Rebel Hybrid🐇 MarkBeom/Bmark

15. 🐇

Mark se encontraba en casa, solo. JaeBeom aún no llegaba pero sabía que no faltaba mucho, su día fue muy desesperante, su celo estaba en su máximo punto, si esto seguía así en cualquier momento la cabeza y su pene le explotaría, no es como si tuviera una erección todo el tiempo pero esa sensación de vacío lo mataba.

No podía dormir porque volvía a tener esos sueño extraños, no quería soñar con JaeBeom, el era causante de su estado, nunca se había sentido de esa manera... Tan necesitado.
Solo quería que los 21 días pasarán rápido y que todo fuera como normalmente es. Ciertamente la idea de entregarse a JaeBeom había pasado por su cabeza, pero no estaba seguro ¿Con que cara se verían después? Le daría mucha pena, todo eso conlleva muchas cosas de las cuales no estaba listo o aparentaba no estarlo.

El sonido de la puerta llamó su atención, el mayor había llegado a casa. Se revisó rápidamente de que no tuviera nada inusual en su rostro o allá abajo. Aún tenía la pijama y aquel hoodie rojo que ambos tenían el mismo. Se puso sus pantunflas de conejo que JaeBeom le había regalado y salió de aquella habitación.

— Hey — sorprendió al mayor. — ¿Cómo te fue? Has vuelto temprano

— Bien — sonrió. — Es que no me quedé a resolver ningún pendiente... Por cierto, ¿Ya estás mejor?.

— Siempre lo he estado, solo que hoy no tenía muchas ganas de ir a la universidad. — quizá y servía de algo para evitar que tocará el tema aunque sabía que pasaba algo por la mente de JaeBeom, esa expresión como de decepción o molestía, le preocupaban al híbrido. — ¿Y tú? ¿Estás bien?.

— Lo estoy Mark. — se acercó para darle un casto beso en los labios. — No he traído de cenar y tampoco hay mucho en la casa ¿Salimos? o ¿quieres seguir tirado en la cama? Porque por lo visto no te has levantado desde que me fuí.

— No seas idiota, y si ya voy, iré a tomar una ducha. — rodeó los ojos.

— Okay, yo solo me cambiaré para irnos pronto.

— Bien.

El híbrido fue a la habitación que no había entrado en todo el día, detrás de él estaba JaeBeom que lo miraba detalladamente, ese niño como lo volvía loco. Mark entró al baño, se despojó de su ropa y antes de entrar a la regadera, miró la tina, nunca la había usado, la imagen de ellos dentro se pasó por su cabeza, eso debía ser la gloria pensó Mark.

Rápidamente volvió a la realidad, se metió a la regadera para darse una ducha y se arregló decente con ese mismo hoodie un pantalón negro.
Al bajar miró que JaeBeom embobado en su teléfono llevaba puesto el mismo hoodie. Mark sonrió plenamente, amaba esos pequeños detalles que le hacían olvidar todo.

— Que cool nos vemos — habló para llamar su atención. JaeBeom volteó a verle para regalarle una gran sonrisa.

— Lo sé — se acercó a él. — Algo me dijo que debía usarla... — dió un corto beso en los labios, donde nuevamente había dejado con ganas de más al híbrido, esto no le gustaba nada. — ¿Nos vamos?.

Mark asintió tomando su mano, ese tipo de acciones que el híbrido hacia por cuenta propia las amaba, de esta manera le hacía sentir correspondido y querido, solo les faltaba lo más importante en una relación para ser la mejor. La confianza. Eso no existía entre ellos y era lo que más le molestaba a JaeBeom, jamás se iba aprovechar de él, solo quería entenderlo y saber por lo que pasaba.

Su trayecto fue corto, entraron un restaurante lindo, se veía elegante pero no tanto de esos que suelen ser caros, ahí estaba ese par de ridículos tomados de la mano con la misma sudadera esperando que el mesero les diera una apesar de que no había mucha gente.