Sana era una chica misteriosa que le encantaba vestir con abrigos aún en verano, su forma de ser era un tanto misteriosa. Dahyun sabía que le traería problemas en su vida y no se equivoco.
Capítulos de 2000 palabras en adelante.
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La vida de una chica sin esperanza alguna, aquella que no conoce lo que es tener una familia. Una chica que tuvo que buscar la manera de salir adelante junto con sus dos mejores amigas. Sana Minatozaki quién fue abandona por sus padres a la edad de 6 años, y fue llevada a un orfanato. El lugar era un infierno y con el tiempo eso aumentaba aún más, así era hasta que conoció a sus dos actuales mejores amigas con las que logro escapar de ese lugar.
Tenía un secreto grande, no solo amaba las carreras, la velocidad y su increíble motocicleta, también se encontraba metida en cosas malas. Aunque no tenía otra opción si quería sobrevivir a la vida tan dura que le toco.
A pesar de que creció sin amor alguno, ella de sus tres amigas era la más dulce y un poco temerosa, aunque en su exterior no mostrara debilidad alguna.
Sana era muy bonita físicamente, era delgada, piel de porcelana, cabello castaño y siempre tenía la costumbre de vestirse con ropa obscura, botas negras y su chaqueta de motociclista.
Se encontraba feliz de a ver ganado la noche anterior, toda sus amigas corrían al igual que ella, pero esa noche era su turno.
— Ganarle a Sehun fue muy fácil— Dijo con arrogancia. Viendo todo el dinero que llevaba en sus manos.
— Aún tiene la esperanza de que seguro te ganara un día de estos— Respondió Momo.
— ¿Y ese milagro que no has ido a buscar a ya sabes?— Preguntó Mina curiosa.
—De hecho, me iré a verla. Ya debe de a ver salido de la escuela.
Sus dos mejores amigas se despidieron para regresar a la cama, no tenían trabajo hoy por lo que se quedarían todo el día en la cama.
De todas las chicas de las que se pudo a ver fijado, no entendía el por que tenía que ser esa chica. Era de una familia de clase alta con unos prejuicios muy elevados.
Sana se encontraba manejando en aquella escuela en dónde estudiaba la chica que le gustaba. Ya era la hora de salida por lo que no debería tardar en salir. No tardo en percatarse que la chica venía a su dirección, la chica siempre caminaba a su departamento que no se encontraba muy lejos.
— Sana, ya te he dicho que no vengas a verme aquí. No quiero tener problemas con ellos, por algo que no tiene sentido— Hablo aquella chica que se encontraba ya enfrente de ella.
— Ayer he ganado una carrera y quería invitarte algo.
— ¿Has fumado? —Pregunto— No hay nada que me pudieras invitar, cualquier cosa que yo quisiera me lo podría comprar sola, y no con tu dinero sucio.
Aquellas palabras le cayeron como un balde con agua fría, la chica de por si era muy fría con ella.
— Solo quería pasar tiempo contigo— Su voz sonaba triste.
