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Todo el puto día ha sido lo mismo. Me han estado ignorando o fingiendo simplemente que no estoy aquí. Oh, pero mierda que estoy aquí y también estoy harta de sus abrazos.
—¿Podrían parar con eso? —, vuelvo a quejarme antes de subir sobre la encimera.
Los chicos se separaron y sonrieron al momento de sentarme. En serio, deben dejar de hacer eso. Parecen pareja y me da asco, recuerdo cuando me causaba asco el verlos así todos los días.
—Han Su Jan tiene envidia porque Hoseok me quiere más a mí —no faltaba ese comentario. Tan típico y gastado.
Hoseok acortó una sonrisa. —A las dos las quiero.
—Ni que me importara su cariño. Es Jung Ho Seok, no Brad Pit —¿Grosero? No.
—Me retracto. Quiero más a Tzuyu —, se cruzó de brazos haciendo un feo puchero. —¡Tengo hambre!
—Puedes buscar comida en tu casa. Aquí no hay nada para comer —, me encogo de hombros pensando cuando llegaría mamá de las compras.
—¡Oye! Vayamos a comer algo afuera —tanta pereza de salir ahora, Tzuyu. —¿Podemos ir por esas hamburguesas que comíamos todo el tiempo?, ¿aún las siguen vendiendo, no?
—Creo que cerró el local hace mucho —mentira.
Tzuyu puso una cara de pocos amigos. Y claro, para dramatizar más; amagó a desmayarse.
El pelinegro negó sonriendo mientras sostenía el escuálido cuerpo de Tzuyu. —Está jugando. Claro que sigue abierto, vayamos por unas.
—Eres tan mala, Sujanie —, una sonrisa burlesca adornó su rostro al decir esto último.
Quiero borrar esa sonrisa.
—Vayan ustedes, no tengo hambre —, bajé de la encimera un tanto cansada.
Debo dormir una larga siesta. Es mejor si ese par se mantiene lejos de mi espacio.
—Ni lo sueñes, Su, debes acompañarnos. No viajé hasta aquí para que ahora rechaces nuestra salida. Vamos —y sin previo aviso élla caminó hacia mí y tomó mi mano. —, comamos rico.
Maldición con élla.
(…)
—¿Y bien?, ¿la amargada Sujan ya tiene un novio? —le arrojaría esa salsa agridulce ahora mismo. —Recuerdo que tenías varios pretendientes en preparatoria. ¿Eso cambió?
Yo sigo comiendo las papas fritas sin prestarle mucha atención. Juro que si lo hago, le lanzaría la salsa, soy capaz. La paciencia no es mi fuerte, eso es algo que élla tiene claro pero que pareció haber olvidado.
—En realidad —, la voz de mi mejor amigo resuena por las paredes. —, Su tiene a alguien.
Lo miro con el ceño fruncido y mi total desconcierto. No recuerdo tener una pareja, ni siquera tengo amigos. No sé de qué mierda habla el tipo.
