Parte 8

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Luego de despedirnos de Taehyung, ambos bajamos las escaleras

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Luego de despedirnos de Taehyung, ambos bajamos las escaleras. Ah, antes de irnos, Jungkook tomó uno de sus cubrebocas negros y se lo colocó. También cambió su gorrito gris por uno negro. Es tan extraño.

Un par de reverencias para algunas empleadas antes de salir por la puerta. No había tenido un buen día hoy, y quería quedarme en casa. Sin embargo, tenía esta cena y también el karaoke de Hoseok. Maldita sea con él.

Nos encontramos con la hermosa sorpresa de aquellos tipos abusivos de la otra vez. Sí, el bajito y el alto. Ambos sentados en la acera frente a la casa de Jungkook. Es como si estuvieran esperándolo. ¿Qué tenían ellos con el niño?

Intenté ignorarlos por completo ya que aún no nos notaban. Tomé el brazo de Jungkook y lo hice caminar más rápido antes de que nos notaran.

—Preciosa.

Por la mierda.

Aún así, no me giré. Me di cuenta de que Jungkook tampoco les prestaba atención, al contrario, caminaba detrás de mí tan tranquilo. Bien por él.

—¿Otra vez juntos? —, la voz se escuchaba más cercana. —Hey, niño mudo, ¿al menos puedes escucharme?

Paré mi caminar y me di vuelta para visualizarlos. El pelirrojo sonreía con maldad, mientras que su amigo se encontraba aún sentado en la acera.

—Escucha, —, el desgraciado se atrevió a caminar en nuestra dirección. —¿por qué no vienes con nosotros, cariño? Te daré lo que ese niño no te da.

Bien, hasta aquí llegó la paciencia.

Solté a Jungkook y comencé a caminar en su dirección. Estaba apunto de estrellar mi puño cerrado contra su estúpido rostro, pero una mano sobre mi hombro me hace girar.

Jungkook.

El castaño me miraba con su rostro relajado, ladeó un poco su cabeza en dirección en la que estabamos caminando. Y de pronto tomó mi brazo haciéndome girar y caminar con él.

Oh, vaya.

Después de un rato de tanto caminar. Ya estabamos por llegar a mi casa. Justo en la acera de mi calle, lo hago detenerse con mi habla.

—Jungkook... —el castaño se dio vuelta y me miró esperando a que dijera algo más. —¿Les tienes miedo?

Me sorprendió cuando negó lentamente después de un tiempo. Eso me confundió realmente.

—¿Entonces por qué no te defendiste?

Él había estado tan tranquilo escuchando como le arrojaban mierda. Yo no me hubiese dejado, creo que nadie en realidad. Si no les tiene miedo, debió defenderse y no dejarlo impune.

Lo vi encogerse de hombros y volver a darse la vuelta para seguir caminando.
Sí lo sabía, estaba segura de que lo sabía. Pero... ¿no me quería decir?
Ah, Jungkook, eres un misterio.

Save Me ~Jungkook || BTS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora