Capítulo 11

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-¡Vamos!-. Gritó Brad. Creo que el corazón se le iba a salir.
-¡Ahhhh!-. Grité saliendome de control.
  Dejenme explicarles por qué estamos en esta situación. No quiero que piensen mal sobre nosotros. Es fin de semana y estoy junto a Brad. Después de la experiencia que tuve con Kath del robo, los taxis, el calor y toda la mala suerte de ese día decidí que ya era hora de independizarme. Le llamé a Brad para que me enseñara a conducir. Por eso estamos en una situación bastante complicada. No llamé a Connor porque seguía enfermo y lo menos que quería era enfermarme también. La otra persona que tenía era Kath y por las obvias razones de que no tenía auto no se lo pedí. No se preocupen por ella, logró hablar con su mamá y resolvió todo. Pronto tendrá un nuevo auto ya que sus padres pueden comprarle otro fácilmente pero yo no puedo esperar más. Sin embargo, ella nos acompañó. Estaba en la parte trasera del auto viendome aprender y cabe mencionar que estaba con todos los cinturones posibles puestos porque, según ella, yo podría ser un peligro mortal al volante.
Sí claro, ni que ella fuera la mejor conductora de este mundo.
Volviendo al presente, Brad estaba enseñandome lo básico en el día de hoy.
-Este es el acelerador y este es el freno-. Terminó de explicar Brad mientras señalaba los pedales.
-Muy importante que sepas donde está el freno-. Comentó Kath.
  Brad se comenzó a reír y yo la fulminé con la mirada.
-Bien -. Prosiguió Brad-, ya sabes lo básico para poder comenzar
-¿Estás completamente seguro?-. Preguntó asustada Kath.
-Tranquila Kath, lo hará bien. Estoy seguro
-Espera, espera, espera. Dejame asegurarme-. Dijo Kath asustada.
Estuvo un minuto verificando de que tuviera todos los cinturones puestos.
-Ya, lista-. Soltó por fin.
-Bueno, comencemos-. Dijo Brad riendose.
Apreté el acelerador tan fuerte que por poco parecíamos un cohete.
-¡Detente, detente, detente!-. Gritó Kath súper asustada.
-¡Aprieta el freno!-. Siguió Brad.
-¡Ya voy!-. Grité desesperada.
Lo que hice fue peor. Frené tan fuerte que por poco salimos volando por el cristal delantero.
-Tenías razón-. Dijo Brad a Kath.
-Siempre la tengo-. Contestó con los ojos como platos y respirando rápidamente.
-No digan tonterías, es la primera vez-. Me defendí.
-¡Pero ve despacio!-. Gritó Kath.
-Katherine Wilson, relájate ya.
-Prosigamos, por favor-. Pidió Brad.
Esta vez lo hice más despacio.
-Muy bien-. Dijo Brad.
-¡Cuidado con el perro!-. Gritó Kath asustada.
Frené de momento. Lo menos que quería era herir a un ser viviente en mi primera clase de conducir.
Los tres suspiramos fuerte. Continué en mi clase de conducir bastante bien. Descartando que de vez en cuando me pasaba con el acelerador y que por poco choco contra un árbol. Lo que no estaba en mis planes era que me iba a encontrar con alguien que no soporto.
Sofía.
Estabamos pasando lentamente por una calle cuando la veo caminando moviendo exageradamente sus caderas. Lo peor es que nos vió.
-¡Hola Brad de mi corazón!
-No puede ser...-. Dijimos al unísono Brad y yo.
Se asomó por la ventanilla del auto por el lado que estaba Brad.
-Cariño, ¿qué haces con ella?
-Estoy enseñándole a conducir-. Contestó serio.
-Ya ustedes no son nada
-¿Y eso te importa?-. Pregunté molesta.
-Claro que sí porque él es mío, querida
-Fijate que él no ha dicho eso querida Barbie-. Dije con disgusto.
-Vendrá conmigo, querida Natilda-. Dijo con voz chillona que por poco se me explotan los tímpanos.
-Mi nombre es Natasha
-Como sea, Noemí. Brad, ¿salimos hoy?
Una pregunta... ¿en qué se parece Natasha a Noemí?
-No quiero salir contigo, Sofía. Entiendelo
-Así que vivete esa película luego,  Sorely-. Le contesté en venganza.
-Es Sofía querida. Brad, nos vemos luego, mi amor-. Dijo y luego se acercó a Brad para darle un beso en el cachete.
Algo dentro de mí se movió.
Cuando estaba pasando por al frente del auto apreté el acelerador.
-¡Detente!-. Gritó Kath.
Frené de momento. Sofía se llevó una mano al pecho dramatizando.
-¡Querías matarme!-. Logré oír.
Acto seguido, le pasé por el lado y le grité:
-¡Te mereces algo peor! ¡No vuelvas a tocar a mi hombre!
Abrí los ojos como platos dandome cuenta de lo que había dicho y me sonrojé. Escuché la risita de Brad a mi lado hasta que pude reaccionar.
Seguí mi camino a casa aunque en ese momento quería que la tierra me tragase.
-¡Señor! Gracias que estamos vivos-. Exclamó Kath cuando llegamos.
-Lo hiciste muy bien. La parte que más me gustó fue cuando quisiste atropellar a Sofía-. Dijo Brad riéndose.
  Me tomó de la mano y su tacto hizo que sintiera como si mi piel estuviera hirviendo. Mi corazón se detuvo cuando me dediqué a verlo a los ojos.
Escuché un carraspeo desde la parte de atrás y pude reaccionar.
-Gracias por enseñarme, Brad
-De nada, nos veremos luego
Nos bajamos del auto y lo vimos  alejarse.
-Brad ¿cierto?-. Preguntó Kath.
-Me conoces perfectamente, Kath-. Dije sonrojada.
-Como la palma de mi mano-. Afirmó.

Entre el Odio y el AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora