14 | «LOVE»

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     Ya había pasado semanas desde que llegue por primera vez al castillo, y Hogwarts ya no parecía ese mágico lugar que observé la primera vez por la ventanilla del tren. Me sentía, de una extraña manera, en una especie de telenovela, de esas mexicanas que veía mi madre, en las cuales se peleaban por cualquier cosa, y de ello terminaba siendo un drama total.

En la mayoría, el final era feliz, y todo se arreglaba de una manera casi impresionante. Pero esto no era una telenovela, era la vida real. Y me dolía que Hermione me ignorara de aquella manera.

Con Harry las cosas tampoco iban mejor, pero lo que más me dolía era el rechazo de mi hermana. La persona con la cuál había pasado casi toda mi vida. Pero claro, no demostrara abiertamente como me sentía; ni siquiera Damian—el cuál en los últimos días se había vuelto una especie de amigo de esos que no te preguntan cómo éstas ni cómo te sientes, y a pesar de eso sabes que siempre estarán allí para apoyarte—sabía que por las bochas no dormía por llorar, pues me sentía sola sin mi hermana, que era como mi pilar, mi ídolo. En esas nochas de vigilia le escribía a Tom, que siempre tenia una respuesta para todo.

“TOM, ¿TENGO QUE DISCULPARME CON MI HERMANA?” le escribí una vez.

Hermione no me hablaba, y eso me estaba empezando a desesperar. Si era necesario, botaría mi orgullo al basurero y le pediría disculpas, aunque no se las mereciera, aunque yo no hubiera hecho nada malo para que me arrodillara ante ella, y si era necesario, le suplicara su injustificado perdón.

“NO, LILY. SI ELLA TE QUIERE DE VERDAD, SE DISCULPARÁ CONTIGO, DESPUÉS DE TODO ELLA TIENE LA CULPA” me respondió, y eso fue lo que me término de convencer de que no era mi culpa, sino de ella.

Que bueno era contar con un amigo como Tom, que siempre y a pesar de todo estaría de tú lado.

“¿Y QUÉ AHÍ DE HARRY?” pregunté nuevamente.

Ese era otro tema que me mantenía triste, pues si bien él y yo no habíamos sido grandes amigos, y casi simplemente eramos conocidos, sentía una inmensa necesidad de volver a conversar con él. Con su buen humor, timidez y mejillas sonrojadas. Lo extrañaba, y eso era algo extraño para mí, pues no tenía ninguna razón para sentir aquello por él.

¿Harry se sentiría de la misma manera?

SEGÚN ME HAS ESCRITO, SE VE QUE ESE CHICO TE GUSTA MUCHO” apareció escrito sobre la blanca hoja.

Por suerte estaba es mi habitación, porque o sino los demás Slytherin's hubieran escuchado como un grito de horror se escapaba de mi boca.

“A MI NO ME GUSTA HARRY, NI SIQUIERA LO CONOZCO LO SUFICIENTE PARA ESO” escribí apresurada, sintiendo mi corazón later rapidísimo en mi pecho.

No pude ver que es lo que me decía Tom, pues justo en ese momento la puerta se abrió.

El cabello azabache de Damian, y sus hermsoso ojos verdes que me recordaban a los de Harry, me miraban con enojo.

—Lily, te has saltado el almuerzo por quinta vez en la semana—me recriminó—, y ya no pienso tolerar tu actitud. Sé que algo te pasa, y me lo dirás ahora.

Rodé los ojos fastidiada, pero luego me di cuenta de que hablaba en serio, si no le decía lo que pasaba ahora él de verdad me dejaría a mi suerte.

Me alegre a la par que me preocupe. Damian si se preocupaba por mí, pero se estaba artando de mi actitud. Temía quedarme sola, y no quería que mi único amigo en carne y hueso se alejará de mi lado. Por más egoísta que fuera. No quería volver a estar sola ni ser prácticamente invisible para los demás.

Mis ojos se llenaron de lágrimas que por más que traté de retener terminaron saliendo. Y cuando empieza tiene que seguir.

La mirada de Damian se suavizó, en todo este tiempo él jamás me había visto llorar. Y claro, él no sabia como actuar en situaciones así; deduje por lo nervioso que lucia.

Se acercó lentamente a mi cama, en donde estaba sentada a lo indio, y me abrazo, algo que me sorprendió, pues Damian no era un chico especialmente cariñoso.

«Después de todo, los Slytherin si tenemos corazón»

Una Granger diferente  [UGD#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora