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Regresé a casa temprano ese día. Jugué algunos juegos con el niño, más no todos y supe de su actitud desconforme respecto a eso. Aún debía hacer mis tareas, y ayudar con la cena a mamá. Le prometí que lo haría.
Abrí la puerta y entré, cerrando detrás de mí. Coloqué las llaves en su lugar y fui rumbo a la cocina para buscar a esa señora.
—¡Mamá! —, grité cuando no la vi en la cocina. —¡Ha llegado tu hija favorita!
—Eres mi única hija, Sujan —ah, eso me asustó.
La mujer se había aparecido por detrás cuando yo estaba en las escaleras gritándole a la nada. La miré desconcertada por su repentina aparición en tanto intentaba recuperar mi respiración normal.
—¿Cómo es que...? —, la seguí por detrás cuando élla comenzó a caminar.
Entramos a la cocina, donde mamá inició su trabajo. Tomó un platón después de lavarse las manos, y me hizo una seña con sus dedos para que me acercara a ayudarle.
—¿Cómo está Jungkook? —era costumbre que preguntara.
Sequé mis manos con la toalla de cocina antes de contestar. —Como siempre; callado.
—Tú fuiste quien quiso acercárse más a él, Su. No te quejes ahora —ah, siempre tan sabia.
—Es que me es díficil, má —, un suspiro sale de mí al recordarlo. —Es más que callado, él es... indiferente y serio cuando está conmigo. Es tan misterioso —, hice una rara mímica para darle suspenso.
—¿Sólo cuando está contigo?
—Con Taehyung es diferente —, me encogí de hombros.
Mamá dejó el plato con ensalada sobre el mesón antes de volver a mi lado y me miró. —Tal vez sea porque es su amigo, ¿no me dijiste que se llevan muy bien?
—Parecen hermanos —, me llevé una cucharada de arroz a la boca. —Le falta sal —, hice una mueca haciendo reír a mamá. —Como sea, todo lo que tenga que ver con ese chico es extraño. Incluso como lo tratan. Parece un niño de cinco años por el trato que le dan en casa. Y esa chica...
—¿Hmm? —ah, élla no lo sabía, cierto. —¿Cuál chica, cariño?
—Oh, su nombre es Jennie —realmente no me gusta pronunciar su nombre. —Y parece ser muy apegada a Jungkook. Incluso a Taehyung. Debiste ver como actuaba con ellos, hasta parece la novia de Jungkook —, rodé los ojos al momento en que seguía con la comida.
—Suenas molesta, hija —, divisé a mamá dejar el kimchi para mirarme detalladamente. —¿No estarás celosa?
Reí lo más fuerte posible dándole a entender que tanta gracia me hacía. —Fue bueno tu chiste, má —, no la miré y fui a apagar el horno.
