CAPÍTULO 3

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Ruby en la foto(L)


Daryl miraba por la ventanilla como si fuera un niño al que le llevaban a Disneyland. Era evidente que llevaba demasiado tiempo en la cárcel en una oscuridad nada agradable porque apenas dejaban salir a los presos a los patios de las cárceles y menos si te tomaban manía.

Daryl no se caracterizaba por ser un hombre prudente que sabía callarse, era un gilipollas cuya boca no podía contenerla ni así le ofrecieran un fajo de billetes. Era un dolor de cabeza, pero era necesario si deseaba tener un aliado que tuviera conocimientos en cuanto a joyas antiguas.

Además, los Ortega habían aprendido de su padre, otro gran aventurero como yo. Charlie era un tipo genial con un buen par de narices que se la jugó cientos de veces, pero su necesidad de conseguir dinero le salió caro muriendo en un tiroteo tras un robo efectuado por él.

Pero él decidió seguir ese tipo de vida y la prudencia no fue precisamente uno de sus rasgos. Eso podía reflejarse en Daryl, que no pensaba en absoluto en las consecuencias de sus actos.

Y aunque yo no era precisamente trigo limpio, sabía usar la inteligencia para no pifiarla demasiado porque mi vida era lo más valioso por encima de cualquier cosa.

Bebía whisky ante la mirada atónita de Daryl, ¿Acaso era una bebida solo apta para hombres o qué?

Él se acercó lentamente hacia mí con su sonrisa socarrona e irritante, lanzándome la primera pregunta estúpida del día:

- ¿Un whisky a estas horas?, una señorita no debería de beber esas cosas de buena mañana.

Puse mi pie sobre su pecho para impedirle que se acercase más a mí. Aquel tipo se estaba ganando otro golpe y yo no era precisamente suave. Clavándole con fuerza el tacón en el pecho, le dije con furia:

- ¿Y quién te dice a ti si soy o no una señorita?, además que nadie me dice lo que tengo que hacer y menos tú que me debes obediencia.

Una sonora carcajada salió de la boca insolente de Daryl y me hizo hervir de rabia, ¿Y esto era lo que me esperaba a partir de ahora?¡Maldita sea!

-Usted es muy graciosa, querida jefa. Siento que vamos a llevarnos muy bien-Dijo con gran seguridad.

-Crees muy mal y espero un buen servicio de ti si no quieres que acabe contigo-Le amenacé.

Él continuó riéndose como si yo fuera una cosita insignificante, pero a mí ya me hartó. Era hora de demostrarle que yo no era lo que aparentaba.

Con un movimiento felino, saqué la pistola que guardaba en el bolsillo de mi chaqueta y me puse encima de él con el arma apuntando a su sien. Sentí como las piernas de Daryl comenzaron a temblar, pero no borraba aun esa estúpida sonrisa.

Sus manos se pusieron en mis caderas y se relamió los labios, ¿Qué maldición le pasaba?¡Tenía un arma en su cabeza y solo pensaba en cosas pervertidas!

Sus manos ascendieron y se metieron ligeramente por dentro de mi camisa. No podía permitir que me tocara así de libremente:

- ¡Te estoy apuntando con un arma, joder!¡Deja de tocarme! -Le grité, encañonando más la pistola en su sien. Pero no cesaba en ascender sus manos por mi espalda sin una pizca de miedo o intimidación en sus ojos.

-¿Qué decir querida jefa? Me pone mucho su carácter...

Guardé el arma de nuevo en mi bolsillo y le di un buen golpe en el pecho. Justo cuando iba a levantarme, Daryl me atrapó de nuevo y me aferró las caderas contra las suyas, ¿Acaso estaba loco?

-Llevo mucho tiempo sin tocar a una mujer. Demasiado tiempo a la sombra y usted es una buena tentación.

-Pues seguirás sin catar un cuerpo de mujer si esperas catar el mío, así que yo de ti buscaba diversión en otro lado.

Aproveché que Daryl estaba hipnotizado mirando mis labios para levantarme de sus piernas. Aquel tipo era un auténtico peligro porque si se dejaba llevar por una cara bonita podría traicionarme a la mínima de cambio. Iba a doblar la vigilancia para que lo que quitasen ojo de encima además de saber con quiénes se relacionaba para mantener una información constante de lo que hacía.

En mi trabajo no dejaba cabos sueltos y él ahora era de mis pertenencias porque, en cierta manera, le había comprado. En seguida llegamos a mi mansión así que era hora de hablar sobre el contrato que tenía Daryl y las cláusulas que debía de seguir si no quería terminar en la cárcel con un balazo en el culo.

Mis guardaespaldas me abrieron la puerta del coche y ambos salimos de él. Daryl miraba descaradamente mi casa, pero no parecía demasiado sorprendido, ¿Quizás él tenía una casa igual de lujosa?

No me extrañaría porque los negocios en los que él estaba inmerso eran bastante rentables si sabía con quién codearse y estaba segura que tenía una buena lista de aliados que me podían servir de ayuda. Esa iba a ser una de las clausulas y de seguro aceptaría todo lo que impusiera porque sino él volvería a la cárcel y no tendría la posibilidad de borrar los negocios turbios de su expediente para comenzar una nueva vida alejada de todo ello.

Cuando llegamos al salón, le di una orden a mis guardaespaldas y me retiré un momento a mi despacho para llamar a mi hermano. No quería que Daryl estuviera al tanto de mis conexiones porque no quería que las usase en mi contra.

Una vez dentro, tecleé el teléfono y no me hizo esperar demasiado.

-Buenos días Ruby, veo que todo va bien, ¿Un buen viaje? -Preguntó Jake.

-Si hermano todo bien, dile a Cinthia que todo ha ido sobre ruedas. Él está aquí conmigo así que ya puede obrar su magia.

-Ella pondrá en el informe que tiene condicional por buena conducta, pero espero que ese imbécil no te ponga las manos encima porque se las cortaré sin compasión-Dijo de forma amenazadora.

-Tranquilo hermano, sabes bien que sé defenderme.

Una risa sonó al otro lado del teléfono. Él sabía bien que yo era dura como una piedra y que no me dejaba mangonear por nadie, así que en cierta manera estaba tranquilo.

-Lo sé bien mi pequeña peleona, pero ten cuidado, ese tipo tiene fama de tocar aquello que no se debe. Tú ya me entiendes.

Recordé el coche y cómo él me acarició sin permiso y una nueva oleada de arcadas me subió por la columna. No iba a mencionárselo a Jake porque era capaz de soltar todo lo que tenía para reventarle las piernas.

Me despedí de él prometiéndole que lo mantendría al tanto. Era hora de poner las cartas sobre la mesa y dejarlo todo claro. Debíamos de pasar pronto a la acción y movernos antes de que otros se nos adelantaran.

 Debíamos de pasar pronto a la acción y movernos antes de que otros se nos adelantaran

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Clever than Ever(Is It Love?Daryl)[TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora