Sana era una chica misteriosa que le encantaba vestir con abrigos aún en verano, su forma de ser era un tanto misteriosa. Dahyun sabía que le traería problemas en su vida y no se equivoco.
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Una semana, una semana estuvo en coma, no recordaba mucho de aquel día luego de caer todo sus pensamientos eran borrosos. Se levanto con un dolor de cabeza horrible, no sabía en dónde estaba. Al abrir los ojos miraba que estaba en un hospital con su amiga Chaeyoung a un lado. Miro su brazo, le dolía moverse de todos modos.
Quería ver a Sana, eso es lo único que pasaba en su mente.
— Chae, chae— Sacudió a su amiga con cuidado.
— ¡Eh!— Despertaba poco a poco. Al ver a su amiga despierta reacciono saltando y abrazándola pero al ver que parecía sufrir en vez de disfrutar el abrazo la soltó— Por fin despertaste Dubu.
— ¿Cuánto tiempo llevo aquí?— Pregunto curiosa.
— Llevas una semana durmiendo, pensamos que no despertarías...— Explico triste. Mando un mensaje a sus demás amigas para darles la noticia.
— ¿Y Sana? ¿Como esta ella?— Hablo rápido que chaeng contrabajo le entendió. Al ver la expresión de su amiga volvió hacerle otra pegunta— ¿Ha venido a verme?
— Ella no ha venido ni una vez. Se encuentra bien ha ido a ver a Sehun un par de veces— Respondió sincera.
No entendía por que no había venido ni una sola vez a verla, necesitaba verla.
Su madre entro al cuarto con un poco de comida y abrazando a su hija. Estaba aliviaba de ver a su hija despierta de nuevo y Chaeyoung se despidió para ir a su casa, aún era temprano y podría ir a la escuela.
Dahyun veía a la ventana pensando en que estaría siendo sana en estos momentos. Le habían llevado su celular pero no tenía ni un solo mensaje de la japonesa. Le escribió ''Hola ¿Como estas?'' pero lo había leído pero no le contesto.
— ¿Le prohibiste a Sana que viniera a verme no es así?— Enfrento a su madre que estaba hablando muy animada.
— Por su culpa te encuentras aquí. Te pedí que no la vieras pero me desobedeciste, esa chica solo te ha vuelto una malcriada— Exclamo su madre. Dejo de comer le había quitado su apetito.
— Sana no es una mala chica. Ella me cuida, no fue su culpa que esos hombres por alguna extraña razón dispararan— Defendía a Sana.
— ¿Te dijo que era una dealer? ¿Lo sabías?— Interrogo su madre. Dahyun no podía creer lo que de la boca de su madre había salido.
— Deja de inventar cosas...— Hablo incrédula.
— No conoces nada, ni siquiera conoces un poco a esa chica. Lo mejor será que me vaya...— Se despidió su madre, dejándola sola en su habitación.
Veía la foto de fondo de pantalla, tenía la foto de Sana durmiendo. Lo que su madre decía era absurdo, no lo creía, nada tenía sentido. Le marco un par de veces pero no contestaba lo dejaba sonando y luego cortaba de inmediato.
