Capitulo treinta y dos.

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El cuarto estaba siendo iluminado por algunos rayos de sol por lo nublado que estaba la mañana, recordaba lo que sucedió a noche pero luego de quedar dormida no sabía que había pasado

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El cuarto estaba siendo iluminado por algunos rayos de sol por lo nublado que estaba la mañana, recordaba lo que sucedió a noche pero luego de quedar dormida no sabía que había pasado. Miro a su derecha y esta muy tranquila Dahyun durmiendo mirando del lado en dónde estaba Sana.

No quería levantarse para no despertarla pero no sería necesario por que su alarma sonaría en unos minutos y su ex novia tendría que ir al instituto. La tenía agarrada de su brazo por lo que no tenía manera de huir, no la quería ver a la cara luego de la escena que le armo en la noche. Veía con delicadeza el rostro de la menor, no había cambiado en todo el año que se vieron. Sus facciones seguían siendo delicadas, tenía un poco de ojeras pero eso no le quitaba que se viera hermosa.

No buscaba la manera de soltarse sin despertarla, todo fue en vano por que no tardo en escuchar como la alarma sonaba logrando despertar Dahyun que comenzó a moverse. Los nervios de sana estaban haciendo temblar un poco, prefirió fingir estar dormida, así que cuándo Dahyun se fuera al instituto podría salir sin ningún problema.

Se equivoco totalmente.

Dahyun apago su alarma para volver a dormirse, nunca había faltado al instituto ni por más enferma que estuviera, pero hoy iba a faltar.

  — Dahyun, se te va hacer tarde— Gritó su madre quién venía subiendo las escaleras— No puedes faltar, recuerda que no puedes bajar tus calificaciones— Repitió la madre de Dahyun intentando abrir la puerta de la habitación, por suerte tenía seguro la puerta.

— No tengo clases hoy— Dijo Dahyun con su voz soñolienta. Se frotaba los ojos con cuidado, le mintió a su madre para que no le insistiera en ir, al menos hoy no quería ir al instituto.

— De acuerdo hija— Dijo su madre, caminando hasta la puerta por que también se tendría que ir a trabajar.

Dahyun se re acomodo para dormir, solo que esta vez abrazó a Sana. La japonesa no entendía nada, luego del susto que paso pensando que su madre las vería. El sentir los brazos de Dahyun le daba un sentimiento de protección, seguridad y una calidez que no sentía con nadie más que con ella. No quería acostumbrarse de nuevo por que sabía que se tendría que volver a alejar para que nadie le hiciera daño, no otra vez. Se levanto de golpe pero Dahyun hizo fuerza para no dejarla ir, eso sorprendió mucho a Sana.

  — No te vayas, por favor quedémonos un poco más así...— Pidió delicadamente Dahyun. Quería disfrutar lo más posible por que no sabía cuándo volverían estar de esta manera de nuevo.

  — ¡Princesa!

Nadie hablo luego de escuchar ese apodo que la japonesa siempre le decía. Realmente la hizo sentir feliz, la voz de Sana era dulce cuándo la nombraba nadie pensaría que hiciera esas cosas malas, pero las apariencias engañaban y lo aprendió de una mala manera.

El tener sus cuerpos muy cerca les recordó la primera y única vez que estuvieron juntas. El como sus manos de la japonesa recorría todo el cuerpo de Dahyun de una manera muy dulce, no habían olvidado ninguna de esas sensaciones. Quedaron dormidas luego de unos minutos. Un aroma muy delicioso hizo despertar a Sana, era olor a comida y su estomagó hacía pequeños ruidos del hambre que tenía. Miro del otro lado de la enorme cama en la que dormía y Dahyun no estaba en ningún lado de la habitación, al no encontrarla volvió a observar la habitación, no había cambiado nada todo seguía como antes, solo una que otro cuadro fue remplazado pero fuera de ahí todo le era muy familiar.

LET ME IN (SAIDA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora