Parte 2

683 46 3
                                    

—Y dime, chico raro

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Y dime, chico raro... —ni siquiera sabía como actuar con él. —¿Tienes algún trastorno mental? Sé que no me vas a hablar, así que puedes asentir con la cabeza.

—¡Han Su Jan! —¡auch! —Te dije que no hagas esa clase de preguntas. Deja de molestarlo.

El chico apenas y se había inmutado en alzar la cabeza para ver por un periodo de tiempo mis ojos. Que mirada, Dios. Tiene un semblante bastante triste, ni siquiera puedo describirlo bien. Es bastante interesante, a decir verdad. Supongo que obtendré las respuestas una vez que estemos en su casa. Su casa... ¿dónde vivirá?

—Solo era una pregunta —seguí caminando sin prestar mucha atención a los regaños de mi madre.

Pero pude ver como me fulminaba con la mirada la mujer. —Preguntas cosas que no te incumben. Te pedí que fueras más amable con el muchacho —, ella se giró hacia el castaño. —Disculpa a mi hija, no tiene amigas por eso.

—¡Mamá! —eso había dolido un poco. —Tengo amigas, lo sabes.

—No, no es así, Sujan —la mujer que me dio la vida tomó el brazo del rarito. —Al parecer ya llegamos.

Eso parecía. Habíamos estado caminando durante un buen rato y ya comenzaba a pensar que estabamos caminando en circulos. Un vecindario normal y corriente. Sí, todo era normal aquí, salvo él. Mis ojos caen en una casa de dos pisos, es bonita. Café con crema, tiene un jardín lo suficientemente amplio como para plantar muchas flores. Sin embargo, apenas y se notaba el pasto verde.

Mamá fue quien tocó el timbre a un lado de la puerta. Mi atención seguía en la casa, pero de pronto me da por mirar a mi lado. El chico estaba con sus puños cerrados mirando hacia el suelo. Parecía que estaba teniendo un ataque de ansiedad. ¿Sería eso? Quizá esos sean sus problemas.

Antes de poder decirle a mamá sobre lo que estaba ocurriendo, la puerta grande se abrió, dando paso a una señora alta con un traje formal. Su cabello era largo y café, sin embargo, pude notar algunos cabellos canosos. Sonreía con simpatía hacia la mujer a mi lado.

—Muchas gracias por traerlo —, su voz era bastante cálida. —Por favor, pasen, están en su casa.

Miré a mamá un tanto no convencida. Ella me dedicó una de sus hermosas sonrisas mientras asentía. No pasaba nada, murmuraba. No lo sé, no quería abusar. ¿Sería esa su madre? La señora tomó delicadamente por el brazo al chico. Noté que este último estaba un poco a la defensiva, pues le costó un poco a la señora hacerlo entrar. Todo esto me resultaba extraño. A estas alturas, ya no sabía que pensar.

El interior era aún más bonito que afuera. Las paredes blanca, el piso reluciente. Los sofás hacían juego con todo el lugar. Un gran ventanal se encontraba junto a unos cuadros pintados. Muy bien pintados.
Una señorita con vestimenta de empleada nos saludó con cortesía mientras nos invitaba a tomar asiento.

Save Me ~Jungkook || BTS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora