CAPÍTULO 31

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DARYL

No podía negar lo impresionante que ella estaba a pesar de que desentonaba completamente del estilo que ella solía llevar. Yo, al igual que ella, me sentía fuera de lugar al verme tan formal y, sobretodo, tener que comportarme como tal. A pesar de que me había movido entre lujo al estar metido en el negocio de los coches de lujo, nunca tuve que vestir de aquella forma porque no era algo que pudiera soportar. Si vestía marcas caras no era nunca de esmoquin o con corbata.

Mi hermano como siempre estaba callado y era prudente en cuanto a dar su opinión con respecto a su imagen. Lo poco que él pudo decir era que simplemente era trabajo.

-Aburrido como una ostra querido hermano. A ver si aprender a pasarlo bien-Le dije mientras que él daba un sorbo a su copa. Un resoplido salió de su boca y me dijo con cierta ironía:

-Aquí de los dos el que siempre lo pasa bien eres tú Daryl. Yo prefiero cumplir con lo acordado sin contratiempos y poder retomar mi vida sin ningún tipo de mancha en mi historial.

Ruby nos miraba a ambos en silencio, pero podía escuchar los engranajes de su mente moverse de forma ininterrumpida. Cuando ponía esa mirada y movía sus manos de forma nerviosa, era que alguna pregunta circulaba por su cabeza.

Y en breve la soltaría como una tormenta sobre nuestras cabezas.

- ¿Qué haréis cuando cumpláis con vuestro contrato?

Aquella pregunta nos hizo girar a ambos completamente sorprendidos. Lo cierto era que yo no lo había pensado, quizás porque en el supuesto contrato no decía nada del tiempo o de las misiones que haríamos hasta ser libres. Solamente Ruby lo sabía.

Matt fue el primero en responder:

-Yo me iré lejos, quizás me marche a Europa. No tengo claro la ciudad, pero quizás me vaya a Suiza o a Hungría en alguna casa a las afueras. Como tengo estudios en geología quizás me meta como profesor en alguna universidad o algo así. Una vida tranquila lejos de problemas.

La respuesta de él no nos pilló de sorpresa. Matt era demasiado sosegado para una vida así llena de acción. Él sería el típico hombre de familia con una esposa tranquila, un trabajo tranquilo y unos cuantos hijos nada problemáticos y bien educados.

Pero Ruby parecía esperar con cierta impaciencia mi opinión. Le interesaba más de lo que jamás admitiría lo que haría con mi vida en el momento que mi mano no estuviera atada a la suya. Decidí dejar las bromas a un lado y responder con completa sinceridad:

-Lo cierto es que los primeros días deseaba escaparme lo más lejos posible para hacer lo que me diera la real gana. Pero lo que me retenía era saber el premio que obtendría al trabajar para ti y me enfoqué en eso para acabar cuanto antes. Pero con el paso de las semanas, me he dado cuenta que este tipo de vida me da emoción y eso es algo a lo que lentamente me estoy volviendo adicto. La respuesta a tu pregunta sería sin duda, quedarme contigo.

Todos los presentes de la sala quedaron completamente asombrados con la sinceridad de mis palabras. Esperaban que dijera algún tipo de broma o de alguna cosa con doble sentido, pero me gustaba ser directo en todas las ocasiones que lo requerían.

Y yo siempre fui claro con Ruby.

Korovin fue el primero que rompió el silencio indicándonos que teníamos poco tiempo para ensayar ya que el barco turístico salía mañana a las nueve de la mañana. Era la hora de comer, pero no había nada en el frigorífico para cocinar, así que Edward dijo:

-Matt, ven conmigo para hacer la compra. Vosotros dos quedaros para limpiar la cubertería porque hace años que no se usa. Ah, y poned la mesa.

Matt se fue con él tan aprisa que en unos instantes nos encontrábamos solos. Mi pulso comenzó a ascender a la idea de que ambos estábamos en la misma sala y en una casa con tantas posibilidades. No pude evitar acerarme a ella:

- ¿Sabes lo que me hace en la sangre saber que hay tantas camas disponibles en una mansión que ahora está completamente vacía donde nadie puede oírnos?

Aquella pregunta robó un suspiro a Ruby, la cual se fue corriendo a la cocina para hacer lo que Korovin nos dijo. Pero el trabajo y el placer eran dos cosas completamente compatibles y factibles. No iba a rendirme ahora que había probado unos trozos del pastel. Lentamente caminé por el pasillo oliendo la dulzura de su perfume. No me costaba saber dónde se encontraba porque su aroma ya lo conocía como si de toda la vida hubiera sido parte de mí.

Ruby era de estatura más bien baja y era adorable verla subirse en la encimera de la cocina para coger algunos vasos y platos. Aquel vestido celeste se le había subido hasta mostrarme el nacimiento de las medias de color blanco perla que ella llevaba. Esos ribetes de encaje que enmarcaban sus muslos eran una tentación demasiado elevada para alguien como yo. Para alguien que sabía lo suave que era esa piel.

Decidí acercarme en silencio, como una pantera que ve a un pequeño pájaro beber de un estanque. Era necesario ser cauto y rápido en cuanto mi hermosa presa estuviera al alcance de mi mano.

En el preciso instante que estaba a su altura, ella giró la cabeza viendo como su lindo trasero estaba a la altura de mi cara y mis manos se cernían sobre sus caderas. Aquel sobresalto la hizo resbalar y caer a mis brazos haciendo caer dos platos al suelo.

Ella se llevó las manos a la boca antes de gritarme:

- ¡Eres idiota!¡Ahora Edward nos va a matar en cuanto vea lo que hemos hecho!

Una ligera sonrisa apareció en mis labios mientras ella forcejeaba contra mí intentando liberarse. Ella era muy fuerte pero no me superaba y eso la enervaba más y más. Sus puños se clavaban en mis costados haciéndome tambalear, pero podía soportarlo por el momento.

- ¡Daryl!¡Suéltame ya si no quieres que te dé más fuerte!

Entonces la solté porque deseaba jugar más y más con ella. En la seducción era necesario tirar y aflojar la cuerda y tenía por seguro que ese pícaro de Korovin nos había dejado solos a posta, por lo que tardarían mucho en volver.

Y en ese tiempo, tenía mucho que hacer.

Clever than Ever(Is It Love?Daryl)[TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora