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Despierto desorientada, sintiendo la molesta luz en mi cara, miro a mi alrededor y veo que estoy en una habitación pequeña y pintada en blanco, estoy sobre una camilla y al otro lado de la habitación hay un chico en una camilla solo que con suero, yo no tengo nada de eso, así que supongo que solo esperaban a que despertará. Miro hacia la puerta y veo a Jai unos pasos más allá al lado de Daniel y Matias. Ellos hablan en voz muy baja y no miran para la habitación. Me siento en la cama sintiéndome ya recuperada, no entiendo estos malditos mareos, de verdad. Solo espero que no sea nada grave, que sea algo de no comer bien.
- ___- me llama Jai acercándose a mi- ¿Cómo estas?- me pregunta
- Bien, no creo que hiciese falta traerme
- Bueno, al parecer el Matias este es un exagerado, ppf, si hubiese sabido que no tenías nada no hubiera venido- dice Daniel con ganas de picarme
- No tengo ganas de pelear ahora- digo fulminándolo con la mirada, él rueda los ojos
- Bueno voy a buscar al médico ¿vale- habla Matias, yo asiento
- Por cierto, gracias por preocuparte por mi- le digo dedicándole una sonrisa, él hace un gesto quitándole importancia, Daniel también sale dejándome sola (sino contamos al chico que esta durmiendo en la otra cama) - me quiero ir
- Lo se- dice acariciando mi mejilla- pero antes debemos hablar con el doctor
- ¿Qué tengo? ¿anemia? No es la primera vez y …
- No. Es… algo más delicado- dice serio y me pone nerviosa, espero a que siga queriendo mantener los nervios- estas… embarazada- susurra
Y me deja congelada.
Sin terminar de asimilarlo siento algunas lágrimas caer, ¿embarazada? ¿yo? Pero si no he cumplido ni los 18 años aún. No, oh no por Dios no puede ser posible. ¿Cómo demonios voy a estar embarazada? Yo… joder, miro a Jai que sigue con gesto serio, ¿Qué demonios vamos a hacer? Yo… simplemente no lo puedo creer.
- ¿Qué?- lo único que logro articular
- Si, yo- Jai suelta un fuerte resoplo y se lleva las manos a la cabeza, niega con la cabeza como si aun no lo terminará de creer- esto es muy fuerte.
- No lo puedo creer- digo sumergida en mis pensamientos- ¿Qué vamos a hacer?- le pregunto susurrado, él me mira a los ojos y se encoge de hombros
- No lo se… tenemos que… pensar- dice dudoso y antes de tener tiempo a decir algo llega el doctor
- Que bueno que has despertado, ¿Cómo te sientes?
- Bien, me gustaría irme- susurro
- Bueno… veo que has hablado con tu novio, me gustaría aconsejarte que te cuides, tienes que tener mucho cuidado, ahora por dos- me dice queriendo ser cercano- y estas con las primeras semanas. Los primeros meses suelen ser con más alto riesgo, así que debes cuidarte mucho. Tu embarazo es muy delicado, no te has alimentando bien y he visto en tus análisis que has consumido alcohol y drogas, tienes que dejarlo. Puede ser peligroso para ti y para el bebe. ¿Lo entiendes?
- Si, yo… haré caso a lo que me mande- digo sin escucharlo del todo
- Bueno, espero que me hagas caso, piensa en ti y en el niño, tu embarazo es riesgoso por las cosas que has consumido estando en estado, así que ten cuidado. - él se calla y nos mira a Jai y a mi esperando que digamos algo pero ninguno lo hacemos- tienen mucho que pensar, pero recuerden que es un ser humano. Algo que nació de lo de ustedes- dice, casi como si nos estuviese leyendo la mente- ahora mismo mando a la enfermera para que te den el alta- yo asiento y lo veo irse.
Más tarde vamos en taxi de vuelta a casa, convencí a Matias de que estoy bien y que no dijese nada a las chicas y Daniel se fue por su lado. Jai y yo vamos en silencio, sin saber muy bien que decirnos, pero ¿Qué se suele decir? Mi vida esta cambiando tanto que no sé como tomármelo. Me están pasando tantísimas cosas que nunca me hubiese esperado. Se me cae la cara de vergüenza con mi madre, ¿Qué me dirá? No me gustaría ver su cara de decepción. ¿Y mi padre que hubiese dicho? Aunque creo que si él estuviera nada de esto estaría pasando. ¡Maldita sea que estoy haciendo con mi vida! Esto no es lo que quiero para mi. No lo deseo. No quiero tener este niño.
