-¡Lana, llegarás tarde a la escuela, apresúrate! –Gritó mi mama desde las escaleras.
Me levanté lo rápido posible, aunque abrir los ojos me costó demasiado esfuerzo. Cuando estuve lista baje y fui directo a la cocina.
-Nunca se te hace tarde. ¿Te desvelaste? –Pregunto mi madre al verme llegar a la cocina.
-Solo un poco. –Respondí recostándome en la mesa del comedor.
-Y... ¿Te divertiste en la fiesta? –Me preguntó mi madre mientras cocinaba el desayuno.
Al escuchar su pregunta sentí el nerviosismo en todo mi cuerpo. Olvidé por completo avisarle a mi madre. Ahora estaría en serios problemas. Bastante serios.
¿Sería muy necesarios pedirle permiso, o mejor actúo como si nada pasara? Creo que es mejor pedir perdón que pedir permiso.
-Sí estuvo bien. –Respondí tratando de sonar lo más relajada posible.
-Que bien, ahora desayuna se hará tarde. –Dijo mi madre de lo más comprensiva.
Mi madre me llevó a la escuela, y todo el camino fue muy agradable, sin peleas ni nada de lo que normalmente hacíamos a diario.
Bajé del auto de mi madre, y por primera vez en la semana de clases, no me sentía con ganas de quedarme en el auto con mi madre.
Entré a la escuela, y como de costumbre, me dirigí a mi casillero, para tomar las cosas que ocupaba para la primera clase.
-¡Hola!
La animada voz de Alice me tomó por sorpresa.
-Hola. -Le devolví el saludo.
-¿Te divertiste anoche? –Me preguntó con una sonrisa.
-No tanto como esperaba.
-Entiendo, se a lo que te refieres. -Mencionó con voz algo seria.
-Me alegra que sepas a lo que me refiero, no quisiera repetirlo. -Cerré mi casillero y la observé. -Fue muy vergonzoso, mi ropa interior estaba a la vista.
-De verdad lo siento, se que fue vergonzoso.
-Está bien, es una de las cosas mas extremas que he hecho en toda mi vida.
Por muy vergonzosos que me haya parecido ayer, hoy era graciosos recordar lo mas estúpido y como ya dije extremo que me ha pasado.
Alice río conmigo. Después de todo si le miraba el lado bueno a las cosas, lo que había pasado ayer con Erick no había sido tan malo. Me refiero a que Erick es un chico realmente guapo, con un cuerpo bien trabajado, y yo estuve entre sus brazos.
Después de estar distraída los primeros minutos de la clase, reaccioné al escuchar el sonido de unos golpes en la puerta.
Ethan entró al salón después de que la profesora abriera la puerta. Escuché como algunas chicas susurraban algunas cosas sobre Ethan.
Ethan había mantenido su atención en la profesora, pero cuando caminó entre las bancas para buscar un lugar, me observó. Su reacción fue sonreírme como saludo.
Al terminar la clase, salí del salón dispuesta a ir a la cafetería.
-Hola. -La voz de Ethan me tomó por sorpresa.
-Ethan. -Sonreí al verlo. -Es extraño verte por aquí.
Ethan caminó a mi lado y me acompañó por el pasillo.
-Lo sé, para mi es igual de extraño. -Colocó las manos a sus costados. -Aquí terminaré la preparatoria, es por eso que estoy aquí.
-Creí que solo estabas de vacaciones con Erick y Alice.
Negó con la cabeza, mostrando un gesto serio.
-No, no son vacaciones. -Me observó y después sonrió. -Así que nos veremos todos los días.
Me detuve cuando Ethan también lo hizo.
-Tengo cosas que hacer. -Me observa sonriendo levemente de lado. -Hoy te miras muy bonita.
Dicho esto, giró sobre sus talones y se alejó dejándome de pie en medio del pasillo.
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El primer año eterno (Completa/Editando)
Teen Fiction-Tu comentario es repugnante. -¡No, no, no! -Erick se colocó frente a mi moviendo las manos intentando evitar que me fuera. -No quise decir eso. Lo observé con asombro. -Bueno, realmente si quería decir que te mirabas jodidamente sexy con aquel vest...