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Jai -----------------------------------------

Entramos a la floristería que días antes había visto cuando todavía estaba con ___ . Es la primera vez en mi vida que hago esto. Daniel me mira burlón y yo lo fulmino. Como odio cuando le doy razones para reírse de mi, pero ¡estoy enamorado! ¿Qué coño quiere que haga? Los enamorados hacemos este tipo de idioteces como llevarle flores a las chicas ¿no? Al menos en las películas lo hacen.

- Puedes dejar de reírte y ayudarme a elegir- le digo entre dientes, veo como la encargada de la tienda se acerca a nosotros con cautela

- ¿Desean algo? - pregunta intentando sonar amable, yo sonrío

- Si. Este… bueno me gustaría comprar un ramo de flores- digo nervioso y me rasco la nuca- y bueno, este idiota no sirve de mucha ayuda a la hora de elegir

- Oh, entiendo- dice ahora sonriente- ¿es para una chica?

- Si, quiero el más bonito que tenga, y el más grande. Mi cagada fue brutal así que tiene que ser algo… bueno- me encojo de hombros sin saber como explicarme

- ¿Sabes cual es su flor favorita? - me quedo pensativo un momento, vamos, ella te lo ha contado todo de ella, hasta las cosas más tontas como esta de las flores, suspiro frustrado, no logro recordarlo- si no lo recuerdas…

- Las rosas rojas… creo- digo dudoso, ella me sonríe amable y me enseña varias, con diferente estilo, al final me decanto por la que me pareció más adecuada para el momento, varios rosas rojas envueltos en una fina capa blanca.

- Buena elección- me dice guiñándome un ojo coqueta

- Gracias- le digo seco, ella me las pasa y yo le doy los veinte  que cuesta.

Salgo de allí con Daniel que se ha mantenido al margen en todo momento, parece serio o casi disgustado, pero estoy muy centrado en lo mío para hacerle caso a sus tontos problemas, ¿Qué le diré? ¿Qué me dirá ella al verme? Me detengo delante de su portal. Suspiro profundamente. No, mierda como hago esto.

- ¿Qué le digo?- le pregunto nervioso a Daniel, este me ignora y se cruza de brazos, yo frunzo el seño- ¿Qué te pasa?

- Yo también me merezco un ramo de flores ¿sabes?- dice dramático, yo suelto una sonora carcajada.

- Lo tuyo es un caso serio. - él sigue ignorándome- esta bien, luego vamos y te compramos una ¿te parece?- me mira y ríe

- Serás cabrón - yo lo miro incrédulo y le pego en el hombro

- Eres de lo peor, te lo juro. Ahora dime, ¿Cómo ataco?

- ¡Y yo que se! El enamorado eres tu, no yo- tan simple como siempre, ruedo los ojos- como en las películas supongo

- ¿Y como lo hacen en las películas?

- ¡Y yo que se!- vuelve a repetir en el mismo tono que casi hasta me hace reír- no me veo esas idioteces

- Te recuerdo que las veías con Agustina- le digo,  sé cuanto odia que se la mencionen

- ¡Que no me menciones a esa mujer!- dice molesto, yo río

- Perdone usted- suspiro profundo- espérame aquí, por si las cosas no salen bien

- ¿Y si salen bien que hago?

- Te vas- digo tranquilamente, él rueda los ojos

- ¿Y como sabre si van bien o mal?

- Mmm… si pasan quince minutos y no he bajado, la cosa va bien.

Y así..El tiburón se enamoró del pececito (Jai Brooks)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora