Una Granger diferente [UGD#1]

20 | «HARRY...»

Atraído sin duda por el gritó de Draco, Argus Filsh, el celador, se abrió paso entre la multitud de estudiantes a empujones, y para cuando vio a la Señora Norris, se hecho hacia atrás y con lágrimas exclamó.

—¡Mu gata! ¡Qué la pasó! Quién fue! —gritaba, cuando su mirada se topó con Harry—. ¡Tú! —rugió—. ¡Tú fuiste! ¡Tú la has matado! ¡Y yp te matare a ti!

—¡Argus!

Había llegado Dumbledore y los demás profesores, más serios que de costumbre. Enseguida pasó por delante de los cuatro y sacó a la Señora Norria de la argolla.

—Ven conmigo, Argus—le dijo a Filsh—. Ustedes también, señor Potter, Weasley y las dos señoritas Granger.

Lockhart se adelantó, más que asustado.

—Mi despacho es el más cercano, director, puede disponer de él—sugirió.

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Nos hicieron sentarnos mientras los demás revisaban a la gata, y no presté atención a la conversación. Tenía la mirada gacha y tiritaba del miedo, sólo por el shock evitaba llevarme las manos a la boca para morder mis uñas del nerviosismo.

¿Nos culparían a nosotros? ¿A mí? ¿Qué nos harían? ¿Un castigo? Talvez... ¿Me expulsarían?

Sólo levante la cabeza cuando escuché al profesor Snape hablar, conocido por dar gran favoritismo a los Slytherin, incluido a mí.

—Si me permite hablar, señor director—dijo—, Potter y sus amigos simplemente debieron de encontrarse en el lugar menos adecuado y en el momento menos oportuno.

Abrí en grande los ojos, no creyendo que los estuviera defendiendo, porque tratándose de Harry, creería antes que el profesor Snape estaría apoyando a Filsh antes que defenderlos.

—Aún así, aquí tenemos una serie de circunstancias sospechosas: ¿porqué se encontraban en el corredor? ¿Porqué no estaban en la fiesta de Halloween?

—Eh... Bueno, puede preguntarle a Lily también, ella estaba con nosotros cuando encontramos la inscripción en el muro—alegó Ron.

La atención cayó de pronto en mí, haciéndome agachar la cabeza un poco, aún tiritando de miedo intenté verme segura.

—Estube en la fiesta de Halloween, Damian y Draco pueden confirmarlo—dije.

—¿Pero porqué después se fue? —preguntó Dumbledore, tranquilo.

—Estaba cansada, no he podido dormir últimamente, así que me fui a dormir, pero me perdí en el camino; estaba un poco oscuro, tenía sueño y sólo es mi primer año aquí, además, las escaleras cambiaban mucho. Luego me encontré con ellos... —mentí hábilmente, omitiendo a Damian y a Draco de todo—. Ellos ya estaban allí cuando llegué.

Snape vio al trío, triunfante, mientras que yo bajaba la mirada otra vez, culpable por dejarlos más mal vistos que antes.

—Perdón... —susurré muy pero muy bajo a Harry, que estaba más cerca mío.

Él sólo me apretó la mano cálidamente, y sé que no debería estar pensando estas cosas, pero no puede evitar sonrojarme y pensar «¿Le seguiré gustando?»