Parte 34

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—Ah, Sujan, pasa, pasa —, la señora sonrió

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—Ah, Sujan, pasa, pasa —, la señora sonrió. Se hizo a un lado dándome entrada a su casa. —¿Cómo has estado?

Después de todo lo que Jimin me dijo, estaba más que lista para ir a hablar con Jungkook. No quería ir con la mente en blanco, es por eso que recopilé toda la información posible desde que lo conocí... Hasta este preciso momento. Me había sorprendido que Jimin hubiese decidido ayudarme, y contarme lo que sucedió. Tiene sentido que Jimin guardara tanto rencor a Jungkook. Aunque aún no tenía claro el porqué de correrlo, ni de hacer aquel voto de silencio. Antes de que Jimin se fuera ayer de mi casa, logré advertirle que no volviera a poner sus manos encima de Jungkook como lo había hecho antes al golpearlo. Él me contestó con una mueca de asco, antes de salir de mi casa con su vago andar.

—Estoy bien, ¿qué tal usted?

Se me hacía difícil presentarme en la casa del niño, y que la señora Ha Neul fuera quien me recibiera. De camino aquí, rogué en mi cabeza porque ella no estuviera en casa. Tengo tantas dudas sobre ella, ya no sé en quien confiar y en quien no. No en Taehyung, que sabiendo todo lo grave de la situación, jamás dijo algo. Ahora estaba escéptica con ambos, no sabía a quién creerle.

—Estoy bien, cansada, pero bien al fin y al cabo —, tomó asiento sobre el sofá, me señaló para que me sentara también. —Lamento no haber podido ir a la cena de navidad en tu casa, cariño. Llamaron de emergencia en el trabajo, tuve que ir o perderíamos las acciones de una venta importante.

Nunca supe a qué se dedicaba con exactitud la tía de Jungkook. Siempre supuse que quizá era empresaria, una muy buena por lo visto, notando la enorme casa que tiene.

—¿Jungkook está?

No quería pasar más del tiempo necesario con la señora Ha Neul. No terminaba de convencerme, así que realmente prefiero tener un límite de espacio en tanto averiguo más.

Ha Neul no dijo nada más que un simple "sube". Me despedí con la mano, y una reverencia. Ella al parecer se había dado cuenta de mi actitud poco usual, me preguntó si me ocurría algo, yo le dije que nada importante. Aunque lo era.

Subí la escaleras con calma, por alguna extraña razón peinaba los pocos mechones rebeldes que salían de su lugar. Me arreglé la camisa que llevaba puesta, y le di unos breves golpes a mis mejillas para cobrar algo de color. Mierda, ¿todo esto solo porque lo veré a él?

Toqué la puerta, tragando saliva. Estaba nerviosa, y sabía la razón. La última vez que nos vimos, había sido tan extraño. Le dije a Jungkook que lo quería, él sorprendentemente me correspondió el sentimiento y el habla. Él había hablado al fin. Sí, no cabía duda de que iba a ser incomodo ahora.

—Hola, niño —, musité una vez que el susodicho abrió la puerta dejando ver su lindo rostro mañanero.

Creí que diría algo porque lo vi abrir la boca. Pero no lo hizo, y me decepcionó. Alzó su mano y la sacudió en forma de saludo. Luego se hizo a un lado, para dejarme entrar a su habitación. Pude darme cuenta de que las letras que formaban su nombre en su puerta, ya no estaban. Lo que me pareció realmente extraño. Pero no dije nada al respecto.

Save Me ~Jungkook || BTS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora