The Lucky One - Bakugo Katsuki & Lectora {Finalizada}

Despertar

Era un sueño sin sueños, simplemente todo en negro brindándole un descanso que tenía bien merecido después de todo. Era un día nuevo en donde Bakugo se encontraba sentado a su lado mientras tomaba su mano ahora más cálida que la vez anterior, uno de sus dedos estaba vendado con cuidado, su dedo aún tenía que doler ligeramente, hasta él en donde había estado escuche el Crack de cómo se doblaba hacia atrás con la fuerza brutal del villano, del padre de ella.

Se sentía más cómodo sin la presencia de la madre de (t/n) en la habitación, aunque como sabía ella era la única capaz de hacerle pasar sin que hubiera problemas, aunque le daba muy poca importancia armar uno.

"—Con Mitsuki nos preguntábamos en qué momento se cruzarían, siempre nos divirtió que no se conocieran aun siendo vecinos. — Bakugo siquiera se había llegado a sentar cuando la voz de la madre de (t/n) le hablaba con amabilidad, muy diferente a como era su propia madre, aunque capto la burla e inmediatamente comenzó a tirar reclamos, al último minuto el sudor cayo por su frente alarmado de haber perturbado el descanso de la chica inconsciente. — Me sorprende que ella consiguiera atraer a alguien como tú, pero al mismo tiempo siento que iba a pasar tarde o temprano.

—¿¡De que mierda hablas!? Tch, no es como si me importase esa idiota.

—A mí me parece lo contrario, de ser así, no estarías parado aquí."

Antes de que hubiese podido recriminar contra la mujer ella lo abandono, era por ello por lo que ahora estaba sentado en la silla junto a la cama. Estaba silencioso, cualquiera que lo viese diría que era extraño verlo tan callado, o incluso tranquilo, otros podrían deducir su mirada, Midoriya lo haría fácilmente: Bakugo estaba preocupado por ella.

La diferencia que obtuvo fue que ya no tenía puesto el collar cervical, ante esto quedaban expuestos los moretones morados formados en el cuello, había unos pequeños, pero otros grandes. Veía las ojeras que se formaron bajo sus ojos, esto solo le daba la idea de que desde su desaparición ella no durmió, quizá lo hizo, pero para nada el tiempo adecuado, cuando la vio esa noche noto su rostro pálido, sin color, sin nada bueno.

A veces deseaba que ese hombre que se hacía llamar su padre estuviese libre para darle una explosión directamente en la cara, y mandarlo el mismo a la cárcel, o incluso le daba lo mismo decir que quería matarlo.

Repentinamente sintió como ella se movía, su respiración calmada se volvía irregular, estaba despertando al fin. Y se reprochó por no haber alcanzado a soltarle la mano.

—Al fin te despiertas — gruño Bakugo mirándola fijamente con una mirada seria, casi molesta, pero por dentro estaba realmente aliviado de verla despertar prontamente —.

Ella con sus ojos (c/o) giro levemente su cabeza para mirarlo, Bakugo podía decir que aquella mirada lo congelo por un segundo. Lo estaba mirando fijamente, aun parecía bastante cansada y adormilada para asimilar de forma correcta en donde se hallaba.

—¿Bakugo? — su voz era un débil susurro con la voz ronca —.

—¿Ahora soy Bakugo? — se burló con una sonrisa casi siniestra en su rostro —.

Por casi un minuto de silencio que se lo paso pensando fue que lo recordó, en la desesperación de verlo desaparecer lo llamo por su primer nombre. Sus mejillas se colorearon en tono rojo, y esto solo empeoro cuando se percató de que él sostenía su mano.

Casi tan pronto como lo noto él la soltó dejando solo el fantasma de su calidez.

—¿Estas bien, no estás herido?

—Tch, no soy débil para perder sin más idiota.

Ella lo miro con una pequeña sonrisa mientras le susurraba: "Lo sé, solo estaba preocupada..." Entre aquellas miradas compartidas la puerta se abrió interrumpiendo el momento tranquilo entre ambos, era el doctor que venía a hacer un chequeo en la salud de ella, se mostró mucho más positivo cuando descubrió que estaba despierta. Bakugo solo escucho y ni siquiera se movió de su posición, observo como la examinaba, como cambiaban el vendaje en su dedo que sanaba la fractura, se veía un poco mejor, sin embargo, aún le dolía según ella respondía.