Parte 14

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Cicatrices

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Cicatrices...

Mierda, ¿qué carajos le pasó a ese niño?

¡Tiene unas putas cicatrices! Hasta dan miedo... ¿qué sucedió? Más intriga.

Sin darme tiempo a pensar más, la puerta se abrió de golpe. Jungkook se hallaba ya vestido, aún con gotas de agua sobre su castaño cabello, con la mirada en el suelo y las mejillas enrojecidas. ¿Está avergonzado? Bueno, yo también.

Y preocupada.

—¿Puedo pasar? —, pregunté con la voz algo dudosa.

Jungkook no negó, más tampoco asintió con la cabeza. Sin embargo, no estaba impidiéndome el paso. Entré pasándole por un lado y escuché como cerró la puerta detrás de mí.

Inspeccioné su habitación; dominos regados por todo el suelo, páginas blancas con garabatos en ellas esparcidas por su escritorio, y colores a su lado... Oh, y un cubo de rubik sobre un estante.

Se ve como la habitación de un niño.

Y es exactamente lo que es.

—¿Qué quieres hacer hoy? —, macullé al momento en que tomaba asiento sobre su cama.

El castaño se encogió de hombros.
Lo vi caminar y sentarse en la silla frente a su escritorio, justo frente a mí. Comenzó a mirar mi rostro con detalle, sin pudor alguno o miedo a que lo mandara a la mierda. Luego bajó la mirada cuando vió que era yo ahora la que se le quedaba viendo.

Él se giró y mantuvo su atención en cualquier cosa sobre su escritorio. Los minutos pasaban y yo solo lo veía escribir cosas en varios papeles, dibujar... Colorear, y todo el mismo patrón hasta que me harté de eso.

—Jungkook, hay que salir hoy —él se giró a mí y enarcó una ceja. —Sé que no te gusta mucho salir, pero a veces tomar aire es bueno. Vamos, salgamos a algún lugar —es increíble que haya sonreído por la expresión que tenía su rostro.

Maldición, es adorable.

—Debe... haber algún lugar al que nunca has ido —, sugerí. El castaño se quedó pensando por un momento, llevando su mano a su mentón. De pronto dio un respingo sobre su lugar. —Escribe el nombre.

Creí que tomaría una de las miles de hojas de papel que tenía frente a él, sin embargo, se puso de pie y lo vi caminar hacia mí. Llegó a la cama y buscó algo bajo la almohada.

Ah, su teléfono.

Me dio una sonrisa de boca cerrada, mostrándome un leve hoyuelo en su mejilla. Lindo. Comenzó a textear en el aparato y segundos después me llega un mensaje.

—¿Es en serio?

"Niño:

Bolos."

Save Me ~Jungkook || BTS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora