CAPÍTULO 22

116 15 0
                                    


RUBY

El horrible sonido de mi despertador unido al dolor intenso en mi hombro derecho, hacía que, en vez de saludar a un nuevo día, gruñera como un animal que no desea que nada ni nadie se le acerque. Recordé las palabras de Korovin diciéndome que estuviera preparada y lista bien temprano.

Aquel tipo tenía contactos hasta en el mismo infierno, pero las cosas ahora eran más complicadas al no saber quién estaba detrás de la pasada de información que Ákseli tenía de nosotros. Estaba claro que era uno de los nuestros porque tenía un sistema de seguridad que daba a toda la zona de la mansión haciendo imposible que alguien entrase sin ser visto.

Pero el tema del topo infiltrado a mi alrededor debía de posponerse; ahora tenía que reunirme con Korovin para saber qué se traía entre manos. Me indicó por mensaje esta misma mañana que deseaba reunirse conmigo en mi despacho antes que con el resto de los que iríamos a Londres para conseguir aquel maldito espejo. Solo esperaba que el esfuerzo valiera la pena.

Mientras que caminaba por el desierto pasillo, me ponía a pensar en cómo sobrellevar la presencia de Matt. Llevaban unos cuantos años sin verse, sin saber el uno del otro y lo que era peor; sin que uno supiera que el otro estaba en la cárcel. Tenían mucho que hablar y que solucionar bajo un mismo techo que podría convertirse de un momento a otro en un ring.

Aquellos dos eran como orangutanes dándose golpes en el pecho compitiendo por llamar más la atención el uno sobre el otro. Eran niños con cuerpos de adultos y cerebros que, por desgracia, no usaban demasiado o si lo hacían no era precisamente para fines productivos. Pude ver el rostro de Daryl de profundos celos cuando supo que su hermano y yo nos conocíamos y eso me hacía sospechar la clase de viaje que tendríamos con ellos dos a nuestras espaldas.

Cuando llegué al despacho y vi sobre el escritorio el anillo de boda de Edgar y su camisa, la bilis ascendió desde lo más profundo de mi estómago hasta mi paladar. Aquel rictus lleno de rabia casi me hace explotar, pero Korovin habló antes de que derramase sobre él millones de preguntas.

-Sé desde hace mucho que pasas muchas horas en la noche aquí. Tenía mis sospechas que fuera solamente por trabajo, pero entonces, una tarde que tenía libre decidí ir a la habitación de mi hijo y no encontré su camisa preferida ni tampoco su anillo de boda. Fue entonces cuando lo comprendí, sabía bien dónde estaba sin necesidad de preguntártelo. Admito que miré en tu dormitorio un día que vine de visita y no estabas, sé que no estuvo bien, pero quería saber si realmente lo tenías tú o bien ese cabrón de Ákseli, a modo de venganza, se había llevado cosas de mi hijo. Al ver que no había ni rastro de ello, sospeché que no lo tuvieras, pero entonces pude ver que abrías y cerrabas mucho este cajón del escritorio.

- ¿Me...me estuviste espiando? -Le pregunté sin apenas tener una gota de voz. No podía creer lo que escuchaba, no podía ni siquiera pensar que ese hombre fuera si quiera capaz de plantearse rebuscar entre mis cosas sabiendo lo profundamente desconfiada que era.

Él se levantó de la mesa sobre la que estaba ligeramente apoyado. Con el anillo de Edgar entre sus dedos, su silencio me hacía ponerme aún más tensa de lo que ya estaba. Tenía mis serias dudas en si me devolvería aquellas cosas; era lo único que me quedaba de él y lo sabía bien. Solamente tenía fotografías, pero aquello era mucho más personal que un trozo de papel a color.

-Ya es hora de que te desvincules de estas cosas Ruby, no te hace avanzar y saber que siempre he querido lo mejor para ti. Eres muy joven para seguir llorando a los muertos, mi hijo ya solo está en nuestros recuerdos y corazones, pero su cuerpo se ha desvanecido hace ya mucho.

- ¡No ha pasado tanto tiempo!¡Deja de intentar inmiscuirte en mis cosas Edward! -Le grité intentando arrebatarle el anillo, pero él fue más rápido y lo guardó en su bolsillo. Sus manos se colocaron a ambos lados de mis hombros zarandeándome con suavidad. Su voz descendió considerablemente:

-Han pasado cuatro años Ruby, cuatro años que he visto cómo te marchitabas. Ya tienes 32 años y mereces ser feliz de nuevo, formar tu propia familia y llevar el anillo de una persona que esté viva que pueda amarte. Edgard te hizo feliz y te quiso mucho pero ya pasó esa época, te ha dejado muchos recuerdos y vivencias que nunca olvidarás, pero déjalo marchar. Yo lo hice a pesar de que era mi único hijo y su muerte me marcó, pero debo de vivir, todos debemos de vivir, aunque a veces parezca que todo lo que nos rodea sea un infierno. No voy a devolverte sus cosas porque te hacen daño, pero sí que te propongo que, de vez en cuando, visites su habitación para recordarle.

- ¿Vas a quitarme lo único que tengo de él? ¿Crees que eso va a ayudarme?

-No soy psicólogo Ruby, pero sé bien algo; cuanto más te aferras a las cosas, menos te cuesta soltarlas. Y veo que el tema de Edgar es algo que te ha ido afectando demasiado hasta tal punto que temo por tu vida. 

Me alejé de él porque no soportaba su presencia tan cercana en aquel momento. No iba a perdonarle el que me quitara aquello que significaba tanto para mí y que me ayudaba a conciliar el sueño. No sabía cómo a partir de ahora iba a poder sobrellevar la carga de sus recuerdos, pero lo que importaba era seguir con la tarea que tenía pendiente. Debía de arrebatarle a Ákseli aquel espejo antes de ser subastado y eso significaba dejar atrás las estupideces de Edward.

Me aclaré la garganta y decidí guardar la compostura pidiéndole que me dijera lo que él tenía planeado para poder viajar sin ser vistos. En ese momento, una pequeña sonrisa asomó de sus labios.

-Quizás no lo sepas, pero mi padre era piloto y uno muy bueno la verdad. Cuando ahorró lo suficiente, se compró una avioneta para salir a volar los fines de semana. Pues bien, he llamado a unos mecánicos amigos míos que conozco desde hace mucho tiempo y la han puesto a punto para poder viajar en unas horas. En cuanto a la pista de aterrizaje no va a ser en un aeropuerto sino en un lugar, digamos, un tanto clandestino. Mejor no preguntes, pero como sabes tengo amigos hasta en el infierno.

-Vale entonces nos vamos en avioneta y aterrizamos en ese lugar que dices, ¿Y entonces qué? ¿Cómo vamos a infiltrarnos sin ser vistos dentro del edificio si Ákseli sabe que tenemos intenciones de robar el espejo? Va a ser un suicido ir-Le dije no muy convencida del plan, pero Edward continuó hablando.

-Precisamente ahora es el mejor momento porque sabe que sería poco seguro ir al museo, pero si jugamos bien nuestras cartas no va a sospechar de nosotros. Y como sé que quizás hay algún topo a nuestro alrededor, tengo varias ideas. En unas horas, varios de mis hombres de confianza van a venir con la excusa de que van a arreglar ciertas cosas de la mansión, digamos que habrá una supuesta plaga en la mansión que hará que tengamos que estar varias horas fuera por los supuestos productos que utilizarán. Eso hará que nadie quede dentro. Además de eso, uno de ellos es un experto informático y, si alguno de ellos osa hacer una llamada a un número diferente al tuyo, automáticamente se desviará esa llamada y será cogida por él para saber si ha llamado a Ákseli. De esa forma nos cubriremos las espaldas y sabremos quién está detrás de todo esto.

-Suena tan bien que no sé si es el mejor plan de la historia o nuestra sentencia de muerte-Le dije intentando asimilar tal despliegue de inteligencia. Temía que todo aquello no sirviera de nada, pero si en algo tenía razón era que Ákseli no iba a esperarse que le hiciéramos una visita a su museo y menos teniendo en cuenta el último enfrentamiento que tuvimos.

No teníamos mucho que perder porque iríamos bien preparados con nuestros mejores hombres. El problema era si los hermanos Ortega eran lo suficientemente buenos en cuanto a usar armas o la defensa personal. El problema era que no teníamos demasiado tiempo para unas clases antes de irnos ya que, en unas dos horas máximo, estaríamos en el cielo viendo el mundo pequeño a nuestros pies y la posibilidad de poder lograr algo realmente grandioso.

Clever than Ever(Is It Love?Daryl)[TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora