25

1.2K 46 0
                                    

A la mañana siguiente nos levantamos temprano para ir pasando todo al otro piso, el camión de la mudanza llego alrededor de las once de la mañana y enseguida fuimos bajando las cosas con ayuda del conductor y su ayudante(que es joven y bastante guapo, debo decir) los mismo que ayudaron a mama con los muebles ayer y marchamos a la nueva casa.


Cuando llegamos subimos todo y hemos estado acomodándolo, unas cuantas horas después yo ya estoy muerta, esto peor que una clase de educación física y en cuanto ya esta todo en su sitio me tiro en el suelo y espero a que mi madre prepare unos bocadillos para las dos, debería ayudarla, pero al final yo hice más que ella en la organización de casa, pues lo quería poner todo a mi modo y ella enfadada me dejo hacer casi todo a mi.


- ¿Hoy sales?- me pregunta mientras comemos
- No se- digo con la boca llena, sonrío para mis adentros al pensar en Jai, él dijo que quería llevarme por ahí esta noche y un hormigueo me pasea por el estomago al recordarlo
- ¿Y esa sonrisa? ¿quedaste con Jai?- me pregunta, no esperaba que se aprendiera su nombre tan rápido
- No lo se, mama- digo algo cortante, pues no quiero decirle que si para que al final él no venga
- Esta bien, me voy a dormir la siesta, si sales me avisas- dice y se levanta de la mesa y se va a su habitación.


Yo hago lo mismo, me voy a mi habitación y me tiro en la cama boca arriba, estoy agotada. Miro a mi alrededor, esta habitación es realmente fea. No hay decorativo, solo mi cama, una mesilla al lado de noche con una pequeña lámpara con un dibujo, un armario amplio con un espejo al lado un poco más grande que yo y una mesa de estudio, pero todo en espacio reducido, casi pegado a lo demás, apenas hay espacio. El blanco de las paredes se esta volviendo amarillento, no me gusta en absoluto, un fucsia, azul o lila le vendría bien, pero ¿con que dinero compro la pintura? Además, que ni sé cuanto tiempo estaré aquí viviendo.


Unas pocas horas después, me despierta el despertador, el cual puse a las siete, para levantarme, darme un duchar y vestirme, ponerme lo más guapa posible. Y si, para él. Para Jai.


Cuando ya estoy complemente lista,: con unas leggins de cuero ajustados y una camiseta escotada, pero sin exagerar y mis tacones negros preferidos; también algo de maquillaje y me aliso el pelo sacándome el flequillo, me pongo algo de maquillaje, rímel y lápiz negro en los ojos y un poco de sombra grisácea, en los labios algo más llamativo pues me pongo un rojo tirando a pasión, me miro en el espejo. Y me encanto. Me siento en el sofá y espero con ansia que suene el timbre. Y que sea él.


Y suena. Mi corazón da un brinco al corazón y me levanto corriendo como una loca a atender el telefonillo, pero lo pienso mejor: hazte de rogar al menos un poquito, escucho que dicen en la tele a las que tendrán una cita, así que espero que el timbre vuelva a sonar unas dos veces y voy fingiendo tranquilidad a abrir.


- ¿Si?- pregunto
- Pececito- canturrea y se echa a reír, no me hace falta verle para saber que esa risa es propia de un fumado, cosa que me decepciona un poco- baja, quiero verte.


Yo le hago esperar unos minutos, para fingir haber estado arreglándome, cuando en realidad tengo más de media hora lista. Me asomo a la habitación de mi madre, que esta totalmente dormida, le despierto y le digo que me marcho con Jai, ella media dormida me da permiso y me dice coja 5€ de su bolso, pues al menos así tendré 10, pienso para mi. ‘No vuelvas tarde’ me susurra a lo último. Cojo la chaqueta de cuero y salgo.


- Hola tiburón- lo saludo divertido, él se da la vuelta para mirarme, pues estaba de espaldas y me mira riendo pero deja de hacerlo al verme, nunca me había visto tan arreglada, normalmente al instituto voy con el pelo en un moño, a veces suelto pero sin nada del otro mundo- vaya- dice mirando mi escote- esto te lo guardabas para ti ¿no?- dice con una sonrisa pícara
- Mis ojos están aquí- digo levantándole la cabeza para que me mire- pervertido, ¡eres un exagerado! Tampoco estoy tan…
- ¿Sexy?. Pues yo creo que si. Jodidamente sexy- dice y se lanza a mis labios- y mía- susurra por último.

Jai aparca la moto detrás del local, Kay, se llama, no lo conozco, pero tampoco es como si fuese una experta en ese sentido, salgo con mis amigas de noche, claro que sí, pero este lugar es más… adulto? Y aunque me he colado en una que otra discoteca de mayores esta parece algo más intimidante, quizás por el tipo de gente que estoy viendo en la cola, o por el estilo de Jai. O simplemente por el tipo grande de tez morena que vigila la puerta, de verdad que esta gente se las arregla bien, pues el tipo impone lo suyo.


Jai entrelaza su mano con la mía y pasa por delante de la cola, algunos le miran con recelo y otros con indiferencia, como un pringado que no sabe la cola que tiene que hacer, pero Jai parece saberlo , pero se acerca al gorila y se saludan amistosamente, con un saludo que no fui capaz de entender.


- ¿Cómo vas?- le pregunta el gorila a Jai
- Bien, ¿está dentro?- pregunta señalando hacia dentro
- Claro, desde que llego pregunto por ti, ya sabes en lo que tiene tanto interés. - dice sonriendo burlón
- Pues aquí estoy para complacerlo- dice Jai de la misma forma- déjame entrar, anda
- ¿Y ella? Es menor de edad- le pregunta mirándome de arriba a abajo- es la primera vez que te traes a una tan jovencita- yo enarco una ceja molesta ¿es que se las trae aquí a todas?
- Venga tío- dice Jai riendo y le da un empujón cariñoso, me dan ganas de soltarme de su mano e irme, miro hacia atrás y veo que algunos comienzan a poner mala cara, pues la cola no avanza por culpa de Jai
- Sabes que hay ciertas cosas que…- dice haciendo una mueca, Jai rueda los ojos y suspira pesadamente, el gorila pasea su mirada por todo mi cuerpo y sonríe como pervertido- esta bien, pasen
- Gracias amigo- dice Jai y pasa conmigo pegada detrás


Una vez dentro miro todo a mi alrededor con curiosidad, hay dos plantas, la de abajo algo más grande, y con más luz, la de arriba, con dos balcones, uno al frente de otro en la que hay chicas dándolo todo, chicos que miran y parejas que necesitan un baño o una cama urgente, como en todos sitios. Jai y yo nos vamos a un lado del sitio, el pequeño guardarropas y dejamos ahí las chaquetas, yo dudo un momento en dejar mi bolso, pero como no tengo nada importante, lo dejo.


Jai baila a mi lado,no lo hace nada mal, le sonrío y él me agarra y me besa, me encanta cuando lo hace. Luego de un rato bailando y en el que más de uno se acerca por detrás y haber visto como echaban a dos por pegarse, vamos a por algo de tomar a la barra, Jai pide por los dos y aunque no se que es lo esta pidiendo, me lo tomo igual, ¿Por qué desconfiar de él? Luego pedimos de nuevo y nos quedamos un rato sentados en un sillón, yo en su regazo mientras él me acaricia y me besa.


- Tengo que hacer una cosita, ¿me esperas aquí?- yo asiento sin entenderlo del todo por la fuerte música, él se despide de mi con un beso.


Lo miro de lejos, mientras intento fingir estar entretenida sin él, pongo más atención a lo que hace cuando lo veo mirar con mucha ansia a sus lados, como vigilando algo, como si estuviese haciendo algo malo y no quiere ser pillado, entonces el otro chico, que parece algo ansioso, le estira un varios billetes enrollados de ¿dinero? Si, estoy casi segura. Y lo confirmo cuando veo a Jai pasarle dos bolsitas, una bolsita que contiene un polvo blanco.


Me quedo incrédula, no esperaba que Jai traficara droga, ¿Por qué es lo que esta haciendo, no? Quiero creer que no, pero encajaría  todo, desde donde saca dinero como para pagarle a sus “colegas” 1OO€ sin pensarlo mucho, (aunque eso haya sido por culpa mía) hasta la forma tan fácil, que supongo consume marihuana, y esa conversación con el gorila de la puerta sobre alguien que le esperaba. Jai había sonreído y dicho que lo complacería. Ahora lo entiendo.


Unos minutos después, Jai vuelve a mi como si nada. Intenta abrazarme pero yo me suelto. Él me mira confuso y yo me llevo un trago de cerveza a la boca antes de hablarle.


- Te he visto- le digo, no me hace falta gritar pues él lo entiende, me coge de la mano, aunque intento resistirme y me lleva a un rincón más apartado en el que la música no llega tan fuerte
- ¿Te molesta?- me pregunta
- Si- me limito a decir- no pensé que hicieras eso
- ¿Y como pretendes que me mantenga entonces?- me dice algo molesto yo le miro incrédula
- O sea, ¿Qué a esta mierda le llamas trabajo?
- Mira, reconozco que no es el trabajo más honrado ni el mejor del mundo. Pero al menos me permite mantenerme, tener una casa, ropa e incluso darme algún capricho ¿entiendes? - yo me quedo callado- lo necesito- dice señalándose
- Hay otras formas de ganarse la vida- Jai ríe sarcástico
- ¿Estas jodiendo, no pececito? Quizás antes, pero ahora mismo, esta es la única forma que encuentro de hacerlo.
- Pero Jai…
- No- hace una pausa y suspira profundamente- sé que somos muy diferentes, pero tienes que entenderme. Hay muchas cosas que no sabes de mi.
- Lo se. - digo al final suspirando
- ¿Entonces?- yo me quedo callada y él me toma de la mano para entrelazarla con la mía- no quiero hacerte daño. Pero no me pidas cosas imposibles.

Y así..El tiburón se enamoró del pececito (Jai Brooks)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora