Capitulo 19: "Sonrisas idiotas"

568 35 0
                                    

Mire a Erick a los ojos y no le conteste nada. Hace unos minutos atrás, le había dicho que era muy pronto para iniciar una relación.

-Como ya lo había dicho antes, está bien, no tienes que responder ahora. Solo recuerda que yo te esperare el tiempo que sea necesario. –Dijo Erick sentándose en la cama, dándome la espalda con la cabeza agachada.

-Sí, lose. –Dije levantándome y recargándome en su espalda. –Es solo que…

Erick volteo a verme al escuchar que me detuve.

-¿Qué pasa? –Dijo tomando mi mano.

-Tengo… tengo miedo. –Dije agachando la mirada.

Erick me tomo de la barbilla y me obligo a verlo a los ojos.

-¿Temes que yo no sea lo que tú piensas? –Dijo mirándome directo a los ojos. –O simplemente no estás lista.

-No, no, nada de eso Erick, creo que tú eres el indicado. –Al escuchar esto el me sonrió. –Es solo que, tengo miedo salir lastimada, que tú encuentres a alguien mejor que yo, y solo me dejes sin decir nada.

-Lana, jamás vuelvas a pensar eso. Sé que cualquier cosa puede pasar, pero ten por seguro que no seré un patán contigo. En verdad te quiero, y sé que es pronto, pero voy a enamorarte y llegaras a un punto en el que no querrás estar lejos de mi y tampoco yo de ti.

El en verdad es… perfecto para mí. No es necesario que haga tantas cosas para enamorarme, sus palabras se encargan de eso. Me mira con tanta delicadeza, me besa con tanta dulzura, toma mi mando con tanto amor que puedo sentir una chispa en mi interior.

-No sé qué decirte, tus palabras se encargan de enamorarme. –Le dije sin dejar de ver sus ojos.

Erick solo rio y me abrazo. –Igual me quiero esforzar. –Por ultimo me dio un beso en la cabeza.

Erick rompió el silencio entre el abrazo que nos unía. -¿Qué hora es? –Dijo algo asustado.

Tome mi celular. –Faltan 15 minutos para las dos de la mañana. –Le dije recargada en su pecho.

-Deberías ir a tu casa, tus papas pueden darse cuenta que no estás, y mi mama puede sospechar que estas aquí.

-Está bien. –Dijo levantándose de la cama. –No me quiero separar de ti.

-Nos veremos en unas horas en la escuela. –Le dije abriendo la ventana.

-Lose, pero ya me estaba acostumbrando a ti. –Dijo tomándome de la cintura para acercarme a él y abrazarme con fuerza.

-Sí, lo sé, pero podemos meternos en problemas. –Le dije dirigiendo mi mirada hacia arriba, ya que él es un poco más alto que yo.

-Me iré, con una condición. –Dijo mientras besaba mi cabeza.

-¿Qué condición?–Dije abrazándolo.

-Qué saliendo de la escuela, si vallamos a comer. –Dijo riendo.

Me reí un poco, sabía que se refería por lo de esta tarde. –Claro.

-Solo, ¿No te molesta que Ethan y Alice, nos acompañen? –Dijo bajando un poco la voz al nombrarlos.

Creo que lo de Ethan solo fue un rostro lindo, no es que hubiera sentido algo por él. Ahora estoy segura de que Erick, es el ideal.

-Claro que no, ¿A ti si te molesta?

-No, para nada. –Dijo besando mi mejilla. –Creo que ahora si me tengo que ir. –Dijo dirigiéndose más a la ventana.

-Claro, nos vemos en la escuela. –Dije un poco callada, recargada en el marco de la ventana mientras Erick salida de mi habitación.

Me sentía “mal” porque Erick se iría, y sé que lo veré en una horas en la escuela, pero como el dijo, me estaba acostumbrando a él.

Me miro y dijo. – ¿Estás bien? –Eso hizo que se regresara a mi habitación.

-Estoy bien, es solo que… -No sabía que decirle, y tampoco quería sonar cursi frente a él, solo mi voz interior y yo conocíamos mi lado más cursi.

– ¿Es solo que, qué? –Pregunto tomando mis manos.

Tenía que decirlo, por más cursi y tonto que sonara.

-Que, me estoy acostumbrando a ti, y sé que es muy rápido, pero me siento segura contigo. –Dije lanzándome a sus brazos.

Me respondió el abrazo de igual modo y no me soltaba. -¿Prefieres que me quede contigo?

-No, no. –Dije separándome de él. –Estoy bien, no te preocupes.

-¿Segura? –Pregunto.

-Sí, muy segura. –Dije sonriendo.

-De acurdo princesa. –Se acerco a mí y beso mi frente.

Erick se dio la vuelta y salió de mi habitación, camino por el techo del garaje. No dejaba de observarlo, no puedo creer que un chico como él, se fijara en mí.

Se detuvo y se dio la vuelta para mirarme. –Princesa. –Dijo susurrando un poco.

-¿sí? –Dije mientras el camino de nuevo hacia mi ventana.

Se acerco y me dijo. –Te quiero. –Cuando se daba la vuelta para irse nuevamente, lo tome de la chaqueta y lo jale hacia a mí. Volteo y me miro a los ojos, ambos sabíamos lo que significaba y lo que por supuesto queríamos.

Juntamos nuestros labios en un profundo beso.

Nos separamos y ambos sonreímos.

-También te quiero. –Dije dándole nuevamente, un pequeño beso.

-Dijiste que no haríamos esto tan seguido. –Dio sonriendo aun.

-Lose, es solo que eres… -Erick termino la frase por mí.

-Irresistible, lose. –Dijo sonriendo.

-No te creas tanto. –Le dije bromeando.

-Sospecho que no quieres dejarme ir. –Dijo mirando mis manos que aun sostenían su chaqueta.

–Oh, lo siento. –Dije soltándolo. -Ahora vete antes de que se hagas mas tarde. Ten mucho cuidado. –Erick asintió.

Mire como subía a su auto y se iba. Cerré la ventana, y me fui a costar, estaba cansada. En mí estomago volaban millones de mariposas, cada vez que recordaba lo que había pasado con Erick, las mariposas volaban cada vez más rápido.

Pasaron unos minutos y me llego un mensaje a mi celular.

“Princesa ya estoy en casa, nos vemos en unas hora en la escuela…  Te quiero.”

Cuando mire el mensaje de Erick, una gran sonrisa salió .Ahora me sentía mucho mejor porque Erick había llegado bien a su casa.

“Gracias por avisarme, no vemos. Te quiero.”

Sonó la alarma de mi celular. Cuando me levante, pensé que había sido un sueño. Pero cuando tome mi celular para apagar la alarma, mire un mensaje de Erick, lo cual me hizo sonreír, porque sabía que lo que había pasado, no había sido un sueño.

“Buenos días princesa, espero que hayas dormido bien. Nos vemos en pocas horas, ya quiero mirarte y poder abrazarte. Te quiero”

Erick Brown, que hiciste para que yo no dejara de sonreír como una idiota, con cada mensaje, abrazo, beso, mirada, incluso con solo escuchar su voz.

 “Buenos dias, te quiero”

El primer año eterno (Completa/Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora