20

1.1K 55 0
                                    

Cuando entro al instituto, lo primero que noto es que no hay casi nadie en el pasillo, hoy el día esta soleado y seguramente se encuentran la mayoría en el patio jugando o las más pálidas tomando el sol. Subo al ultimo piso, donde están las cases de Bachiller y veo a Jai en el pasillo, completamente solo hablando por el móvil, no para de moverse de un lado a otro con nerviosismo y discute con la persona que esta del otro lado de la línea.

- Pero mama… ¡no me importa!- grita ¿ha dicho mama?- ¿y que quieres que haga?- hace una pequeña pausa y ríe con fuerza- ¿estas mal de cabeza, mama? ¡no pienso volver!… porque no soporto ver lo *beep* que eres- le grita- el respeto se gana mama y tu ya lo perdiste al dejar que papa te maltrate- le reprocha- no te creo… cuando lo dejes volveré- dice después de un rato- si puedes hacerlo, pero no tienes valor. ¡Joder, entiende! Te he dicho que no… soy capaz de matarlo- y cuelga

Yo intento ocultarme o fingir que no he escuchado nada, pero ya es demasiado tarde. Tengo la mirada de Jai encima que me mira sorprendido. Luego relaja el cuerpo pero su cara sigue tensa. Yo miro a otro lado y siento sus pasos acercándose a mi.

- ¿Qué haces aquí?- me pregunta cortante

- Pues… ¿hay clases, no?

- Después del susto de esta mañana, no pensé que vendrías

- ¿y que tendría que haber echo? ¿quedarme en casa llorando?

- No… pero pensé que te quedarías con tu princesita, ya sabes, agradecerle lo que hizo por ti. - dice con doble sentido

No me molesto en contestarle y entro a la clase, siento como la puerta se cierra unos segundos después, cuando miro, Jai se acerca a mi, se detiene en nuestra mesa y se queda callado observándome mientras yo solo evito su mirada fingiendo buscar algo en mi mochila.

- ¿Me odias?- me pregunta en un susurro

- ¿Qué?- le pregunto sorprendida

- Que si me odias, ¿si o no?

- Jai… ¿acaso de verdad te importa?

- Esta mañana me insultaste sin razón. Y dijiste que me odiabas.

- ¿Sin razón? - digo incrédula- estaban a punto de golpearme y tu no hiciste nada- le reprocho- si no es porque llega Matias…

- ¿Matias? ¿así se llama la princesita?- me pregunta burlón interrumpiéndome

- Si. - digo molesta - ¿y sabes una cosa? No es ninguna princesita, demostró ser un hombre cosa que no son tus amigos… ni eres tu.

Jai se irgue y me mira atentamente, comienzo a arrepentirme de haber dicho eso, ¿es que acaso lo pienso en serio o fue lo primero que me paso por la cabeza? No importa, como quiera a él parece no haberle gustado ni un poquito. Pero, ¿y conmigo que pasa? ¿Él si puedo humillarme y dejar que lo hagan?

- No te iban a hacer nada

- Pues no parecía

- ¿Sabes? - hace una pausa y respira profundamente- quizás debería pensar mejor lo que dices… y lo que haces.

- ¿Es una amenaza?

- No. Solo te digo, que estos tíos no se andan con jueguecitos, no son como yo,___… ellos no durarían en golpear a una mujer si lo tienen que hacer.

- ¿Daniel también?

- No, Daniel solo es peligroso si esta drogado.

Yo me siento en mi sitio, no le respondo, tampoco sé que decirle, justo en ese momento suena el timbre y enseguida se escuchan las voces de todos entrando y subiendo escaleras. Lorena entra a la clase, hablando con Lucy, una compañera, me mira y hace como si yo no estuviera. Miro a otro lado, yo también puedo ser muy orgullosa, me limpio unas lagrimas que se me escapan, sin poder controlarlo y miro hacia el techo para controlarme e intento disimular. Pero Jai me ha visto, sea lo que sea que este pensando, tiene que ver conmigo. Unos dos minutos después llega el profesor de Inglés y comienza la clase.

- ¿Sabes una cosa, pececito?- me susurra en el oído aprovechando que el profesor no nos mira- yo no iba a dejar que ellos te golpearán, a pesar de que pienses lo contrario o es lo que pareciera. - yo volteo la cara para mirarle y me encuentro muy cerca de sus labios- yo soy un hombre. Mucho más que ese… ¿Matias? Que tanto te gusta- dice con cierta molestia y mira hacia adelante

- No me gusta- me apresuro a decirle en un susurro, él me mira enseguida, sonríe sin mostrar los dientes con coquetería

- Genial. - se limita a decir

- ¿Genial porque? - le pregunto deseando que diga lo que deseo escuchar

- Porque me gustas para mi, pececito.

Estoy saltando por dentro, lo siento, mi corazón palpita mil por hora, no, a diez mil. ¿He escuchado bien? ¿Jai acaba de confesarme que le gusto? Es alucinante. No puedo evitar sonreír como una tonta enamorada ante él, que mira al frente como disimulando que no ha pasado nada. Pero ha pasado. Todo. Intento mantener mi respiración con normalidad y comienzo a dar golpecitos con el lápiz en la mesa de la emoción. Le gusto.

Ahora me pregunto que debo decirle, ¿Qué hago? ¿le digo que él me tiene loca a mí? No se, ahora incluso estoy dudando de si lo decía en verdad o me toma el pelo. Pero parecía decirlo en serio. En cuanto toca el timbre indicando el final de la cuarta clase, me doy media vuelta para hablarle.

- Jai, eso que has dicho…

- ¿No me crees, eh?- dice con una sonrisa divertida

- Pues, no se que pensar la verdad.

- ¿Quieres que te lo demuestre?- me pregunta en un susurro acercándose peligrosamente a mi

- Si- le susurro

Jai sonríe y atrapa mi labio inferior, me atrae más a él e introduce su lengua en mi boca, es un encaje tan perfecto que siento que me derrito. Lo rodeo por el cuello y el a mi por la cintura. Es un beso suave, lento, tan dulce, nunca pensé que Jai me besaría de aquella manera. No escucho nada, no siento nada en mi alrededor. Solo él y yo. Nosotros. Nuestros labios, las lenguas bailando un vals perfecto. Unos segundos después, me separo lentamente de él, por falta de aire, apenas unos centímetros, él niega con la cabeza y vuelve a besarme, como negándose a dejar de hacerlo. Luego, es él quien se separa y muerde mi labio inferior, para luego lamerlo con la punta de la lengua, yo me estremezco y abro los ojos para encontrarme con los suyos aun cerrados.

Es entonces que saliendo los dos de nuestra burbuja, nos damos cuenta que nos esta mirando todo le mundo. Absolutamente todo el mundo. Incluso, en la puerta hay asomados algunos curiosos de otras clases, que murmuran, lo único que saco a conclusión es un “que fuerte… “ . Miro a Jai avergonzada, aunque el no lo parece tanto, es más, ni siquiera presta atención a todas las miradas y los murmullos y risas de algunos, pero soy conciente que lo sabe.

- Suertudo Brooks- escucho decir a uno

Los comentarios siguen y algunos nos hablan a nosotros bromeando, pero ninguno respondemos, yo por la vergüenza. Y Jai porque simplemente siempre ha pasado de ellos. Veo a las chicas hablando con Lorena y mirándome de vez en cuando, se que están locas por acercarse a mi pero el orgullo es fuerte, cuando por fin parecen decididas a acercarse, llega el profesor y las echa y manda a sentar a los que son de nuestra clase. El resto de las clases pasa normal, sin mucha más emoción, salvo por una que otra broma que hacen los ****as oficiales de la clase. Jai permanece callado, mirándome la mayor parte del tiempo con una sonrisa divertida, hasta que por fin toca el timbre indicando el final de clases por hoy. Recojo rápidamente, al igual que Jai.

- ¿Nos vamos por ahí, pececito?- me pregunta echándose la mochila al hombro, yo me muerdo el labio dudando- vamos- me toma de la mano y me arrastra detrás de él.

- ¿A dónde vamos?- le pregunto subiendo a su moto

- Lejos de aquí, antes de que lleguen los otros- dice mientras coge los casco

- ¿Van a venir a por mi?

- Nadie te hará nada mientras estés conmigo- me susurra, antes de ponerme el casco y me da un suave y corto beso- te lo juro.

Y así..El tiburón se enamoró del pececito (Jai Brooks)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora