Capítulo 8

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  Una luz que provenía de la ventana me despertó de mi maravilloso sueño con Zac Efron. Sueño mucho ¿cierto?
  Me revolví gruñendo en la cama. ¿Cómo es posible que no pueda dormir hasta tarde tranquilamente? De un momento a otro escuché abrirse la puerta. ¿Ahora qué?
-Felicidades, oye Natasha, en este día de tu cumpleaños y esa petición que tanto anhela tu corazón que Dios te la conceda. Que los cumplas feliz, que los cumplas feliz, que los cumplas en este día te deseamos a ti-. Escuché cantar a mi mamá y mi papá.
Se me llenaron los ojos de lágrimas al verlos con el pastel en sus manos y una velita encendida mientras se dirigían a donde yo estaba. Me dio sentimiento verlos  porque con el paso de los años mis padres no han tenido tiempo para mi cumpleaños y hoy me alegra que hayan sacado un poco de su tiempo para hacerme tan bonita sorpresa.
-Gracias mamá y papá. No puedo creer que estén aquí haciendo esto-. Confesé sonriendo.
-Hoy cumples la edad que sé que tanto anhelabas así que decidimos pasar este día contigo. Soplala-. Dijo papá y refiriendose a la vela.
-Pero primero pide un deseo, cariño.
Me acerqué más al pastel y sin dudarlo pedí un deseo.
"Que se añadan más razones por las que agradezca esta vida infinitamente" y la soplé.
-Ahora aceate y baja que voy a hacer un rico desayuno-. Dijo mamá sonriendo.
  Los ví desaparecer por la puerta y me dediqué a lo que ella me pidió. Por fin tengo los famosos 18 años. Soy mayor de edad y finalmente legal. He deseado cumplir esta edad hace mucho tiempo pero lo que me hace más feliz es que mi familia esté celebrandolos conmigo hoy. Cuando ya había terminado, bajé y me dediqué a comerme mis maravillosos waffles con Nutella. Definitivamente este es uno de mis mejores cumpleaños. Nos pasamos todo el día juntos riendo, comiendo, recordando cuando era pequeña e incluso llorando pero pareció pasar tan rápido el tiempo que se me había olvidado que tenía que ir a una fiesta que era obligatorio ser parte.
-Vaya-. Dije mirando la hora-. Tengo que irme preparando. Connor vendrá por mí a las 8pm.
-Vamos amor, que solo te queda una hora-. Me apuró sorprendida mi madre.
Subí rápidamente las escaleras y me dediqué a bañarme, vestirme, maquillarme, peinarme y demás.
A los 8:10pm recibí un mensaje de Connor apurandome
  Me dí una mirada rápida al espejo y salí corriendo hacia la puerta principal.
-¡Los amo!-. Grité a mis padres.
-¡Nosotros también y disfruta tu noche!
Acto seguido me monté en el auto de Connor y nos fuimos a su casa.
-Estás tardísimo sería de mal gusto que los invitados lleguen primero que tú, nena-. Dijo Connor con desagrado.
-Tranquilo Connor, además mis padres estuvieron todo el día y tenía que aprovechar-. Le reclamé.
-Sí, sí, sí. Está bien, te lo perdono.
Luego de 5 minutos de camino a su casa, por fin habíamos llegado y por suerte no había nadie aún.
Entramos y allí estaba Katherine observando cada detalle de la decoración que por cierto estaba espectacular.
-¡Hola perra!-. Me recibió mi mejor amiga con un abrazo y un regalo.
-Espero que te guste-. Me dijo sonriendo y dejando ver sus hoyuelos.
-Gracias cariño, lo abriré más tarde ¿está bien?
-De acuerdo-. Dijo emocionada.
Dentro de 5 minutos más los invitados comenzaron a llegar y yo tuve que encargarme de recibir a cada uno.
Estaba esperando a Brad pero no llegaba. Me estaba poniendo ansiosa porque era a quien más esperaba y no sé por qué. Siguieron llegando y llegando más personas pero no aparecía.
Cuando ya me iba a dar por vencida él apareció por la puerta con un enorme ramo de flores.
Casi corrí hacia él para recibirlo y me estaba dando cuenta de las estúpidas reacciones que estoy haciendo.
-¡Brad! Llegaste, pensé que no venías.
-¿Cómo iba a faltar a tu fiesta? Ten, te traje esto. Perdón, si no es mucho-. Dijo rascandose la nuca.
-¿Qué dices? Este ramo es hermoso-. Dije anonadada al ver todos los girasoles.
-No tenías que traerme nada como quiera-. Dije mientras olía las flores.
-Las ví y me recordaron a ti.
Al parecer me sonrojé y algo dentro de mí se revolvió pero... algo muy en el fondo. Seguramente es hambre así que no debo tomarle importancia. Nos pasamos la fiesta bailando, comiendo y riendo.
Estaba sentada descansado cuando aparece un chico de la nada.
-¿Quieres bailar?
-Seguro
Pero eso no era un baile, era un toqueteo por todas partes de mi cuerpo. Traté de alejarme de él pero no me dejaba. Las personas estaban demasiado borrachas como para darse cuenta. Mi corazón estaba comenzando a acelerarse del miedo.
-¿Por qué no vamos a una de las habitaciones?-. Me susurró en el oído.
-¡No quiero!-. Grité a punto de llorar.
Me cogió de la mano hacia la dirección de las escaleras pero antes de subir Brad lo separó de mí.
-Alejate de ella-. Advirtió en tono amenzante.
-Ella es mi chica y viene conmigo-. Contestó enojado el chico.
-Ella no quiere ir contigo. Vete-. Dijo también enojado Brad.
-Tú no me dices qué hacer-. Dijo para después acercarse a mí para cogerme de la mano otra vez. En ese entonces Brad le metió un puñetazo en la cara al chico. Pareció que le metió bastante fuerte porque se retiró enseguida después de Brad haberle hecho eso.
-Gracias Brad, te debo una-. Dije a punto de llorar.
-No, esta es la que yo te debía-. Dijo mientras me secaba una lágrima escurridiza con uno de sus dedos.
-¿A qué te refieres?
-Tú eres lo mejor que le ha sucedido a mi vida aunque tú no lo comprendas-. Dijo mientras más se acercaba.
Mi respiración se cortaba.
Él miraba mis labios y yo sus hermosos ojos verdes. No son nada igual a los míos que son un tono aburrido. Podría quedarme viendolos todo el tiempo. Se me olvidó por completo lo que había pasado hace un momento. Estaba muy cerca de mis labios y yo no me apartaba. Algo muy dentro de mí gritaba que terminara de acercarse pero otra no lo quería. Me acarició con la palma de su mano suavemente mi cachete.
-No quiero que nada malo de suceda
Y cortó la poca distancia que quedaba entre él y yo para por fin juntar sus labios con los míos. Sentí algo completamente distinto a cuando él me obligó a besarlo delante de toda la escuela. ¿Son las famosas mariposas? No lo sé, pero es algo muy fuerte que está creciendo en mi interior que me está comenzando a gustar o quizás lo que me está comenzando a gustar no sea eso sino quien me lo está produciendo.
Creo que me está comenzando a gustar Brad Rohena Williams.

Entre el Odio y el AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora