Escrito estaba, pero quizás de manera erronea. No fueron angeles de elegantes rostros, mucho menos con alas resplandecientes, que parecen seda. Almas sufridas, obligadas a hacerse fuertes en la agonía y dolor. Estos rostros etiquetados como el mal, son quienes defienden la tierra que una vez los dejó de lado. Aunque su obrar no será jamás reconocido, el final del sufrimiento injusto y la justicia están de su lado.
Miles de historias...
Miles de lágrimas...
Miles de partidas...
Miles de desiluciones...
Miles de promesas...
Promesas que ahora se cumplen.
Como si se tratara de un cuento, con moraleja al final, aprende de tus errores y trata de resolverlos, aunque caigas en el intento. El hacerte valer, el no darte por vencido, el saber dar segundas oportunidades, son la clave.
No sólo el ser humano necesita ser querido, ser acompañado, los denominados monstruos de la oscuridad, lo demuestran. Muestran que si no tienes motivos para seguir, si no es por alguien que ilumine tu alma con una simple sonrisa o una mirada, no sigas luchando. Porque vivir para uno mismo, es hundirte en la perdición. Nunca faltará aquel que necesite un abrazo y hasta quizás una palabra de aliento. Porque el sentirse incompleto, se llena con la compasión hacia los más débiles.
¿Por qué considerar que por tener rostros o maneras peculiares, debemos poner la etiqueta de maldad o rareza?Finalmente, el mal encarnado ha sido derrotado. Para ello, se necesitaron mil golpes, y mucho más que la segunda esperanza. Ahora la tierra renace, las almas regresan al tiempo vivo. Por desgracia, no las memorias del apocalipsis. El cielo se vuelve a estabilizar, nuevamente se visualiza el sol y la luna. Las estrellas, siguen ahí.
El mal, quizás quede también en el olvido. Pero el dolor de aquellos salvadores, es inmemorable. Les llena el cumplir su objetivo, los males que el diablo dejó en el cuerpo de algunos, ahora se han desvanecido. Aquel muchacho de las hachas, perdió sus alas más de una vez y ahora vuelve a perder las rojas.
Todos prometen usar sus habilidades para el bien, pero siguen en las sombras. Siguen ahí. Es su lugar, pero están entre nosotros, aunque no seamos capaces de recordar sus azañas e inventemos cosas falsas.
Desde la oscuridad, observan, controlan. Dicen que quien fue con ellos, nunca más regresó, al menos, no de la misma forma.
Desde la oscuridad, son fieles ayudantes, no sólo del hombre alto, sino de todo y de todos.¿Y quién sabe?
A lo mejor no haya tanta mentira en esto.
A lo mejor si estén ahí.
El mundo, nunca dejará de ser un misterio para el ser humano. Pero no debemos temer.
Porque en la tierra vive el horror, pero es el horror que nosotros mismos hemos provocado.Esta historia no tiene un final, ni siquiera si el mundo explotara y toda la galaxia entera. Pero no quedan más palabras que decir.
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AQUÍ VIVE EL HORROR (Creepypastas)
AventuraUna historia de humanos, monstruos, espíritus y demonios. El fin de los tiempos.