Capítulo 11 "El trato"

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Es de noche y llueve mucho. Slenderman habla en el jarín trasero de una casa, con un encapuchado de blanco y negro. Este tiene un cuchillo de combate, huantes negros y botas de igual color.

- Vaya, Slenderman, hace mucho que no nos veíamos. Ya estaba extrañando tu desagradable presencia, maldito parasito de mierda - se saca la capucha dejando ver su rostro palido con esos redondeles negros alrededor de sus ojos grises y esa sonrisa amplia deforme - Ya me estaba preguntando a cuantos niños estúpidos has estado manipulando, tu fama ha crecido mucho estos últimos años. Todos te adoran, debes de sentirte orgulloso... Y dime ¿A qué se debe tu visita? - le habla Jeff the killer con esa voz de psicópata que siempre lo ha caracterizado.

- Al parecer sigues siendo el mismo detestable adolescente sin argumentos. Tampoco estoy disfrutando de volver a verte, no hubiera venido, pero por mucho que me cueste aceptarlo, tenía que hacerlo, más sabiendo que tus habilidades de asesinato han mejorado todo este tiempo - le dice el hombre de traje.

- Entiendo, así que quieres pelear conmigo ahora, sentenciar tu muerte finalmente ¡Con gusto, querido Slender! - intenta atacarlo con su cuchillo en el estómago, pero Slender es más rápido y lo esquiva con un movimiento hacía atrás, en lo que libera sus tentáculos y lo atrapa con estos como serpientes alrededor de todo su cuerpo.

- No quiero pelear contigo Jeff, sabes que no puedes contra mí, la última vez sólo tuviste suerte y decidí perdonar tu vida. Aunque lo niegues, sabes que es así. No vine a pelear, vine para que hagamos un trato y una tregua momentanea.

- ¡JAJAJAJAJA! ¡¿UN TRATO Y UNA TREGUA?! SABES QUE NO PUEDES CONTROLARME A MI COMO LO HACES CON TODOS ESOS BASTARDOS ¡NO TIENES PODER SOBRE MÍ! - intenta safarse del agarre con todas sus fuerzas, pero no logra nada - ¡NO VAS A LOGRAR CONVENSERME DE NADA! YO NUNCA TE SEGUIRÍA COMO ELLOS.

- Lo harás ¿Sabes por qué? Porque ahora los dos tenemos un enemigo en común y ese enemigo es Zalgo, si dejamos que el tome este mundo a su gusto se acabarán las diversiones para ambos. Tú no obedeces ordenes de nadie, por lo que sé que no lo seguirías a él y tampoco querrás desaparecer tan fácilmente. Te pido que dejes nuestra rivalidad a un lado por un tiempo, no será demasiado, y después de que todo termine, entonces podrémos continuar siendo rivales y tú podrás acabar conmigo si así lo quieres y es que lo logras.

- ¿Me pides que salve este asqueroso mundo?

- Jeff, sabes que todo lo que te pasó es también obra de él, en cierto sentido así es. Yo sé que tú todavía tienes algo bueno ahí dentro.

- Jaja... ¿Sabes? Supongo que no quiero que ese maldito me quite mi diversión. Sólo por esta maldita vez, haré una ecepción y te ayudaré a derrotarlo, conociendote ya debes de tener un ejercito de tarados fieles a ti. Pero quiero que te quede claro una cosa espermatozoide gigante, yo me muevo por mi mismo y ordenes de ti no recibiré nunca.

- Lo sé, aún así, necesitas enfrentarte a seres parecidos a los que enfrentaremos en el fin de los tiempos, sólo así estarás listo.

- ¿Y de dónde sacarás tu esos "seres parecidos"?

- Tulpas, he creado Tulpas como forma de entrenamiento, cada vez logro hacerlos más fuertes pero sólo sirven para eso, para entrenar. He copiado los movimientos que podrían realizar los demonios de Zalgo y demás que le siguen.

- Entiendo, odio decirlo, poste, pero sabes que hacer cuando te lo propones, hijo de puta.

- Lo sé. Ahora deberás seguirme al bosque.

- ¡Yo iré a tu estúpido bosque cuando se me pegue la puta gana! Sabes que no puedes darme ordenes.

- Okey - lo suelta y Jeff cae al piso - sólo puedo aconsejarte de que lleves tus mejores armas y te prepares bien.

- ¡Sí, sí como digas, maldita sea! ¡¿Oye, sigues estando en el mismo mugroso bosque?!

- No tengo un bosque en específico, pero el que tienes cerca está bien, del resto me encargo yo.

- Claro, claro, sé lo que harás, me vas a teletransportar o algo así.

- Deduces bien. Cuando estés listo ve al bosque y di mi nombre, no le cuentes a nadie sobre esto, no queremos que nadie te siga.

- Descuida, yo no converso con mis víctimas como lo haces tu.

- Okey. Nos verémos pronto.

- Hasta luego, Slenderman.

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