Cap. 10 (Pt. 2): Sola.

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  Me quedé observando a Luke llorar, sería tan hipócrita acercarme y preguntar qué le pasaba, así que acabé escuchándolo moquear y largar lágrimas por un buen rato. Ashton tenía la culpa. Es decir, él no había hecho nada más que estar ahí para Luke,  y ser atractivo, y tal vez de vez en cuando enviarle una señal inconcientemente al menor.

            Pero Ash era mío. Y Mike era de él. Así era como debería funcionar, pero no lo hacía.

            No tuve que pensar mucho lo que haría después, y no se me podría haber  dado más fácil. Todos estaban en casa, listos para ver. Mike apareció en el living, Ash y Cal ya estaban despiertos viendo cualquier caricatura que estuviesen pasando en el momento en Cartoon Network. Me acurruqué al lado de Ashton, él sonrió y me besó la frente, resignado a que yo le diese algo más.

            Sabía que lo que estaba a punto de hacer no estaba bien, y podía herir a Luke, pero ni bien él entró en el living con todos nosotros, salté sobre Ashton y lo besé, pretendiendo no haber visto al joven entrar en la habitación. Pronto me olvidé de Mike, de su chico, del francés, y de la comedia que pasaban por la televisión. Ash y yo siempre habíamos sido bastante reservados en nuestra relación, aún más ahora que no había una relación oficial o algo parecido ocurriendo.

            Las manos de Ash no dudaron dos segundos en apretarse contra mis omóplatos, de modo que yo tenía mi torso presionado a su pecho. El sabor se me hizo familiar, era tan conocido. Mi cerebro hizo una especie de “clic” al recordar exactamente que ese sabor ya lo había conocido hace mucho tiempo. Ashton seguía teniendo el mismo gusto, diferente a todo lo demás. Hubiese seguido enterrando mis manos en la cabeza de mi chico si no fuese porque éste se  separó y salió corriendo por el pasillo que llevaba a la salida de mi departamento. Miré a mi alrededor confundida sólo para notar que Luke tampoco estaba ahí. Cal y Mike me juzgaron con la mirada, declarándome culpable y moviendo la palanca que me condenaba a colgar de una soga por el cuello hasta dejar de respirar. Aunque tras eso, el peliverde me miró como preguntando si debería ir, e iba a asentir, porque probablemente Luke esté demasiado dolido como para hablar con Ashton, pero este no lo dejaría ir. Mike ganaría algo de amor por despacho.

            Pero cuando escuché golpeteos y llantos en la cocina, acompañé  a mi mejor amigo hasta ahí, pero nos detuvimos detrás de la puerta, sin ser vistos.

            Los dos rubios estaban abrazados en el piso, el menor llorando. Era increíble, Ashton y yo no nos habíamos besado por muchísimo tiempo, él estaba más que insistente, y cuando por fin lo hacía, se iba tras su sensible mejor amigo.

            Eso sólo significaba una cosa, yo era una puta, y él seguía siendo una buena persona. Me adentré en la habitación porque yo había causado todo esto, y debía hacerme cargo. Suspiré en frustración sin entender qué me pasaba. Cada dos acciones que realizaba, tenía que pedir perdón por tres. No es que disfrutase hacer cosas como esta, o herir gente. Simplemente estaba resentida, y me vengaba con los menos  indicados, de la manera incorrecta, pero con buenas intenciones.

            -¿Luke, podemos hablar?-Me paré firme y pregunté.

            -Meg, no creo que sea... –Ash empezó a hablar al tiempo que formaba círculos invisibles sobre la espalda de Luke. Busqué palabras medianamente suaves para interrumpirlo, sin confundirlo o tener que disculparme después.

            -Ash, necesito hablar con Luke. –El más alto asintió, afirmando que estaba bien. Y Ashton se levantó para volver al living, mirándome extrañado, y llevándose a Mike.

            -Perdón, Lukey. –Me arrodillé junto a mi aún moqueante amigo.

            -No es tu culpa, podes besar a tu novio cuando quieras.

Destinados. (Ashton Irwin).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora