfred, -- dijo Erin poniéndose en pie.

-- esta bien, -- contestó Tristan con un poco de tristeza, Erin salió y sin poder evitarlo más, una lágrima se derramó por su mejilla.

-- ¿que pasa?, -- preguntó Emma al verlo.

-- nada..., dime ¿cómo te sientes?.

-- confundida y cansada.

-- creo que es normal. Emma hace unos meses tu has estado realizando un entrenamiento y aunque hayas perdido la memoria no pues es abandonarlo.

-- ¿por qué?.

-- es muy peligroso si eso pasa.

-- pero no recuerdo ni cómo utilizar mis poderes.

-- descuida yo voy a ayudarte con eso, pero mañana, ahora necesitas descansar solo esperemos a que Acfred venga y haga lo que tenga que hacer y luego yo te llevaré a tu departamento. Emma asintió y se quedó un momento observando a Tristan, le pareció muy guapo, él estaba sentado en un sofá al lado de ella con la vista perdida en un punto fijo delante de él pero al sentir la mirada de Emma volteó a verla, ella rápidamente volteó a ver hacia otro lado evidentemente sonrojada haciendo que a Tristan le saliera una sonrisa de lado, quizá no todo esté perdido, pensó.

Al poco tiempo llegó Acfred acompañado de un doctor quien les dijo que por haber sido con magia la perdida de memoria no había riesgo en contarle a Emma todo sobre ella pero tampoco estaban seguros de si iba a ser temporal o permanente. Tal como había dicho, Tristan la llevó a su departamento y en el proceso le explicó cómo se utilizaba el traslador.