CAPÍTULO 21

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DARYL

Aún estaba completamente helado de ver a mi hermano bajo el mismo techo que yo y lo que era aún más sorprendente: conocía a Ruby bastante bien.

No iba a quedarme de brazos cruzados esperando a que él me diera una explicación; en cuanto Eduardo nos llevara a nuestras habitaciones, Matt iba a cantar como nunca.

Ambos caminábamos con Eduardo a nuestras espaldas para que lo más probable no echáramos a correr. Y aunque había demostrado que era leal a Ruby, no se fiaban aun de mí, incluso en múltiples ocasiones que salía al pasillo para ir a la cocina, él aparecía de la nada independientemente de la hora que fuera.

Aquel tipo en vez de oído tenía más bien tenía una alarma en el culo que parecía golpearle cuando abría los ojos durante la noche. Y ahora era como mi sombra, pero le tocaba trabajo doble al estar mi hermano con nosotros.

Mientras que caminábamos por el pasillo, canturreaba alegremente como si estuviera feliz de vernos en reunión de amor y compañía. Aquel tipo era bien extraño, pero era la sombra de Ruby y si una mujer como ella que era tan desconfiada ponía todo en sus manos, es que aquel extraño merecía la pena como un aliado.

-Bueno os tengo que decir que Ruby ha sido benevolente con vosotros y que por una semana dejará que ambos durmáis en la misma habitación para que tú Daryl comiences a explicarle a tu querido hermano como serán las cosas a partir de ahora. Pronto mi jefa te llamará para darte más detalles cuando esté más recuperada-Le dijo Eduardo a Matt mientras caminaba con paso cada vez más rápido delante de ambos.

Aquella gran mansión parecía conocerla como si fuera propia pero no era de extrañar si era el mejor amigo del difunto marido de Ruby. Fue entonces cuando comprendí las razones por las que nunca se hablaba de aquel hombre; había demasiada pena tanto en Eduardo como en Ruby como para si quiera mencionarlo.

Y la noche en la que ella se tocó evocándolo entre lágrimas me daba la mayor de las pistas; ella no lo había olvidado y temía que jamás pudiera pasar página. Yo no era de esos que se apegaba a ninguna mujer, pero ella me despertaba unas ganas de protegerla de todo, de evitar que sufriera aquella terrible carga que la estaba consumiendo.

Cuando llegamos a mi dormitorio, Eduardo nos dijo que mañana por la mañana teníamos que bajar una hora antes completamente vestidos y con el espejo en la maleta que dejaría en la misma mesa del taller donde se encontraba dicho artefacto que había logrado copiar minuciosamente con mis manos. Matt nos miraba como si hablásemos en un idioma que no entendíamos y era comprensible porque no tenía idea de qué demonios hacía en aquel lugar ni siquiera esa especie de "contrato" que Ruby había redactado para ambos y así conseguir todos sus propósitos a cambio de nuestra libertad y la oportunidad de una nueva vida.

Cuando ambos nos quedamos solos, mi hermano me miraba como esperando algún tipo de explicación. Era complejo comenzar por el principio sobretodo porque ya parecía que ser un empleado de Ruby y vivir en aquella mansión llena de reliquias era algo normal para mí.

Quizás aquella vida de aventura me gustaba más de lo que pudiera admitir.

La pregunta era si mi hermano se iba a sentir igual que yo, porque de no ser el caso, iba a pasarlo realmente mal. Y se llevaría unas cuantas patadas en el culo.

Así que le invité a sentarse en el escritorio y comencé a relatar el comienzo de mi loca historia y como Ruby irrumpió en mi vida.

RUBY

Estaba acostada en la cama contemplando el techo como si fuera a darme una respuesta clara al acertijo de Edward pero solamente servía para caer más en el aburrimiento. Ákseli estaba enterado por completo de mis movimientos y ahora no podía viajar a su museo de Londres para robar el espejo antes de la subasta y eso me estaba robando el sueño y la tranquilidad.

Había una familia adinerada muy interesada en ese espejo, una familia que probablemente se creía todas las patrañas que circulaban alrededor de la magia de ese espejo. Pero eso eran habladurías que lo único que hacían eran incrementar el valor del espejo generando un interés entre las personas desesperadas por conseguir los deseos que podían concederles aquel artefacto corriente y moliente.

Era un simple espejo de mano de una señora de alta cuna, ni más ni menos.

-Joder, como me duele la herida-Dije en voz alta cuando me intenté girar hacia la puerta. Tenía necesidad de irme de aquella mansión para tomar el aire, pero no quería que Eduardo me diera la murga o que Edward, que se había quedado en una de las habitaciones de invitados, comenzara a darme lecciones como si fuera mi padre.

No necesitaba tanta atención.

Así que tomé la decisión de cerrar los ojos para llamar al sueño. Respiré profundamente recordando todos los lugares que había ido y todos los tesoros que ahora estaban en mi poder a salvo. Recordé como pude salvar las reliquias que Erik Ortega tenía en su taller del extraño incendio que sufrió la casa cuando lo encontraron muerto. Sabía que él las había escondido en un lugar que no fuera simple a la vista de cualquiera, por lo que aquellos que desvalijaron la casa solamente se llevaron las falsas.

Pero yo me llevé las verdaderas.

Aquel hombre había escondido un mapa del "tesoro" entre las cenizas de la chimenea que había en el salón. Siguiendo las indicaciones y las pistas, me condujeron a una habitación secreta debajo de su escritorio y fue entonces cuando pude escaparme.

Días después, aquella casa se prendió fuego de forma inesperada y la policía no investigó demasiado, quizás porque sufrieron presión por parte de algunos que no simpatizaban demasiado con Erik.

Pero ese misterio era otra de las cosas pendientes que tenía en mi vida antes de abandonar el mundo de la aventura porque, por mucho que me pesara, tarde o temprano no podría seguir. Sabía que Ákseli podría ponerme en una tesitura peligrosa y hacer daño a alguien querido para mí, por lo que tenía que andarme con ojo hasta que pudiera probar que él fue el asesino de mi marido.

Y probablemente el de Erik Ortega.

Entonces, cuando por fin parecía que me iba abandonando e iba introduciéndome más en el mundo de los sueños, el teléfono de mi mesilla vibró indicándome un mensaje. Al ver el nombre de Edward, me apresuré a cogerlo para ver qué ocurría.

Ruby, mañana nos vamos a Londres, tengo todo planeado así que preséntate en el comedor mañana a las seis de la mañana completamente preparada y con tu maleta lista. No te preocupes querida, este viejo nunca te abandona.

Edward

Clever than Ever(Is It Love?Daryl)[TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora