Cαριтυlσ Dιєcιsιєтє.(parte dos)

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Jai ------------------

Mientras esperamos que pase algún taxi que nos lleve a casa, pues ya no hay autobuses circulando, miro atentamente a ___, que ha estado callada todo el camino, no comprendo como estando en el estado que está ha sido capaz de darle tal paliza a Nikki. Pero aún así me siento orgulloso de ella.

- Vaya nena, espero que nunca te enojes conmigo- digo bromeando, ella me mira avergonzada y me río- ¿qué?

- ¿Hice mal?

- ¿Qué? ¡Claro que no! Ella se lo estaba buscando. - digo y la tomo de la mano- mírame- y levanto su mentón- tú solo te defendiste, ella no tenía derecho a decir eso.

- Ya lo se, pero… ¿y si tenía razón? Quiero decir, no hace ni dos meses de la muerte de mi papa y yo ando emborrachándome cuando nunca lo había hecho. Seguro esta decepcionado de mí, donde quiera que este.

- No, no lo esta. Es imposible que este decepcionado de ti, tú solo intentabas divertirte un rato, distraerte de todo lo que ha pasado, te merecías venir aquí, conocer gente y pasártelo bien. Vale que te pasaste un poco de copas, pero bueno, ¿quién no alguna vez?… Cariño, te aseguro que no esta decepcionado de ti.

Ella me mira con los ojos llorosos y yo la estrecho entre mis brazos, deseando quitar todo dolor que tenga, deseando que hayamos seguido disfrutando de esta noche, pero que parece que no merecemos pasarlo bien.

- ¿Sabes? Siempre he tenido una fantasía- dice después de un rato en silencio con la mirada perdida hacia la oscuridad

- ¿Fantasía? ¿Con qué?

Ella me mira traviesa, no me puedo creer lo bipolar que esta siendo esta noche, pero le echaré la culpa al alcohol. Ella se pone de puntillas y pasa su lengua por mis labios, una corriente eléctrica me pasa por todo el cuerpo y me siento ya excitado. Sus labios bajan a mi cuelo y deposita suaves y calientes besos, toma mi mano y la guía hasta su pequeño pero redondo culo y hace que lo apretuje entre mis manos, un suave gemido sale de sus labios y provoca otro en mí.

- Siempre he querido hacerlo en un parque. Me parece muy morboso- dice mordiéndose el labio- y estoy lo suficiente borracha para atreverme hacerlo, pero también lo suficiente sobria para saber que quiero hacerlo sin arrepentirme.

- Uhm… entonces es el equilibrio perfecto- digo sobre sus labios con la voz ronca, chocando nuestros alientos alcohólicos

- Sí, eso creo- y suelta una risita tonta.

Le sonrío pícaro y tomando su mano nos metemos entre unos árboles, comienzo a besarla, despacio, dulce, pero ella parece querer algo más fuerte, más apasionado. Bajo mis besos por su cuello mientras ella me quita la camiseta, meto mi mano por debajo de la suya y consigo quitarle el sujetador, desesperado, quito su camiseta y a mi vista, a pesar de la oscuridad, quedan sus senos, ansiosa ella acerca mi boca a la suya y me muerde el labio inferior, gruño en su boca y mientras acaricio su entre pierna por encima del pantalón, mi boca se entretiene con sus senos.

- Pues vamos a cumplir esa fantasía.

A ella parece gustarle, me quita los pantalones y acto seguido los boxers, atraigo su cara hasta mi sediento de sus labios, mientras sus manos juegan con mi erecto pene. Me pongo debajo de ella, no olvido que estamos sobre césped y desnudos, esta frío, pero tenerla a ella sobre mí besando mi torso hace que la caliente suba.

- Oh ___- gimo al verla rozar con la punta de su lengua mi pene- vamos, no juegues conmigo.

Ella ríe traviesa, y subiendo sobre mi torso se acerca hasta darme un pequeño pero seductor beso, mis manos se centran en acariciar su cintura y su trasero mientras ella, más traviesa que nunca, pone uno de sus senos en mi boca, no dudo en chuparlos y morder el pezón, haciéndola gemir fuerte, se remueve sobre mi, mientras yo sigo entretenido con sus senos y acariciando su trasero. Lleva sus manos hasta mi pene y lo acaricia, torturándome y haciéndome desear hacérselo de manera que resultaría ilegal.

- Vamos, cabálgame- le susurro con voz ronca

Ella obedece después de juguetear un poco más y sentir como entro en ella es la mejor sensación que existe, estoy jodidamente tan loco por ella que al final dolerá. La veo moverse sobre mí, casi sin experiencia, mientras se sonroja por como la miro y toco sus pechos, pero ella me resulta tan sexy de todas formas que no se mirarla de otra manera. Atraigo su cabeza hacia mí y la beso despacio, así como va nuestro ritmo, ella gime en mi boca y decido ayudarla a moverse sobre mí, pero ella mantiene el control de las cosas, eso me gusta, esta es mi chica. Y joder que bien lo hace.

- ¿Sabes? - digo con la voz entrecortada- creo que te emborracharé más a menudo- ella suelta una risita que yo acompaño. La vuelvo a atraer a mí, y la beso, la beso sin cesar, queriendo todo de ella. Dándole todo de mi.

Y así..El tiburón se enamoró del pececito (Jai Brooks)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora